Entrevista a Francisco Domínguez.
Continuamos con nuestra nueva dinámica, en donde entrevistaremos a gente que de alguna manera o con alguna actividad en particular, tiene que ver con la música y que se dan a notar por ser grandes melómanos o poseedores de una vasta colección. En esta ocasión, el elegido para hablarnos de todo ello es Francisco Domínguez, entrañable amigo, mejor conocido por manejar uno de los mejores bares de Guadalajara, el Vietnam Bar. Sin más rodeos, iniciamos con la entrevista y agradecemos de antemano su tiempo y disposición.
¿Quién es Francisco Domínguez y cuál es su relación con la música, aparte del coleccionismo?
¡Qué difícil pregunta! Supongo que soy yo, pero sé que hay más, me lo han comentado. Por otro lado, sobre la pregunta existencial pues no tengo mucha idea, a mis 38 años ya debería de saberlo, estudié arquitectura, trabajé en ello y lo puedo seguir haciendo cuando sea necesario. Pero no sé si esa es la pregunta, porque creo que mi respuesta no dice mucho, ahí disculpa, pero si quieren saber quién soy me ofrezco para que me conozcan, casi siempre estoy en el Bar Vietnam, aquí en Guadalajara, cuando no estoy ahí estoy en el baño de mi casa así que prefiero que sea en el Vietnam.
Mi relación con la música es completamente de gozo, aunque no toda la música es para pasarla bien, ni para tener siempre momentos y pensamientos positivos, cada canción, cada género o estilo musical, cada músico tiene un determinado propósito, busca provocar determinadas emociones y está en el que escucha dotarlas de sus propios sentimientos, recuerdos, necesidades, euforia, etc. Es algo que me parece maravilloso de la música, su diversidad de propósitos, hay música para bailar, para gozar, para recordar, para llorar, para gritar, para enojarse, para desahogarse, para llenarse de buena vibra y otra para solamente disfrutar los sonidos por sí mismos, o incluso hay propuestas en las ni siquiera se disfruta pero intriga. Mi relación con la música hasta ahora también ha sido de descubrimiento, de emoción al encontrar nuevas cosas que me parezcan apreciables, aunque busque en la música pasada, es como cuando de niño jugabas al explorador y encontrabas algo ¡siempre causaba mucha emoción! Siempre he sido muy malo para eso de los datos, los nombres de los integrantes de los grupos, productores, fechas, incluso nombres de álbumes y canciones, cosa que no se le perdona a un melómano, por lo que yo no me considero un melómano, tengo algunos amigos que lo son y los admiro mucho, tienen conocimiento profundo sobre movimientos muy relevantes para la música que te hace poder entenderla más e incluso dotarla de mayor significado para uno mismo, siempre los escucho y aprendo un poco cada vez con ellos. Pero tampoco es que sea yo un coleccionista, soy más bien un acumulador, no tengo un criterio específico de selección, o tal vez es tan amplio que se vuelve difuso, puedo tener 100 discos de un mismo género o sólo uno de otro.
Tengo que decir algo que me parece muy importante, mi relación con la música cambió al cambiar el formato a vinil, me hizo mucho más respetuoso y comprometido con la escucha, con el simple hecho de sentarte a escuchar un disco completo sin brincarse de canción, sin adelantarle a la canción que más te gusta, eso hace que entiendas más, que el viaje sea más completo.
¿Cómo te iniciaste en el coleccionismo?
Inicié a comprar discos (vinilos) en una visita al tianguis cultural cuando acompañe a un amigo y yo sólo iba a bobear, yo pasaba por un momento en el que no compraba música, todo era bajarla de torrents bytes y bytes de muy buena música, pero me pasaba lo que a muchos, me engolosinaba bajando toneladas de música pero sólo era humanamente posible escuchar un porcentaje de eso, aún creo tener los archivos por ahí en algún disco duro con miles de canciones a las que nunca les di play. Compré muy pocos CDs, tal vez algunos 20 o 30, nunca tenía el dinero para eso y los pocos que compré se perdían (robaban) en las fiestas. Volviendo al punto, en aquella visita al cultural vi algunos vinilos que me causaron una feliz nostalgia, algunos de Black Sabbath, The Doors, Led Zeppelin, Scorpions, que era la música que escuchaba mi hermano mayor y con la que me enganché en la niñez y adolescencia. Cuando nos cambiamos de casa mi madre tiró a la basura los pocos vinilos que teníamos, auténticas joyas, pero por ahí de 1999 mi mamá ya no les estimó valor y se los llevó el carretón junto con la tornamesa, al parecer yo fui el único que echó de menos aquella perdida, mi hermano ya se había casado y no vivía con nosotros. Regresando a aquel momento en el tianguis cultural observando los discos paradigmáticos en la formación de mi gusto musical fue cuando sentí la necesidad de hacerme de ellos, de que se podía remediar aquel error de mi mamá, pero en ese preciso momento fue cuando le abrí la puerta a el vicio inclemente de la acumulación de discos. Después del primer disco no hay marcha atrás, pregunte para verificarlo.
¿Cuál fue el primer álbum que obtuviste por tu cuenta?
El primer álbum que compré por mi cuenta fue una compilación francesa de Chuck Berry, uno de los músicos que más admiro, lo compré solamente con el afán de tener el objeto, en ese entonces no estaba tan seguro de querer comenzar una colección es más, ni siquiera tenía una tornamesa, el deseo de atesorar el objeto es una parte muy importante del coleccionismo, no todo es la música, no todo es el sonido, sabemos de los distintos formatos qué son tal vez mucho más baratos o incluso algunos pueden tener una mejor reproducción en cuanto a calidad de sonido. Hay que decir que no siempre la música se escucha mejor en vinil, depende mucho de la calidad de la impresión, de con qué calidad se hizo, depende mucho del buen o mal uso que le han dado al disco, depende mucho también de dónde lo estés reproduciendo, etc., depende de muchos factores pues. Por eso ya nadie puede negar qué el coleccionismo de viniles es además de una afición a la música es también quizá la misma cantidad o incluso mayor un deseo por el objeto, fetichismo pues, eso qué algunos desapegados del materialismo condenan en nosotros los acumuladores.
¿A cuántos álbumes asciende tu colección?
Tengo alrededor de 2000 discos, pero no es por ser modesto pero no es una colección, si decidimos llamarla así, muy depurada, en el sentido de que realmente he acumulado un montón de música popular que no es difícil de encontrar, qué son discos muy baratos, que no hay ediciones súper especiales, sino que simplemente son parte de mi historia musical, y de mi crecimiento en la formación de gustos, desde que empecé a escuchar la música en este formato disfruto los danzones, los boleros, los cha-cha-chas, los mambos, etc., las cumbias las conozco de toda la vida, cualquiera que haya crecido en un barrio lo sabe, por otro lado ha crecido más mi gustó por géneros como el soul y el funk, y he ahondado un poco más en cosas que ya conocía.
¿Qué tendencia musical hay en tu colección?
Creo que respondí un poco de esta pregunta en la respuesta anterior, cómo te comento tengo música muy variada, un poco de salsa, algo de cumbia, bossa nova, jazz, un poquito de blues, rock and roll de los sesentas y setentas, norteño, rancheras incluso banda. Pero actualmente me estoy enfocando un poquito más el soul y el funk, y como ya son discos más específicos los que estoy buscando también encarece un poquito la búsqueda.
¿Cuánto es lo más que has pagado o pagarías por un álbum?
No recuerdo exactamente pero el A Moon Shaped Pool de Radiohead me costó una lanota ¡porque era una edición súper mamona! Un amigo mío me comentó que la iba a pedir y que si quería aprovechar el envío, le dije que sí pero no tenía idea de cuánto iba a costar, creo que fueron como 1,600 pesos, no lo recuerdo pero los vale, creo. Como te había comentado anteriormente, lo mío no son las ediciones especiales, o las primeras ediciones, o las alemanas, o las japonesas, o las rarezas, que no es que no las deseo, por supuesto, pero como toda persona en mi nivel socioeconómico pues hay que cubrir las necesidades primarias antes que los placeres jajaja. No creo que llegue a pagar demasiado por un disco, así parte del juego perdería su encantó, qué es encontrar bellezas a buen precio, por eso muchos coleccionistas mienten al decir cuánto les costó un disco, siempre te van a decir que les costó muy poco dinero con el fin de verse muy astutos o muy suertudos.
¿Cuál es el disco más entrañable que tienes?
Tengo varios que me da mucho gusto tener, algunos por la gran calidad de su música porque son obras maestras, otros por razones más nostálgicas como el World Wide Live de Scorpions porque lo escuché muchísimas veces en la regadera antes de irme a la secundaria, otros porque realmente han sido grandes hallazgos como cuando encontré el Pérez Prado 70 y el Dimensión cerrados, de igual manera encontré el Segunda Vez, de Toncho Pilatos ese disco tiene especial significado para mí por el artista que fue Alfonso Guerrero, fue único y fue del oriente de la ciudad de Guadalajara de donde soy yo de esa parte de dónde los mismos tapatíos no tienen referencias. Y hay muchos más discos que los veo con especial cariño, aunque ninguno me conmueve hasta las lágrimas, no desarrollo con ellos ese vínculo afectivo.
¿Cuál es la mayor rareza?
No tengo discos tan raros, tal vez el único que conservo por esa simple cualidad es el de Renaldo & The Loaf, yo lo iba vender pero mi querido Javier Audirac me dijo que él ya los conocía y que estaban chidos y casi nomás por eso lo conservo jajaja.
¿Qué disco es todavía objeto de deseo?
Todos jajaja, bueno muchísimos, sería interminable la lista, mira realmente nunca he podido ser fan clavado de alguien en especial, muchos se vuelven ultra fans de dos o tres bandas o incluso de una sola, como si fueran los mejores, a mí en realidad lo que me gusta de la música es su diversidad y en ese sentido no me puedo enfocar en pocas cosas, por lo tanto mi lista de deseos en discos es interminable pero pues mi condición económica me hace caer en realidad y pues ahí como se vaya pudiendo.
¿Tienes álbumes dentro de tu colección que no te gusten o los tengas por otros motivos?
Si aún tengo por ahí muchos discos que no me interesa tanto tener, no los escucho y quizás no los voy a escuchar nunca más, pero los tengo ahí simplemente porque creo que a alguien se le pueden gustar y en algún momento los voy a ofrecer para ver si alguien se interesa en ellos.
¿El último que adquiriste?
El último que adquirí fue la edición reciente del Aquamosh de Plastilina Mosh, quizás simultáneamente con el último disco de Antibalas Fu Chronicles.