Fotos por cortesía de Luis Enrique Sánchez O’Hara.
Este sábado 21 de septiembre tuvimos la oportunidad de escuchar a una joya de banda. Una mirada familiar al pasado del grunge, pero con una aire de fresco shoegaze. DIIV se presentó este pasado sábado en el mejor recinto la ciudad, C3 stage. Templo de la melomanía tapatía.
Aunque estamos acostumbrados a ver una locación a reventar no fue el caso con esta banda, pues por lo que pudimos entender estamos frente a una agrupación netamente underground. Aunque sí contaba con su buena base de fans.
Comienzan a las 8:30 y su sonido abre con «In Amber» de su último disco. Seguido de «Like Before You Were Born», luego «Brown Paper Bag», pero no es sino con «Under The Sun» que el público revienta en gritos y está oficialmente inaugurada su tremenda fiesta. Una canción que pone a todo el mundo a brincar de la emoción.
Es un público joven en su mayoría, que viste amplio y sin mucha indumentaria como en otros ámbitos contemporáneos, postpunk por ejemplo. Suena «Druun», relajante y a modo de Intermezzo. Sólo para recomenzar la acción en «Sometime». Aretes anchos y cabello tipo Targaryen por un lado. Playera a rayas en un diminuto cuerpo que se mece suavemente con el coro.
Es el turno de «Soul-net», una de sus canciones mas profundas ha hecho aparición. Miradas graves entre los asistentes. Los 4 integrantes adoptan este aspecto mas serio y sereno. Un look de pantalones anchos y asterik se muestran con soberanía desinteresada en el escenario.
«Frog in Boiling Water» es su siguiente tema. Temazo con el que podrían sin duda cerrar. Pero esto va apenas a la mitad. «Take your time» se hace presente y de nuevo el aire mas alegre con guitarrazos rítmicos se hacen presentes. Algunos saltos y brincos se hacen presentes al fondo del escenario. Miro atrás y ya no se ve la misma cantidad de gente. Sin duda la locación ha sido invadida por más fans.
«Taker» y «Reflected» se hacen presentes en una atmósfera mas tranquilizante y ralentizando el tiempo. Una pareja se toma de la mano en tranquila cofradía. Es el turno sin embargo de «Somber The Drums». Tremendo temazo, nos saca a bailar en frenéticos segundos, instantes de fría rebeldía. Esta es una de sus mejores canciones y el público lo siente.
«Between Tides» baja de nuevo la intensidad de la jornada. Dulce ir y venir entre la rabia fría y la romántica congoja. Los guitarrazos sin embargo nos hacen mecer las cabezas expectantes de nuestra propia existencia. Sin embargo «Blankenship» nos despierta de pronto a la realidad. Fuerte y rítmica, suaves voces que nos invaden y conquistan. Se arma una mini slam al frente del escenario. Es una de esas canciones con las que bien podrían cerras su show y la ovación generalizada lo comprueba.
Grandes entradas y lentes de pasta se mimetizan con jovenes chicas en overoles de los 90. «Acheron» le sigue con lento paso re inaugurando la jornada. Ha pasado rápido el tiempo pues sus canciones son cortas pero entre ir y venir de emociones el público ya muestra caras de sueño y agitación. Con esta se despiden pero el público pide más y el cuarteto hace presencia de nuevo entrando con «Healthy Moon», rolonón que nos vuelve a hermanar con su suave estilo. Esta canción es de ese disco largo Is The Is Are del que también sobresale «Dopamine» pero que para nuestra poca fortuna no tocaron.
«Raining On Your Pillow» de su último disco se hace presente en este ultimo tramo y nos endulza con petrificada euforia. «Horsehead» le sigue en esa tesitura y parece que volvemos a soñar despiertos hasta que las guitarras se hacen presentes y nos inundan el corazón. Ha sido un gran concierto y se nota en el ambiente el ánimo grungero-melancólico-aletargado. El tema tiene tremendo cierre. Estamos despiertos de nuevo.
Llega entonces su gran clásico «Doused» y los gritos y el baile no se pueden hacer esperar. Para algunos su mejor tema. El coro emerge natural y el lugar es una locura. El aire es una corriente de electricidad que nos conecta como masa unísona. Cierre monumental, no cabe duda.