Lori Goldston y una noche de música espléndida en Guadalajara

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El hecho de que Lori Goldston tocara en Guadalajara era suficiente para ir a presenciar a una figura de la música, que si bien podría parecer discreta, ha sido parte fundamental de la escena de Seattle. No sabría a ciencia cierta cuanta gente iría por un motivo específico al concierto: si por el hecho de que Lori haya sido parte de Nirvana como música de acompañamiento, por su paso por agrupaciones de vanguardia como Earth, de World Music como Black Cat Orchestra, por alguna de sus múltiples colaboraciones, o por su impoluta carrera solista; ya sea por todo ello o por el simple hecho de abrirse a escuchar lo que nos propondría, bien valía la pena ir. La mítica cellista estaría acompañada por jóvenes propuestas de corte experimental que prometían una buena velada. 

El sábado buscaba entre las casonas de la oscura Col. Moderna el citado (y desconocido para mi hasta ese momento) Foro NMOR Lab, dando al fin con la dirección del Venue en donde se presentaría. Lo que parecía ser solo una escondida casa dentro de la zona, resultó ser un foro de buen tamaño y en donde se montó un sencillo escenario para los distintos proyectos, dejando un buen espacio para la audiencia. Un buen detalle fue el haber montado unas colchonetas en el suelo donde la gente podía cómodamente sentarse a escuchar. Al principio, la audiencia era poca, pero al ir arrancando los proyectos, la entrada fue volviéndose bastante aceptable. 

El proyecto elegido para abrir la noche fue Elegies of Sunder, quien con su propuesta electrónica enfocada en el ambient y el noise, dejó un muy buen sabor de boca, marcando el camino de lo que nos esperaba: música experimental y sonoridades íntimas y coloridas. El músico trazó un camino, lleno de recovecos, que fue del ruido puro al canto minimalista. 

La siguiente en aparecer fue Janine Jop, miembro actualmente del Ensamble Supercluster y quien tiene un largo camino dentro de la música orquestal, esta vez presentaba su proyecto solista, el cual fue una grata y deliciosa sorpresa. Sus íntimas secuencias electrónicas entablaban un diálogo constante y reflexivo con el violín, otorgando una experiencia bella y conmovedora.

El tercer acto lo llevó a cabo Ion, el proyecto solista de Andrés Orozco, mejor conocido por ser parte de Sutra, y que con dicho proyecto (el cual ya había tenido la fortuna de ver en el Doña Pancha 2017) hace gala de su gran talento con la guitarra eléctrica, que aunado a distintos sonidos procesados y un enfoque más personal, nos otorga una cara atmosférica, íntima y reflexiva, ideal para el espacio.

Ante los estupendos actos abridores, la mesa estaba puesta para la estrella de la noche: Lori Goldston, quien hizo su aparición y sin mayores aspavientos, otorgó una presentación tan exquisita como sencilla y directa, suficiente para enmarcar el sonido de su instrumento, que pasando por distintas tonalidades, nos sumergía en ambientes que lo mismo podría en un momento parecer que estuviésemos en una película expresionista, que en un alejado bosque nórdico (imposible olvidar ese tono grave que logra con su cello y que por momentos nos hace recordar sus incursiones en el drone).

La gente parecía tan conectada y tan metida en su música como la misma Lori lo estaba al tocar (y sentir) su instrumento. Tan estupenda fue su presentación que la gente terminó pidiendo un tema más, el cual de buena gana Lori ejecutó, redondeando una presentación memorable. La artista lucía feliz y agradecida, y el público lo estaba por igual. 

La sorpresa de la noche fue el músico, productor y fundador de Noise Noise Ouch Stop Records, Eric Padget, quien cerraría el evento con su propuesta solista, enmarcada dentro de los terrenos de la música electrónica, la cual matizaba con el uso de su trompeta dándole un toque más jazzistico y ambiental, sin perder ese tono más enérgico (y por momentos hasta bailable) que lo que se había experimentado hasta el momento. Eric Padget nos dio igualmente cátedra de su talento, cerrando con broche de oro una noche inolvidable. 

En términos generales puedo decir que este ha sido uno de los mejores conciertos del año. Los grupos abridores demostraron una vez más que dentro de la música experimental tapatía hay mucha tela de donde cortar; los artistas de renombre demostraron el porque tienen ese lugar que les corresponde. Por otro lado, el lugar fue muy acertado y la respuesta del público, tanto a nivel emotivo como de afluencia fue bastante bueno. 

Por estos días, se ha anunciado que Lori Goldston hará una presentación extra en Guadalajara acompañando ni más ni menos que a Stephen O’Malley. Imperdible.

*Fotografías por Miriam del Pilar Rocha Soto.