*Fotografías por cortesía de Luis Enrique Sánchez O’Hara.
Llegó el día de encontrarnos con la tristeza y sensualidad de Puma Blue. Pero antes de ello, pudimos escuchar a la banda abridora que fue Margaret Marquis, que tiene un sonido meloso y sensual. Muchas percusiones, pero también melodías que son extraidas de las guitarras, con una de ellas dominando, una voz suave y un sax que acompaña para conmover en cada instante importante de la canción.
Sus subsecuentes canciones son un poco más rápidas y fuertes, con estructura más bailable y sugerente. Se puede observar gente en su mayoría muy joven y con mayoría de mujeres.
Llegó el turno entonces de Puma Blue. Ya con el público entrelazado con el espíritu entre bohemio y delicado de una suave atmósfera con olor a seducción. Abren con «Falling down» y «Soft Porn», para coronar el primer cuarto de su concierto con «Too Much, Too Much».
Esta canción es más larga e intensa que las anteriores, y su cadencia logra hipnotizar primero a los presentes para llevarlos poco a poco a este micro orgasmo auditivo que son los últimos 60 segundos de esta rola. La gente se pelea, entre que se emociona y grita con esta tercera canción, y aquellos que piden que se callen para no cortar el hilo de esta tan solemne sensualidark.
El ambiente es tranquilo. Hay plática y animosidad entre el público pero en los momentos del trance, los gritos y los aplausos de aceleran. Pasa «O, The Blood» y es entonces el turno de «Hounds» y el público ya está constituido como una masa de baile y atracción. Un sax acompaña, pero a la vez, corona y culmina la intensa suavidad de este temazo.
«Oilslick» tranquiliza los ánimos y nos vuelve a envolver en esta mística atmósfera hasta que un «te amo» se escucha en el grito de un afortunado fan que encontró el momento de hacer llegar su mensaje entre tanto sonido y silencio. El sax se alterna con el teclado en ciertas canciones. Haciendo un papel de conductor de la trama que de pronto explota entre sencillez e intensidad.
Chicas con lentes de pasta y cabello corto super negro. Escotes en las espaldas. Cuellos largos y quijadas delgadas. Ligeras cabezas que se mecen poco a poco con los sensualísimos ritmos que constantemente van del teclado a la percusión con el hilo conductor de una voz conciliadora que ata y vincula, no sólo a la canción, sino al público con la esencia de la banda.
En un momento de la noche, alguien manda una guitarra al escenario para que se la firme Puma Blue.
Llega «Want Me» y el ánimo entre el silencio y la seducción se va concretando entre los espectadores. La canción mas sencilla es a la vez la canción que tiene mas impacto por su silencio y su profundidad entre el emocional público. Un compa súper barbón con un paliacate en la cabeza que podría haber salido de cualquier club de motorcycle se menea dominado por esta frase de you are so pretty…
Un señor de saco café con pelo cano que atento cruza los brazos entre que amando el momento y entre que evaluando su pasado. Ceño fruncido por gozo o por cuestionamiento. Más tarde, se reune con su alegre esposa. Compas con las entradas en las sienes y en la coronilla pero también chicas con eternos cabellos rubios enredados entre deseos y suspiros.
«Midnight Blue» nos abraza de súbito continuando con la brisa cálida de «Pretty». Es un tema lento pero que de pronto construye una violenta reacción de sentimiento que arranca un grito de largo aliento entre nuestro embelesado público.
«Bruise Cruise» es más movidona y las caderas comienzan a despegar un dulce aleteo de animosidad. La locura se apodera del escenario con esta rola y su reflejo lo podemos comprobar en las miradas sonrientes de nuestro público circundante.
«Moon Undah Water» se abre paso. Este es uno de esos gigantescos temas con los que uno pensaría que la banda cerraría su show. La gente se vuelve un manantial de baile y gozo. Las luces bañan y enrojecen las mejillas de los asistentes o más bien la luz de sus rojas mejillas es de donde proviene esta colorada luz.
Chica con el cabello a rapa que no sabemos cómo supo que se iba a ver taaan genial. Con esta canción hacen una pequeña pausa para presentar a los miembros de su banda y avisar que no habrá encore y que agradecen la grandiosa hospitalidad de nuestra ciudad.
The real leader of the band: the drums dice nuestro talentoso vocalista señalando al compa de la bataca. No encore. This is our last show in a long while, we’ll be back as soon as we can, se escucha antes de retomar el hilo y aventar la famosísima «She’s Just a Phase». El mundo explota con un coro automático y enamorado.
Con la última canción, «Only Trying 2 Tell You» relajan todo el ambiente, que aunque demasiado tranquilo, al mismo tiempo fue tremenda conmovedor. La gente aún así, se acomoda a un lado del escenario como pensando que podrían volver. Pero han cerrado genialmente.