Deathcrash es una banda bastante novel, aunque con cierta notoriedad en la escena londinense desde sus inicios. Es hasta este año que lanzaron Return, su primer LP (el álbum salió a principios de año, pero hasta ahora lo descubrí). La banda mantiene una cierta distancia del post punk que han desarrollado bandas con las que han compartido escenario, como Black Midi y BCNR, pues de alguna manera ellos se vuelcan más hacia el slowcore y el post punk.
Si bien es cierto que las influencias están ahí de una forma más o menos notoria (Slint, Mogwai, American Football) la banda logra asimilarlas y equilibrarlas en su sonido, el cual logra atraparte y sumergirte de una forma conciente, captando las texturas y las emociones que van imprimiendo a través del álbum de una forma minimalista. La construcción de sus temas se coce a fuego lento, para detonar en pura catarsis. Los mismos Black Country New Road, una de las mejores bandas de la actualidad, hablaron de la influencia que tuvo Deathcrash en ellos, luego de la gira que tuvieron en el 2020, algo que no es poca cosa.
El slowcore puede ser una etiqueta que siempre se ha sentido un tanto confusa, pero es que el propio subgénero tiene varias aristas, aunque no lo parezca. La banda hace uso de todas esas posibilidades sonoras dentro del álbum con soltura y brillantez, para provocar emociones que van transcurriendo de forma muy orgánica.
Return de Deathcrash es un álbum que adquiere notoriedad dentro de su contexto, pero que también, por si mismo, vale bastante la pena. La oscuridad y belleza, las luces y sombras que va desvelando, es una forma honesta y sensible de explorar la tristeza y el dolor.