En el momento en que el grupo lanzó su segundo álbum, Sunbather, los ojos del mundo voltearon a ver hacía su combinación de metal y post rock, que aunque ya se venía desarrollando esa evolución anteriormente en el submundo del metal, sirvió cuando menos para ponerlos a la luz pública y permitirle al grupo por sobre algunos otros, colocarse en festivales de música alternativa o que poco tenía que ver de entrada con su propuesta (me tocó verlos por ejemplo en el Corona Capital del 2014 bastante temprano). Esto hizo que cada movimiento que realizara el grupo estuviese bajo la lupa, pero he ahí que el supieron mantener las expectativas con un incontestable New Bermuda, y al cabo de tres años, en este 2018, nos ofrecen una nueva entrega que mantiene el estándar de calidad: Ordinary Corrupt Human Love.
Este nuevo lanzamiento mantiene la esencia del grupo, pero sin renunciar a la experimentación y creatividad que siempre ha sido su bandera.
Desde la inicial “You Without End” nos encontramos con el grupo trabajando nuevos matices, con una balada comanda por un hermoso piano y una voz femenina a la manera de spoken world que poco a poco nos va llevando por terrenos más épicos, redondeando un tema de una fuerte carga emotiva.
“Honeycomb” nos trae de vuelta la cara más reconocible de la agrupación: esa excelsa e intrincada combinación de Black Metal y Post Rock que lejos de encasillarse, sigue dando de que hablar gracias a los matices e inventiva instrumental de la que son capaces los integrantes, yendo y viniendo por distintos recovecos sonoros.
“Canary Yellow” (posiblemente mi tema favorito) arranca con una melodía llena de luz y emotividad, la cual no tarda en cargarse hacia el lado contrario, en el cual todo se derrumba completamente; claroscuro que parece complementarse sobre el tercio final de la canción con una transparente guitarra que embona perfectamente con la intensidad propia del tema y que da un cierre espectacular con un coro memorable.
“Near” por otro lado, contrasta con la intensidad del tema anterior, dando un respiro al álbum por medio de un track totalmente instrumental y contemplativo. Sin dejar de lado ese ambiente, “Glint” nos envuelve en sus limpias tonalidades para sorpresivamente dejarnos caer una loza blacker: desgarradora y depresiva, llena de blast-beats y guitarras deslizantes y opresivas que, sin embargo, no termina siendo el punto predominante, pues nos vuelven a llevar hacia otros registros.
“Nigth People” la cual nuevamente representa un respiro a la intensidad instrumental del tema anterior, tiene como novedad la inclusión de la voz de Chelsea Wolfe que complementa un tema por demás gélido y neblinoso.
El disco cierra con “Worthless Animal” otro tema en términos generales lento y en el cual confluyen varias de los extremos que ha tocado Deafheaven, sobre todo en esta obra, así sea de una manera más contenida pero igualmente efectiva.
Ordinary Corrupt Human Love representa una reinvención dentro del reconocible estilo de Deafheaven, con una línea melódica distinta (enmarcada sobre todo por el trabajo del guitarrista Kerry McCoy), si se quiere ver más accesible pero no por ello menos arriesgado, pues el enfoque experimental del grupo sigue latiendo como en sus inicios.