Matt Berry – Heard Noises

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Matt Berry ha logrado mantener una carrera musical a la par de la actuación, si bien más discreta, bastante respetable, con una discografía sólida y de gran manufactura. Cuatro años después del álbum con el que conocí su faceta musical, el estupendo The Blue Elephant, regresa con un álbum igual o más entrañable que el anterior. Heard Noises mantiene la línea del citado álbum, con esa propuesta de sonidos encaminados hacia el folk y la psicodelia sesentera, con una sensibilidad y un talento realmente notable, aunque con notorios detalles que lo vuelven incluso más diverso.

Y es que aquí Matt Berry nos vuelve a demostrar (como si hiciese falta) el estupendo compositor y músico que es, al prácticamente volverse a hacer cargo de casi todos los instrumentos, que van desde la guitarra, los pianos, el bajo y distintos sintetizadores, y donde volvemos a tener al gran baterista Craig Blundell como socio, así como a una gran cantidad de invitados que elevan el nivel de la obra, dándole variedad y soltura.

Desde la inicial “Why On Fire” quedamos atrapados por la calidez y desarrollo por momentos progresivo del tema, volviéndose al final misterioso y extraño. “Silver Rings” da un contraste con el tema anterior, pero manteniendo un tono general, de la mano de una melodía pop con una deliciosa flauta en mitad de la composición.

Hasta en un tema de transición como “Interlude” se nota un gran trabajo atrás, lo que nos abre el paso a “Be Alarmed” que parece continuar esa ambientación extraña y por momentos, amenazante, pero que se va volviendo apacible y con un tono espacial. “I Gotta Limit” nos trae uno de los picos altos del álbum con un tema con aires a pop orquestal easy listening donde la invitada es Kitti Liv, con la que Berry mantiene una gran interacción.

“Weeding Photo Stranger” nos remite nuevamente al space rock y al progresivo con un ritmo hipnótico que se vuelve casi un mantra; con “Stay On The Ground” Berry se pone más lúdico de la mano de un divertido piano que se hace acompañar de una lap steel guitar, con una melodía efervescente que detona en un coro fabuloso y hacia el final en una orquestación brillante y emotiva. Un tema tan estimulante como memorable.

“I Entered As I Came” nos lleva a otros terrenos, retomando ese tono psicodélico, pero llevándolo a otros terrenos, con la estupenda Natasha Lyonne como invitada de lujo, en plan crooner, con esa ronca y profunda voz que tiene y que es enmarcada en una preciosa instrumentación. “There are Monsters” irrumpe de golpe marcando un giro distinto dentro del contexto del álbum, pero se encamina rápidamente dentro de los terrenos psicodélicos, manteniendo una inercia que nos lleva de manera festiva y colorida hacia el funk o el soul.

“To Live For What Once Was” es un tema tranquilo y más discreto, pero que mantiene el tono. “Canadan Dry” por otro lado, es un logradísimo y festivo tema de corte más pop y ambiente lisérgico, que se te queda en la cabeza. “The Snakes Will Slide” mantiene cierta esencia del anterior tema, sin embargo, sobre el final, da un vuelco a una especie de rock progresivo en donde el estupendo Craig Bludell da una cátedra de su instrumento mientras el tema se desenvuelve libremente entre arreglos y efectos de aires espaciales.

“Interlude 2” va preparándo el camino de forma pausada hacia el corte final, “Sky High” que empieza con una vibra muy a lo Beach Boys, pero que vira hacia sonidos más psicodélicos y enrarecidos, con ecos fantasmales y sintetizadores que van adentrándote dentro de un caleidoscopio que serpentea entre distintos guiños a otros géneros, como la música orquestal o el jazz. Un tema bastante diverso y que cierra de gran forma un álbum que hace aún más grande y sólida la carrera de Matt Berry.