The National First Band – Magnetic South 

Publicado por

The First National Band, nace como un proyecto en solitario de Michael Nesmith, tras abandonar al concepto prefabricado más legendario de todos los tiempos: The Monkees, banda formada en 1967, como parte de un show televisivo, para lo cual se realizaron castings, sin importar el talento de los elegidos (solo basta recordar que el genio Stephen Stills, fue rechazado), ya que los cerebros musicales detrás del concepto serían Neil Sedaka, Carol King y Neil Diamond (bajita la mano).

Claro está, a pesar de esa superficialidad a la hora de elegir a los integrantes, había dos que si sabían tocar y podía componer música, y ellos eran Peter Took, y Michael Nesmith, siendo este último, quien desde los inicios del proyecto, se comenzó a involucrar en la parte musical, logrando poco a poco tener más presencia con sus composiciones. Los otros miembros de plano no sabían ni tocar una puerta, aunque fueron aprendiendo y se convirtieron también, en honorables músicos de verdad.

Pero como todo encanto pop prefabricado, el proyecto tenía fecha de caducidad, y al llegar a su fin la serie televisiva, la banda también sufre el mismo camino, aunque a esas alturas, Michael andaba en otro plano, debido a su creciente obsesión por el country, esto a finales de la década de los 60’s. Aunque no era el único que caía seducido por la música tradicional norteamericana, ya que The Byrds y Country Joe Mcdonald, líder de County Joe and the Fish, habían abandonado los rumbos marcados por el delirante Summer of Love y sus secuelas, para embarcarse hacía la música de las praderas.

The Byrds integran a la alineación a Gram Parsons, un sureño que sería el detonador para la aparición del histórico Sweetheart of the Rodeo, un álbum menospreciado en su época, que se convirtió en uno de los mejores álbumes de todos los tiempos. Por su parte, Joe Mcdonald, ex líder de una de las bandas pilares de la psicodelia ácida, Country Joe and the Fish, presentaba Tonight I’m Singing Just For You, un álbum de versiones a clasicos de la música americana, y Thinking of Woody Guthrie, un tributo country al rey del folk, Woody Guthrie. 

En el caso de The Byrds, los conflictos entre Gram Parsons y Roger McGuinn, fundador de la banda, iban en crecimiento, debido a que Parson tomó el liderato de la banda a los pocos días de integrarse, y esto no era del agrado de Roger, así que antes de terminar el Sweetheart of the Rodeo, Parsons sale de la agrupación, y McGuinn retrabaja las voces. Esto a la vez ocasiona que Parsons siguiera su camino con su proyecto The Flying Burrito Brothers, otra desviación del rock hacía el country. Con estos antecedentes, el camino estaba abierto para Michael. 

NBC Television. The photo was also used to answer fan mail during the height of their popularity. The card had no copyright marks either., Public domain, via Wikimedia Commons

Para esta nueva odisea, Nesmith recluta a John London (bajo), quien había sido músico de sesión con The Monkees, y también había aparecido en algunos episodios del show televisivo. 

Además de John, también reclutaría a Red Rhodes (pedal steel guitar), otrora músico de sesión de la misma banda, y al baterista John Ware. Con la banda formada, el productor Felton Jarvis (Skeeter Davis, Willie Nelson, Carl Perskin, etc.) sería un punto clave para la firma con el sello RCA, de manera que Michael, real productor del álbum, decide darle crédito en la producción, esto como un gesto de agradecimiento.

Del tracklist final, cinco fueron de la época de The Monkees (las primeras cuatro, y ‘Hollywood’), y solo tres no compuestas por Nesmith (‘First National Rag’ de Red Rhodes, ‘One Rose’ de Lany McIntyre, y ‘Beyond the Blue Horizon’ de Richard A. Whiting, Leo Robin, y W. Frank Harling). 

El country plagado del sonido de la pedal steel guitar, y la magnifica labor vocal de Michael, hacen de ‘Calico Girlfriend’, un excelente inicio. ‘Nine Time Blue’ tiene un toque medio country folk. 

Excelente track con aroma a carreteras que dura muy poco, y que a la vez va pegado al track siguiente,’ Little Red Rider’ que tiene un toque musical a The Band, aderezado con la steel guitar. 

‘The Crippled Lion’, musicalmente remite un poco a Merle Haggard, algo que no es muy extraño, si consideramos que Haggard siempre tuvo un sonido cercano al country rock. Excelente momento. ‘Joanne’ es un corte más tranquilo, pero que no pierde esa esencia campirana. 

El trabajo vocal de Michael Smith nos deja escuchar diferentes matices. 

La instrumental ‘First National Rag’ es una polka country que dura un suspiro. Para quienes han visto el episodio de Bob Esponja, en donde el personaje de «Arenita», canta la canción ‘Texas’, inmediatamente el siguiente track les va a remitir a esa escena, ya que es precisamente ‘Mama Nantucker’, de dónde partieron para la canción aparecida en la serie animada. 

‘Keys to the Car’, inicia únicamente con las guitarras acústicas, para después incorporar la pedal steel guitar, que es ejecutada muy al estilo honky tonky. La línea de bajo es excelente, y por momentos puede remitir al bajeo de las cumbias.  ‘Hollywood’ emerge poco a poco, con solo un ligero golpe de platillos y bajo, para tomar un sendero muy country rock, con algunos arreglos  psicodélicos, y un excelente final. Gran momento. 

La estupenda ‘One Rose’, es un corte country con un estilo a la ‘Blue Canadian Rockies’ de Jim Reeves. Este corte sería Lado B del sencillo ‘Joanne’. El álbum llega a su fin con ‘Beyond the Blue Horizon’, un corte con piano incluido, y una steel guitar que suena entre sonidos de gallinas, y una especie de motor de tractor; todo esto le da un toque muy de granja. La voz de Michael entra prácticamente a mitad de la canción, con una letra que muy ad hoc al espíritu del track. Joyita digna de cerrar este álbum. 

Así llega a su fin una obra que debería ser redimensionada en su justo valor histórico y artístico, al ser una de las trabajos que marcaron un nuevo camino tras la caída de la delirante era psicodélica. Un álbum que es además, un testimonio contundente de que a diferencia de lo que algunos piensan, en The Monkees había mucho talento, y Michael fue una muestra. Un visionario musical que además de todo, también era capaz de tomar las riendas de producción.