*Fotografías por cortesía de Adriana y Areli Armenta.
Este pasado sábado 30 de junio tuvimos el placer de presenciar uno de los festivales locales alternativos con mayor calidad en Guadalajara. Y es que festivales hay muchos de unos años para acá, pero con música joven, de músicos jovenes y con propuestas frescas es algo de lo que la mayoría de los festivales adolecen.
Sunnyside Fest fue un respiro al emergente postpunk que antes era outsider y ahora cada día cae en el lado mainstream. Tres bandas jalisciences y una de Aguascalientes, fueron los encargados de abarrotar la locación cada día mas concurrida: Cuerda Cultura.
La primer banda comienza súper tarde. El compa de la organización les dice que su tiempo corre justo en la entrada del congal. Me fumo un cigarro mientas veo la cara arrugada del pobre guitarro que recibe la noticia, que por supuesto es un cierto regañado reproche. Es Pepe & Mono.
Su sonido es meloso, setentero como su look. Organito y teclado lidereando. Tres voces que recuerdan a Temples. Letras mayormente en inglés pero su tercer rola la dan en español. Tienen qué afinar en cada canción porque no tuvieron tiempo del soundcheck.
Gritos enloquecidos como si fueran los beatles. Cierran con esa rola que aloca a las muchachitas. «Mrs Blueberry» es la última canción. Indudable sonido beatlesco, pero con sabor más psicodélico y armonioso.
El público en su mayoría es chaviza, pero uno que otro cuarentón lo cuál sospecho es más bien producto de la paternidad. Muy buena si es que ellos son los padres de tan buenas bandas (inserte aquí el meme de fé en la humanidad restaurada).
Hungrybedd es la siguiente banda. Tienen luces e iluminación mas sofisticados. Su sonido es melódico y alegre pero sin llegar al embeleso. Casi todas sus rolas en inglés pero su nueva rola es en español. Mas Slowdive que las demás. Dos guitarras, bajo y teclado. Bataca no puede faltar.
Música mas instrumental que de voces. Bajo que lidera y compromete al teclado su seguimiento. Tienen comienzos tipo emo pero de pronto la percusión es más bien de Soda stereo. «Ecco» es su último canción. Genial, la noche apenas está arrancando.
Playeras negras con «pantalones para tiendas» (meme del pato lucas con esas bombachadas de pantalones). Cabellos a colores y mallas negras rotas envuelven el panorama.
KIDS ARE FINE se lleva la noche. Su sonido es cálida psicodelia pero con una heavy wave que nadie puede negar. Son distorsiones fuertes con un teclado acompañante y una batería estruendosa.
Su iluminación son videos con su nombre en el fondo. Mi amigo con el que asisto me explica que son dibujos animados de la vieja madre Rusia. Yo puedo reconocer entonces partes de la grandiosa película francesa Planeta Salvaje.
Su sonido está también relacionado con cierta corriente Temples, con un teclado al frente. Sus suaves frases y sus distorsionadas guitarras nos absorben en una atmósferas de miles de colores.
Letras que nos hermanan con la poesía de la cotidianeidad. Buena elección cantar en español y en inglés. Le da su propio sello democratizador a su música. Sus rolas se citan unas con otras. Se arropan ciertas narrativas míticas pero a la vez con este acento místico inmanente.
El vocal tiene los lentes profundos pero la voz contundente. Buenos agudos cuando son necesarios. Teclado con un sonido de organito para el final. Batería genial y propositiva. Guitarra con frases con desgano que después se ajustan al teclado y las voces. Tomando un cariz de hipnótica presencia. La gente se excita y los aplausos apabullantes son la punta del iceberg del prometedor futuro que tiene esta banda.
Rola nueva para casi acabar. Temazo. Otra vez organito con bataca intensa para perturbar. Suena «Te lo pido por favor», su más reciente producción. Pegadora. La letra, a diferencia de las demás, toca las fibras del desamor y la añoranza. El organito nos enlaza con la nostalgia de las pérdidas innecesarias.
Cierre sentimentaloso. El auditorio completo se mece bajo cierto sentimiento de adolorido placer.
Cierra el evento esta movidísima banda de Aguascalientes, como un estilo jazzeado, pero al mismo tienen dos tres rap y estilo Ska Inspector. Se llaman Exploración. Traen un fiestón en el escenario. Son como 7 musicos montando un relajo sonoro cumbianchero rockerón.
De pronto hacen una mezcla de Atínale al precio y Marco Antonio Regil, subiendo a gente del público a contestar preguntas random. La gente ríe, y baila.
La mayoría de su música parece amplia improvisación. Pero en realidad está exquisitamente planeado. Los compas le dan al público ahora ciertas instrucciones tipo Mesa Que Más Aplauda y la gente baila encarecidamente. Esta fiesta de quince años del futuro no me la veía venir, pienso mientras constato el jolgorio risueño del participante público.
«Corrido del 21». Última rola de los de Aguascalientes, según informa uno de los músicos. Pero después por insta me comentan más detalles de su última producción.
Transcribo:
«La Cumbia del Compadreus será el próximo lanzamiento de la banda hidrocálida «Exploración», una cumbia única en su estilo que combina elementos de jazz y música psicodélica, ofreciendo una experiencia sonora inigualable.
«La Cumbia del Compadreus» aborda la temática del alcohol de una manera absurda y graciosa, evocando el estilo similar al de Mi Banda El Mexicano. Sin embargo, también invita a la reflexión con un toque filosófico que contrasta de manera sorprendente con su tono festivo.
Las letras, cargadas de humor y profundidad, abordan la relación humana con el alcohol, explorando sus excesos y alegrías con un toque de absurdo que no dejará indiferente a nadie. Con un ritmo contagioso y arreglos innovadores, «La Cumbia del Compadreus» promete ofrecer capas de significado que invitan a ser descubiertas en cada escucha.
No se pierdan este emocionante viaje musical que combina lo mejor de varios mundos, creando una pieza verdaderamente única.»
Increíble festival, nos decimos Adriana, la estupenda fotógrafa y yo. Esperamos con ansias el siguiente.