Memorable noche punk en Guadalajara

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Descendents / Circle Jerks en C3 Stage

*Fotografías por cortesía de Adriana Armenta.

Desde el hecho de tener juntos a dos de las bandas más míticas del punk rock, ya era todo un acontecimiento. Llegaba el día y la emoción estaba a tope.

Al llegar al lugar, había escuchado una descarga ya de puro hardcore, lo cual me había sorprendido, pues aunque llegué temprano, no sabía que habría otro grupo abridor, que no era otro más que la banda local Flores y Fuego, que vienen haciendo las cosas muy bien y ganándose un lugar con constancia y mucha personalidad.

Hace algunos meses, tuvimos la fortuna de tener por aquí al buen Keith Morris con su más reciente banda OFF! Que de unos años a la fecha ha venido renovando la escena punk californiana, pero ahora, teníamos la oportunidad de ver a una de sus bandas de toda la vida, los incombustibles e influyentes Circle Jerks.


Los integrantes hicieron su aparición uno a uno, y mi emoción era plena al tener la oportunidad de ver a unos totems de la escena como son el mismo Keith Morris o el estupendo Greg Hetson, de un largo e imponente historial (Circle Jerks, Redd Kross y Bad Religion, ahí nadamás) y ni que decir de Joey Castillo (Danzing, Queens of the Stone Age, The Bronx, etc) o Zander Schloss, quien ha trabajado con gente como Joe Drummer, Robi Rosa o con su trabajo en soundtracks. Puro ícono y musicazo.

Los años juntos y en forma se notan, desde la personalidad sobresaliente de Keith Morris y esa desgarradora forma de cantar (por ahí hubo a quienes no le gustó que hablara tanto, y es que posiblemente cortaba el mood tan energético que llevaban), así como la máquina que es Joey Castillo, la elegancia y groove de Schloos, y ese sello guitarrístico de Hetson.

La banda dio un concierto arrollador, en donde tuvimos la oportunidad de escuchar esa retahíla de canciones rápidas, contundentes y demoledoras como “Deny Everything” (con la cual iniciarían a tambor batiente) “Wild in the Streets” (bastante pedida), la pegajosa “Back Againts The Wall”, la trepidante “Under The Gun”, el arrebato de “Trapped” o la fulminante “Wasted” que armó la hecatombe en el lugar.

Su presentación provocó dejar el ambiente caliente para lo que seguía, la presentación de Descendents, que fueron saliendo uno a uno, para dejar el mood en general todavía más arriba, con una euforia y energía poca antes vista. Si Circle Jerks ya nos había dado una muestra de energía y contundencia, Descendents no se quedó para nada atrás. No por nada, son dos de las bandas más emblemáticas del punk rock.

Desde que iniciaron su largo set (largo en el sentido de la cantidad de canciones, no en el de duración, por supuesto) se desató la euforia entre el público presente. Empezaron a volar vasos, hubo baño de cerveza, gente subiendo y saltando desde la estructura de en medio del lugar, crowdsurfing y mosh pith a tope, esto, al mismo tiempo que resonaba en todo el lugar al público entonando cada uno de los temas que se iban sucediendo (no recuerdo otro concierto de punk donde se cantará tan a pulmón y tanta gente al mismo tiempo). Algo hermoso en verdad.

Una presentación directa, sencilla, pero con toda la fuerza y energía que amerita un buen concierto de punk, con lo que le basta para ser emocionante y memorable. Y es que no hubo apenas descanso, tan solo para charlar levemente con el público, para inmediatamente después poner velocidad al asunto y hacer que el público siguiera con la explosiva euforia colectiva.

Punk pop, hardcore melódico o punk rock de manual, temas de una u otra época, de uno u otro disco, nunca se bajó el listón, sino que al contrario, el nivel se iba elevando conforme pasaban los minutos. Clasicazos como “Hope” “I’m the One”. “’Merican” o nuevos himnos como “Grudge”, “Feel This” o “Without Love”, entre otros trallazos. Y por si todo esto fuera poco, todavía hubo momentos memorables como cuando una persona del auditorio se subió a tocar con ellos, o cuando Milo Aukerman se puso a tocar con un ukelele “Cuando Calienta el Sol” de los Hermanos Rigual (Popularizada en México y Latinoamérica por Luis Miguel).

Descendents y Circle Jerks nos dieron no solo la oportunidad de ver a dos de las bandas más emblemáticas del género, sino que nos comprobaron del porque tienen ese lugar, y sobre todo, nos emocionaron y contagiaron de esa energía y vitalidad de la cual gozan. Canas, calvicie o arrugas aparte, ambos grupos nos demostraron que el espíritu joven se lleva dentro, y que sobre todo, se contagia. Yo, al menos, sentí que rejuvenecí diez años disfrutando de una pletórica noche punk.

Gracias por todo.