Las contradicciones de The Americojones Experience

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Este año, con todo y las profundas dificultades que ha tenido la humanidad, si hay algo que puede ser rescatable, ha sido la música. Las propuestas que han sido lanzadas este año han sido estupendas, y México no se ha quedado atrás.

Entre estas propuestas, una de las que más ha llamado la atención en las últimas semanas, ha sido el lanzamiento del disco Contradicciones de The Americojones Experience, el cual es un disco que transpira vitalidad y que es puro y absoluto rocanrol, un disco donde el espíritu del mismo aflora con naturalidad y elegancia a través de sonidos rasposos que enmarcan historias de anhelos, lealtad, confusión y orgullo.
Los riffs y distorsiones a la vieja usanza logran que irónicamente el álbum  -valga la referencia- huela a espíritu adolescente, a rebeldía.

Si con su primer álbum, Americo -el líder de la banda- nos había obsequiado un disco de llamar la atención, con Contradicciones -conformados ya como una banda- nos regalan un puñado de las mejores composiciones que hemos escuchado este año, y por ende, uno de los mejores discos que se han lanzado en este 2020 tan atropellado. Es por esta razón que buscamos a Americo Jones, el líder de la banda, para que nos platicara un poco más acerca de la banda y de su flamante lanzamiento. Agradecemos su tiempo y su disposición.

 

Antes de entrar de lleno a tu música, me gustaría aclarar algo. Al inicio eras sólo Americo Jones y ahora eres Americo Jones Experience, que más bien ahora es una banda, pero al mismo tiempo es el nombre de tu primer disco, ¿Puedes explicarnos un poco esto?

Americo Jones de hecho es Americojones, ese es mi nombre artístico desde hace un rato ya. Yo hice ese primer disco Americojones Experience en mi cuarto, y con ese empecé a tocar en vivo con mis amigos, Raúl Ponce en la batería y Sebastián Rojas en la guitarra y ahí es donde se conformó la banda después. 

 ¿Cómo ha sido la transición de hacer todo por tu cuenta, a la dinámica de una banda?

El primer disco lo intenté llevar un poco en vivo con banda, pero al poco tiempo cambiamos todas las rolas, el primero fue como un álbum solista, un preludio y ya como The Americojones Experience trabajamos como banda; yo escribo y compongo las canciones pero a la hora de montarlas y jamearlas, es donde en verdad se les da forma, pues todos comentamos al respecto. 

Por cierto, sé que Sei Still, Diles Que No Me Maten y ustedes son muy cercanos e incluso ensayaban juntos. ¿Cómo es la retroalimentación y dinámica entre un grupo de amigos los cuales tienen distintos proyectos musicales?

Las tres bandas compartimos integrantes. Raúl Ponce es el baterista de mi banda y de Diles Que No Me maten y Sebastián Rojas toca en Sei Still y en mi banda también. Lupone por ejemplo, toca en Diles y en Sei Still, entonces todos tenemos ahí algo que ver pero bajo estilos muy distintos; yo me mudé al Barrio Chino en el centro de CDMX junto a Sebastián y ahí pusimos un estudio donde ensayábamos las tres bandas. Por dos años fue una convivencia muy chida y justo nos ayudó a crecer creativamente y a creérnosla entre todos y saber que sí podíamos hacer música muy chingona. Cada uno de ellos me impulsaba a mí a crear y a seguir tocando. Tal cual somos bandas hermanas, nos llevamos conociendo muchos desde primaria, secundaria, entonces es una relación muy intensa y loca; ya en La Experiencia Sebastián, Raúl y yo llevamos tocando un rato y ahora mi hermano Máximo que es el bajista; todos nos entendemos muy bien por haber convivido tanto tiempo, tenemos gustos muy similares y estamos de acuerdo en muchas opiniones; en otras no y eso también nos nutre como banda.

Regresando a tus discos, hay un cierto cambio en la dirección del sonido, de sonar un tanto funk a algo más dirigido hacia el punk y el garage ¿Esto fue premeditado o es también resultado de la dinámica natural de grupo?

Cuando grabé ese primer disco estaba un poco peleado con el rock. Aunque es un género al que le tengo muchísimo cariño…el punk rock, el rock and roll viejito, también hay mucho rocanrol de todo tipo que me llega a cagar y creo que es muy fácil hoy en día llegar a tocar algo que suene muy genérico, así que en el primer disco estaba intentando hacer algo más hip-hopero, medio funky, pero ya con la banda se nos hizo que no estábamos dando el máximo, y como a todos nos gusta muchísimo el rock, entonces eventualmente fue lo que salió más natural. Sí está premeditado y pensado que iba a ser un disco de rocanrol, pero no nos intentamos encasillar en ningún género muy específico, llámese progresivo, psicodélico ni nada por el estilo, sólo fue hacer el tipo de rock que nos nace de forma más pura y que suene coherente con nuestro estilo.

¿Cómo fue trabajar con Dr. Bona Bonson en la producción?

Pues fue algo muy chido y que también nos hizo crecer mucho como banda, tenernos más confianza. No fue el grabar en el estudio más lujoso ni con el mejor equipo ni nada por el estilo. Fue todo lo contrario: algo muy real. Bona Bonson sabía perfecto como capturar nuestro sonido y que era lo que queríamos, entonces él también nos dio la manera de grabar que fue sin metrónomo y todos juntos. Bona si intervino mucho en con una forma también de estilo y de sonido muy importante y pues nada, fue una gran aventura. Algo muy punk grabar ahí la verdad.

De hecho se mantuvo ese sonido del grupo de lo que escuchas en vivo a lo que quedó plasmado en el disco: muy directo, muy crudo.

Claro, y era justo algo que nos interesaba muchísimo a todos, que era mantenerlo crudo y no dejar que la metieran mucha mano: reverbs, plugins y cosas así; queríamos que fuera rudo, crudo; casi no hay muchos pedales; es mucho de amplificación y pre amplificación y unos micrófonos piteros, pero eso es lo que le da ese sonido rocanrolero que nos gusta.

¿Qué tal ha sido la experiencia de producir y dirigir tus propios videos musicales?

Pues ha estado muy chido y me ha gustado la verdad. Es un aliviane también poder seguir interviniendo con la cámara y la fotografía, pero más en función de mi propio proyecto y no de otro tipo. No son las tareas de la escuela de cine, ahora ya es algo que a lo que le meto toda mi pasión y cerebro; me gusta la estética y lo que logramos que es muy simple, con poco dinero pero que se logra transmitir una idea, un sentimiento y un estilo, lo cual es lo más importante para mí.

¿Hay algún plan de lanzar el disco de forma física?

Pues está toda la intención y el deseo, pero la verdad ahorita no hay nada concreto y tendríamos que ver que procede, si alguien se lanza a sacar un vinilo porque la verdad es que se me hace que si yo me pusiera a pagarlo, producirlo y moverlo sería una pérdida de dinero, pero eventualmente tendría que salir ese vinilo, es lo que queremos.

Sé que es difícil saber cómo se reacomodará en el corto plazo el mundo de la música con esto de la pandemia. ¿Pero tú cómo la has sobrellevado? ¿estás componiendo, escribiendo más música ahora mismo?

Pues sí. La verdad es que sí nos ha venido a cambiar un poco la rutina y todos los planes que teníamos, pero nosotros seguimos tocando, ensayando y creando, lo que más me gusta a mí que es componer y pues sí, sí extrañamos muchísimo tocar en vivo pero no se puede hacer mucho más que crear contenido para estar más listos cuando esto acabe. Básicamente he estado trabajando en el arte y en la promoción, planeando videos, rolas… A ver qué nuevos horizontes hay para La Experiencia.