Stoner rock a plenitud
Llegó la esperada noche del jueves en que nos encontraríamos cara a cara con una de las bandas más en forma del stoner rock. Al llegar al lugar, la entrada era todavía bastante regular y el primer grupo abridor Dog Union ya estaba arriba del escenario repartiendo metralla con su rock de tintes metálicos clásicos. Cumpliendo su labor de ir prendiendo motores, dejaron su lugar a la segunda banda invitada, Chivo Negro, quienes se están volviendo habituales del circuito pesado; no cabe duda que con los tapatíos su sludge/doom cada vez suena mejor; bien por ellos que donde se paran demuestran su calidad. La banda terminaría su presentación, y aunque la entrada todavía no era la mejor, se veía que iba llegando poco a poco más gente. Mientras pasaba el rato, me di una vuelta por el área de merchandising para ver que tenían de Red Fang; lástima que no se encontraba el LP de Whales And Leeches (mi favorito del grupo) porque pude haber sacrificado las cervezas y hasta el Uber.
Poco antes de las diez de la noche y ya con una buena entrada esperando ansiosa al grupo estelar, Red Fang haría su aparición sobre el escenario y sin mucho preámbulo, lanzaron la potentísima “Blood Like Cream” para dar fe de su poderío, seguido de una espesísima “Malverde”, para inmediatamente mover al slam con la incombustible “Crows In Swine”. Nada mal para arrancar un concierto que nunca bajó el listón de donde se puso desde un inicio. Red Fang son una máquina demoledora y rotunda en el escenario. La potencia que se escucha en sus discos se maximiza en directo y la carismática presencia de los músicos engancha, en especial las del bajista y vocalista Aaron Beam (¿Soy yo el único que piensa que es igualito a Seth Rogen hasta en ciertos gestos?) y Maurice Bryan Giles, quien hace de su agresiva voz y sus riffs una de las características más emblemáticas en la música de Red Fang.
Uno de los puntos más altos del concierto fue cuando tocaron la épica “Wires”, en donde David Sullivan demostró su solvencia en la guitarra y el público se entregó totalmente en la segunda mitad de la canción. El slam regresaría con las siguientes canciones (aunque nunca terminó de afianzarse totalmente salvo en ciertos sectores) y la pesadez rítmica de Red Fang nos llevaba de la rapidez y aires punk de canciones como “Sharks” a algo tan pegajoso como “Cut It Short” hasta la densidad de “The Smell Of The Sound”, sin faltar sobre el final una canción como “Prehistoric Dog”.
Aunque me faltaron algunas canciones de Whales And Leeches, el concierto cumplió con lo que prometía de antemano: stoner rock a tope.
*Fotografías por ACK Promote & Leslie del Moral Photography