Deerhunter regresa tres años después del muy buen Fading Frontier, para seguir engrosando una discografía que a estas alturas se podría considerar impoluta, y es que si algo da a notar a la agrupación, es que aún manteniendo una línea se da tiempo de explorar y darle un sentido e identidad a cada una de sus obras, cuestión de la cual no está exento su octavo disco, el maravilloso Why Hasn´t Everything Already Disappeared?.
Este álbum es el soundtrack de un mundo en ruinas. A pesar del pesimismo que puede permear en la obra dada las letras, hay una luz intrínseca en ella, en parte por el sonido tan prístino y su instrumentación tan depurada, donde lo mismo pueden hacer uso de alguna marimba, clavicordios, sintetizadores e instrumentos de vientos entre otros tantos recursos, logrando una sensación acogedora y melódica. En el disco nos encontramos melodías tan buenas como la inicial “Death In Mindsummer”, “No One Sleepling” o “Futurism”, temas con todo el sello de la casa como “Element”, bellezas del calibre de “What Happens To People?” hasta exuberancias como “Greenpoint Gothic”, “Tarnung” o “Détournement” (aunque esta me parece al final un poco más prescindible) sin dejar de lado un tema como “Nocturne” que parece condensar todo lo que la obra nos ofrece en su poco más de media hora.
Deerhunter continuan con su exploración sonora, en esta ocasión realizando un pop al mismo tiempo accesible y sofisticado. Es temprano para decirlo, pero posiblemente nos encontremos con el primer gran álbum del año, y es que viniendo de Deerhunter, esto es posible.