El pasado jueves Warpaint, la banda californiana, se hizo presente por primera vez en tierras tapatías montando la ola de su nuevo disco, Radiate Like This.
Al punto de las 9:00 p.m. salió al escenario Ella Contra el Tigre, entregando cerca de 45 minutos de su stoner dream pop, cumpliendo con la labor de preparar a la audiencia para el acto principal.
Repasando temas de sus cuatro placas a través de diecisiete canciones la actuación de Warpaint fue abierta con “Stars” y “Champion” provocando una reacción inmediata y constante de un público conectado y listo después de dos años y medio de abstinencia de eventos en una ya de por si delgada escena local.
La banda hizo gala de exactamente los ingredientes que las han llevado a ser, junto a The Growlers y la difunta Girls, un estandarte del revival del groove rock de la costa oeste. Construida sobre un real concepto de sinergia y un meticuloso estudio de referencias (Can, Fletwood Mac, Roxy Music) la base rítmica de Sella y Jenny Lee funciona como la máquina y rieles sobre los que Theresa y Emily conducen una locomotora de ritmos y tonalidades en donde las particularidades y caprichos de cada una suman un poco más que el total.
El concierto fue en un constante crescendo hasta la llegada de “New Song” y “Disco//Very”, un par de temas capaces de crujir los huesos y tomar como rehenes hasta a los más reticentes al ritmo y el vibe de la noche. Y esto es precisamente lo que diferencia a Warpaint de otros actos similares, el vibe es sostenido por un genuino y natural concepto de descaro. Lo que en otras bandas parece una practicada y falsa idiosincrasia, en ellas simplemente es.
¡Hey!, una canción de Fugazi. Que increíblemente buena banda era Fugazi.
El encore de cuatro canciones “I’m so Tired”, “Elephants”, “Beetles” y como cierre “Send Nudes”, el buque insignia del último disco. Las promesas de un pronto retorno, ovaciones y un comunitario sentimiento de satisfacción pusieron la guinda a una buena noche construida por Nueva Ola.
P.D. Espero que el muchacho del celular con foto de Jim Morrison (por supuesto) que grabó un minuto de cada canción, pero ninguna completa, haya logrado crear un Frankenstein de videos que lo haga sentirse orgulloso.
Fotografías cortesía de Sebastián Mejorada