Publicado por Hace 20 años, poco antes del arribo de Hot Chip y LCD Soundsystem, The Rapture sacudió las pistas de baile con su sencillo «House Of Jealous Lovers», mediante una instrumentación menos pulida que la de la banda de su productor James Murphy, pero con un sonido más natural.
The Rapture aprovechó, de manera un tanto involuntaria e ingenua, el resurgimiento del garage, en particular el estilo dance-punk, no obstante, su sonido llegaba a ser más oscuro y menos accesible que el de sus contemporáneos, lo cual no evitaba que, al escucharlos, cada diminuta partícula del cuerpo se dispusiera a danzar.
Después de algunos meses de espera, y acumulando expectativa por el lanzamiento del sencillo «House Of Jealous Lovers», se concretó el lanzamiento del álbum Echoes. No fue sorpresa para nadie que el disco estallara como lo hizo; una oscura, frenética, catártica y extraña mezcla de post punk, funk y dance punk desbordaba energía y diversión palpable.
Echoes abre con el tema «Olio»; dance en su más pura esencia. La voz de Luke Jenner no suena melódica, pero algo en la desesperación que exhala nos urge a movernos.
Concluye la primera canción y arriba uno de mis temas favoritos de su breve discografía (apenas 3 álbumes).
“1 2 3 4 5 6 7, I’m floating in a constant heaven”
Dos golpes a la tarola y un riff de guitarra con un rasgueo descomunal, acompañados de un brutal ritmo de bajo. La canción se titula «Heaven» y concluye con un sugestivo cambio rítmico, compuesto por un redoble de batería, platillazos demenciales y los acordes Fa y Do interpretados de manera constante en la guitarra.
La transición al siguiente tema es desconcertante, «Open Up Your Heart» se aleja drásticamente de los ritmos bailables de sus antecesoras. Es una pista contemplativa, de letra optimista, guiada por un tranquilo piano con reverberación. Resulta un tanto arriesgada la ubicación de esta canción, se reducen las revoluciones de golpe al ritmo de un bello saxofón interpretando 6 notas a manera de vals.
Prosiguen dos de las canciones más intensas del álbum, «I Need Your Love» con su ritmo dance abrigado por sintetizadores y el acento del Hi-Hat, continúa el tema que los catapultó a la fama unos meses atrás, «House Of Jealous Lovers», la célebre canción del perpetuo cencerro y una de las mejores líneas de bajo del dance punk. Esta pista imprime la estampa propia del álbum, interpretada con acordes fragmentados, tremendamente percusiva.
Sigue el tema «Echoes», con un sonido similar a The Strokes, menos dance y más punk, el ritmo del bajo es, por decir lo menos, exquisito. La canción liga a dos de los temas más vibrantes del álbum: «Killing» y «Sister Saviour».
Echoes concluye con dos temas terriblemente infravalorados. Love Is All, que evoca a la formidable banda Big Star y la adictiva y sombría «Infatuation».
Si bien, el sonido de The Rapture en este álbum exhibe una evidente influencia de bandas como Gang of Four, Echoes posee una emocionante sensación muy particular, propia de la sociedad formada por Jenner, Roccoforte, Andruzzi y Safer, quienes, por un instante en aquel lejano 2003, consiguieron que, supieras o no bailar, tu espíritu gritara y se agitara sin parar, aun cuando el cuerpo se reconociera exhausto.