Melómanos y Coleccionistas (VII)

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Entrevista a David Cortés Arce

En esta ocasión nuestro melómano es una institución dentro del ámbito del periodismo musical. Es egresado de la ENEP Aragón en la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva, y Maestro en Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha colaborado en La Jornada Semanal, los periódicos El Nacional, La Crónica de Hoy y Milenio Diario, así como en diferentes revistas especializadas, entre las que podemos mencionar Switch, La Mosca, Rock & Pop y Etcétera.

Cuenta con un par de publicaciones: «Los pasos de la vanguardia» y «El otro rock mexicano, experiencias progresivas, sicodélicas, de fusión y experimentales», así como coordinador de los libros Fue coordinador de los libros “100 discos esenciales del rock mexicano” y “El rock también se escribe”. Sin más, dejemos que él mismo nos cuente todo acerca de su colección privada y cómo vive la música. De antemano muchísimas gracias por su tiempo y disposición.

¿Quién es David Cortés Arce y cuál es su relación con la música, aparte del coleccionismo? 

David Cortés Arce es un profesor universitario que imparte clases en la Universidad Pedagógica Nacional desde hace veinte años aproximadamente, pero su carrera como periodista data desde hace más de treinta. En ese lapso ha colaborado en diversas publicaciones tanto especializadas como no especializadas, desde periódicos hasta revistas de rock. Actualmente escribo en Acordes y Desacordes de la revista Nexos en línea, para la bitácora del auditorio Nacional que ahora mismo por la cuarentena se encuentra en stand by, y también publico en la revista digital Zona Sucia, ademas de tener un programa de radio llamado El Otro Rock Mexicano que se transmite en www.planeta9radio.com.

 

¿Cómo te iniciaste en el coleccionismo? 

A raíz de comprar discos, después de algunos años se puede decir que me hice un coleccionista consciente, aunque como todo coleccionista tengo mis peculiaridades de lo que reúno o agrupo. A veces esas colecciones de repente se tienen que desintegrar porque hay algún apremio que tienes que resolver con los bienes, y como dice el dicho, “Los bienes son para desaparecer los males” o algo así. De esa manera empecé, reuniendo y reuniendo, guardando las cosas que compraba. 

 

¿Cuál fue el primer álbum que obtuviste por tu cuenta? 

Ese primer disco fue uno de Alice Cooper que se llama Welcome To My Nigthmare “Bienvenido a mi pesadilla”, ese fue el primero que compré con mi dinero, después de juntar mis domingos. 

 

¿A cuántos álbumes asciende tu colección?

No sé con precisión, justo con este asunto de la cuarentena, ando reorganizando y contando. Yo calculo que entre cassettes, vinilos y cds debo de andar por las 10, 12,000 piezas. No cuento las descargas ni lo que tengo de manera digital. Los álbumes piratas que he comprado en el chopo u otras copias que me han hecho, estoy hablando solamente de piezas originales.

¿Qué tendencia musical hay en tu colección? 

Bueno, lo que predomina es el rock progresivo y sus derivados, psicodelia, música experimental, jazz, free jazz, un poco de noise, básicamente todo eso. Dividiría mi colección en dos partes, la nacional y la internacional, aunque en ambas procuro que esté reflejado esto del progresivo y sus derivados. 

 

¿Cuánto es lo más que has pagado o pagarías por un álbum?

Interesante pregunta. Muchas veces lo que más has pagado no es en el momento actual si no como haya estado la paridad de la moneda en ese instante. Yo creo que lo más que he llegado a pagar por un disco, un solo álbum en vinilo han sido mil pesos. Tampoco tengo demasiado como para excederme de ese presupuesto. Tendría que ser una pieza que yo ansío mucho.  

 

¿Cuál es el disco más entrañable que tienes? 

Esa es difícil. Yo pienso que no hay coleccionista quien pueda decir que hay un solo disco que sea el más entrañable de su vida; para mi más bien hay grupos que son entrañables, que le han dado forma a mi vida y que tal vez si motivaron al coleccionismo. Esos los puedo resumir en los alemanes de Can, Faust, Los ingleses Henry Cow, The Yardbirds y los franceses de Magma. Todos esos me impactaron desde un principio y para mí todos sus discos son entrañables.

Si de pronto perdiera uno de esos discos, sería del tipo de cosas que si me pondría a buscar de inmediato. Son grupos de los que sí estoy dispuesto a conseguir los bootlegs que hayan editado, si reeditan algo con un corte extra, lo vuelvo a comprar, si aparece alguna edición nueva aunque sea con un corte de 40 segundos, soy capaz de comprarlo. Entonces para mi más bien serian esos grupos los entrañables. Un disco no. Que pregunta más difícil, caramba.

¿Cuál es la mayor rareza? 

Yo creo que es un disco de un grupo mexicano que se llama Cacofonía. En realidad es un EP que tiene un tamaño que está a medio camino entre el LP y un EP verdadero. Además de que es muy raro, lo que lo vuelve prácticamente espantoso es la portada, pues en ella aparecen unos habitantes de África, no sé de qué parte, pero que tienen esta enfermedad donde los testículos se les hinchan al grado de volverlos unos seres deformes. Ese es la principal rareza que yo tengo. Y curioso, creo que las principales rarezas que tengo son de rock mexicano. 

 

¿Qué disco es todavía objeto de deseo? 

En realidad no tengo uno en la lista de cosas que quiera. Claro, siempre que me entero de alguna edición que se haga en el extranjero, de algún disco de rock progresivo, siempre lo querré de inmediato. Lo que sí, es que tengo una cierta obsesión por los box sets. Me emocionan esas producciones que traen 12, 15, 18, 20 álbumes, esos son los que siempre son objeto de repente de mi deseo. Un vinilo en particular, no.

 

¿Tienes álbumes dentro de tu colección que no te gusten o los tengas por otros motivos? 

Sí, aunque en realidad son muy pocos, tal vez un par por ahí. Son como herencias, resultados de algo que se pegó en alguna mudanza. Es la única razón por la que están ahí. De ahí en fuera, todos tienen su razón de ser, o de estar más bien. 

 

¿El último que adquiriste?

Fue un box set pequeño, de cuatro discos de una agrupación francesa llamada ZNR, no recuerdo bien el nombre de la misma. pero de hecho yo seguido tengo cosas. En esta cuarentena he comprado varios que aún no he podido recoger por obvias razones pero en cuanto se levante todo esto van a ser uno de los tesoros más preciados de este año, de los más buscados.