No Existo, el proyecto personal de Francisco López, a.k.a. Oby, conocido por ser parte de agrupaciones como The Polar Dream o Fauno (así como su labor al frente de Mexicadelia), acaba de lanzar su segundo álbum dos años después de su primer lanzamiento, producido y mezclado por él mismo, y masterizado por Eric Crespo en Torch Toucher Recording, en Portland, Oregon.
En este segundo disco, el músico tapatío da varios pasos adelante con su propuesta, la cual se siente más orgánica y redonda. El sonido, muy orientado hacia el kraut rock, se hace más notorio por los patrones rítmicos e hipnóticos que el músico emplea. Por otro lado, el álbum logra tener una diversidad y riqueza musical en todo momento, en parte por esas incursiones dentro de otras tendencias, como la psicodelia, el ambient o la música de Medio Oriente, aspectos que se hacen más notorios y que están más encaminados en relación a su primer álbum, y las colaboraciones con las cuales cuenta.
Sin duda, uno de los mayores aportes a la música de No Existo, es la participación de Samah Abdulhamid, la cantante y artista multidisciplinaria siria que forma parte de Arablab, una de las agrupaciones tapatías mas interesantes surgidas en los últimos años, y quien se ha convertido en un elemento importantísimo para el proyecto. La música siria se hace presente con algunas letras y su extraordinaria voz, para darle a la música de No Existo una profundidad mayor y unos matices realmente disfrutables.
Las colaboraciones dentro del álbum son diversas y elevan también el nivel del plato, con músicos reconocidos y socios creativos del proyecto como Eric Padget, quien se luce en distintos momentos con su trompeta, o David Luna haciendo lo propio con su guitarra eléctrica, así como algunos otras puntuales aportes en algunos temas con músicos como Gabriel Seaver, Eumir Derbake o Rabbit. El disco se redondea con un estupendo arte cortesía de Estefanía Chavez.
En el disco nos podemos encontrar por igual un tema de una naturaleza netamente kraut como “El Futuro”, que un tema sensual y apacible como “Mi Cuerpo Se Eleva”, una especie de surf psicodélico con “Misterio”, o una pieza taciturna que invita al confort, como “Punta Perula”, esto sin dejar de lado esos momentos con una fuerte carga de Medio Oriente como “I hate War” (Con letra de Samah, lo cual le da otra dimensión al tema) o “Dulce Abismo”.
No Existo ha tenido un crecimiento notorio en este su segundo lanzamiento, lo cual nos hace pensar que podemos esperar más y mejores cosas de esta gran propuesta tapatía.