Este año se cumplen 40 años de su debut
Este año The Smiths, el álbum debut y homónimo de la banda cumple 40 años, por lo que estaremos dedicándole un ciclo semanal de artículos en los que tratamos de plasmar su importancia en el mundo de la música, del arte y de la cultura en general.
Para iniciar, siete de los colaboradores de este blog nos comparten un poco acerca de su pensar y/o experiencia alrededor de The Smiths, acompañado de algún video o fotografía del artista.
Alex Torres
The Smiths son simplemente mi banda favorita de la historia. Sé lo que dice públicamente esto de mí: estoy deprimido, odio al mundo, soy un misántropo que juzga a los demás y siente que sus fallas sociales son pruebas ineludibles de que ve lo que los otros no. Y sí, pero esta es frecuentemente la concepción más errónea respecto al significado de la banda; si bien los toques definitivamente son emocionales, introspectivos y sombríos (no tus melodías Johnny, tú eres Apolo) la verdadera genialidad de The Smiths radica en la respuesta a sus mismos impulsos; ante la desazón, ironía; frente a la decadencia, perspicacia; contra el fracaso una visceralidad más humana y profunda que cualquier otro artista que haya venido después de ellos. Y esto sin obviar la ineludible belleza literaria y armónica, el ejército de lados B y el permiso que le dieron a sus contemporáneos de ser intelectualmente idiosincráticos.
En cuatro discos crearon una obra de mayor o igual peso que el resto, influenciaron a todas las bandas actuales que te gustan y todo esto sin pasar por la horrible decadencia de quienes postergan indefinidamente su unión. The Smiths son simplemente la mejor banda de la historia.
Gerardo Lamas
Los Smiths tienen muchas de las canciones emblemáticas de mi vida, haberme metido a escuchar sus discos después de conocerlos con “This Charming Man” ha sido una de las mejores decisiones de que he tomado.
Sus canciones pueden convertirse en verdaderos tesoros que te pueden acompañar durante los momentos más dramáticos de tu vida y llevarte de la mano hasta atravesar el túnel, o solo hacerte mover los pies al ritmo del bajo de Andy Rourke.
Todavía considero una tragedia que ya no sacaron más música juntos, aun en sus últimas canciones se notaba prometedor su futuro, los proyectos posteriores de cada uno son otro monumento para analizar y ayudan mucho a saciar un poco la sed de más Smiths, pero nunca se va a ir del todo.
Tony Spinotti
The Smiths no es una banda que me signifique demasiado, como sí veo que a mucha gente (muchos de mis allegados y amigos) les provoca cierta idolatría. Sin embargo, sí es una banda que respeto en demasía por el legado que dejaron. Siempre me han parecido una de las bandas más constantes y con una calidad más pareja. Un sonido que solo suena a ellos y que, escuchándolo a detalle, te das cuenta lo tremendos músicos e intérpretes que han sido.
Y caray, varias de sus canciones son oro molido y se dejan cantar con emoción. Una de las bandas en las que considero que cualquier amante de la música, le terminen gustando o no, debería de adentrarse. Imprescindibles.
[gus]
Pocas bandas han sido tan influyentes como The Smiths. A pesar de su corta duración, tan sólo 5 años, y de haber publicado más álbumes compilatorios que de estudio, la poética, dramática y teatral agrupación ha adquirido una apasionada y dedicada base de seguidores.
The Smiths fue, junto a Talk Talk, uno de los primeros artistas de contenido introspectivo y emotivo en gustarme, lo cual me llevó a descubrir a The Jam, Wire, The The, entre otros conjuntos de culto. Para Morrissey, Marr, Rourke y Joyce nada alrededor de su arte se tomaba a la ligera, es por eso que The Smiths trasciende más allá de otras agrupaciones, por la intensidad de sus melodías, sus profundas y expresivas letras, sus cautivadoras portadas. Es un grupo que inspira y que brinda una sensación de pertenencia en un mundo indiferente y complejo.
Adriana Armenta
Me gusta The Smiths porque, a través de su música, aprendí a escuchar con atención y paciencia. Su música nos invita a interpretar una lírica difícil de entender desde la primera vez que la escuchas; también me hizo explorar nuevos ángulos de mi personalidad ayudándome a conocerme a mí misma.
Es una banda que no solo requiere tus oídos, sino que necesita un poco más de intención que tan solo escuchar. Además, nos provoca analizar sonidos llenos de texturas casi palpables. Sus letras nos invitan a explorar temas introspectivos y a profundizar sobre el comportamiento humano y sus sentimientos. Aprendí a ver el amor desde una perspectiva más profunda con una gama de colores más amplia, reconociendo que no todo es blanco y negro.
Para mí The Smiths marca una etapa importante en mi vida que, además de lo aprendido se ha mantenido acompañándome en esas etapas de aprendizaje y contemplación. Sin duda una de mis bandas favoritas por su delicadeza, pasión e incluso manifiestos sobre temas sensibles en un contexto político y social. La forma de narrar una historia en cada canción por medio de la música utilizando las palabras adecuadas es simplemente maravillosa. No me queda más que decir gracias por existir.
Enrique Carlos
La mayor parte de la música que he escuchado en mi vida es en habla hispana, sencillamente porque no conozco otra lengua. Sin embargo, hay algunos artistas y bandas tan demoledoras que merecen hacer un esfuerzo a pesar de esta barrera: The Smiths son un claro ejemplo. Soy uno más que al escuchar “There Is A Light That Never Goes Out” quedó enganchado a un himno adolescente e implacable; y al escuchar “I Know It’s Over”, además, a una de las voces más expresivas de la historia.
La figura de Morrissey con libros de Oscar Wilde y ramos de flores, acompañado por la hipnótica guitarra de Johnny Marr mezclaban un coctel irresistible: rock indie existencial con poesía fina para almas sin rumbo. Debí quedarme dormido, cuando adolescente, un centenar de veces escuchando en loop “Please, Please, Please Let Me Get What I Want” y su celestial mandolina. Un sonido único, una guitarra única, una lírica única, una voz única, un performance único, un arte único. Cuarenta años de una luz que nunca se apaga, la de los Smiths.
Rodrigo “Bola” Torres
Para mí descubrir a The Smiths fue encontrar en la música algo diferente, una mezcla entre lo normal y lo extraordinario. Llegué a ellos en mi adolescencia tardía después de transitar por otro tipo de sonidos, representados por otro tipo de artistas. Por un lado, estaban las bandas del tipo Guns N’ Roses o Aerosmith, conformadas por personajes excéntricos en apariencia y comportamiento, por otro estaban artistas “normales” en apariencia como Bob Dylan y Leonard Cohen, pero con un talento de otro planeta y, finalmente, por otro estaban las bandas normales en todos los aspectos, ejemplificadas a la perfección por Oasis.
The Smiths llegaron para cristalizar todo lo positivo que representa lo anterior: suficientemente normales, suficientemente sensibles y suficientemente excéntricos para completar el paquete perfecto, una banda simplemente genial. A través de las letras, los riffs, el estilo, la agudeza y el ritmo Morrissey, Marr, Rourke y Joyce generaron en mí un nuevo estándar que ha demostrado estar al alcance de muy, muy, muy pocos… por no decir de nadie salvo, tal vez, The Clash.