Este año regresa Fontaines DC, la gran banda de Dublín, con Romance, un álbum que sigue enriqueciendo su sonido y llevándolo varios pasos adelante. Si la banda había tenido una gran irrupción con la inmediatez punk de Dogrel, y con sus subsecuentes discos dejaba en claro que iban mucho más allá de ser la nueva sensación post punk para ser una propuesta que los llevaría incluso a alturas mucho mayores artísticamente hablando y en cuanto a popularidad.
En esta ocasión, la banda se apoya en la estupenda producción de James Ford, ex-Simian Mobile Disco, y con la banda ya dentro de las filas del sello XL Recordings. Si bien los singles ya daban una idea del camino que estaban tomando a nivel sonoro, el álbum completo por supuesto que da una mayor magnitud de lo que han creado.
Un sonido oscuro, casi gótico, de tintes industriales, abre la obra con el tema homónimo, contrastando con el sensual canto de Grian Chatten, lo que lo vuelve una pieza tan bella como hipnótica. “Starbuster” por otro lado, con esa vena más post punk, nos azota en la cara un tema intenso y asfixiante -nunca más literal, solo hay que escuchar la forma de cantar de Grian en ciertos lapsos-.
La accesible “Heres The Thing” a golpe de distorsión, rememora algo de los noventas en su espíritu, mientras que “Desire” vira hacia la lentitud y lo atmosférico con esa precisa instrumentación y un Chatten por ratos susurrante, mientras que “In The Modern World” mantiene esa aura, aunque de una manera más directa, con un arreglo de cuerdas cobijando al tema y una linea realmente memorable.
En “Bug” se siente una cierta influencia de The Smiths en su inmediatez y sentido pop, lo que le da un brillo especial. “Motorcycle Boy” se mece entre coros en bucle, una guitarra acústica y una interpretación vocal muy marcada de Chatten, lo que la vuelve un tema mucho más teatral. “Sundowner” nos trae al guitarrista Conor Curley en las voces, situación novedosa dentro de la banda, y que no desentona en lo absoluto, con esa interpretación reposada y emotiva, con una instrumentación que parece ir a la par desvaneciéndose, pero donde de manera audaz palpita ese sentimiento gótico previamente escuchado.
El último bloque va de la mano de una muy hermosa “Horseness Is the Whatness” en donde Grian Chatten se luce con una estupenda interpretación vocal. “Death Kink” nos devuelve a los momentos más guitarreros -una sensaciones que se acercan incluso al grunge– y rítmicos., para finalizar de buena forma con “Favourite”, un tema de un aura pop irresistible, vibrante y llena de brillo.
Fontaines DC ha lanzado su álbum más redondo a la fecha, el más experimental y al mismo tiempo, accesible, lo que los colocará sin duda en otro nivel dentro de su brillante carrera.