A la banda chilena Trementina no la conocía, hasta que apareció un poster anunciando un concierto en la ciudad a escasos días de su presentación; la agrupación era traída por los cerebros detrás de Doña Pancha Fest y Psiconauta, lo cual garantizaba una propuesta a tomar en cuenta. Una entrada a buen precio era suficiente gancho para ver a esta banda de shoegaze bastante novel pero con buenas referencias. Me dirigí a Bandcamp y Spotify para revisar su material disponible y debo decir que me agradó lo que escuché. Me convencí totalmente de ir a su presentación con su delicioso shoegaze y noise pop, llamándome la atención que fuera un grupo chileno cantando en inglés y que estuviese tan alejado de lo que suelo escuchar del siempre interesante rock de aquel país sudamericano. Al llegar al Laboratorio Sensorial (lugar que considero se puede aprovechar aún más para este tipo de eventos) la audiencia todavía era bastante baja. Durante la espera, me enteré que al grupo le habían cancelado las visas y se encontraba varado en México intentando concretar una gira exprés que le pudiera dar cierta solvencia económica para regresar, así que eso explicaba el anuncio del evento a tan escasos días. Por otro lado, esta situación les serviría para darse a conocer con el público mexicano.
Sobre las 10 pm, y ya con un poco más de aforo (el cual poco a poco iba mejorando notablemente) la banda jalisciense Norwayy, una de las bandas nuevas con mayor proyección en Guadalajara, era la encargada de abrir el concierto con su potente sonido, tan envolvente y honesto, que a donde se paran, ofrecen una muy buena y grata experiencia. Esperemos que sigan esa tónica de franco ascenso, puedan ir puliéndose aún más y vayan teniendo mayores espacios a donde llevar su propuesta. Al poco tiempo de finalizar su presentación, subirían al pequeño escenario los chilenos de Trementina, los cuales, antes de ello, estaban en una pequeña mesa vendiendo algunas de sus singulares playeras. Llegaría la hora de que el grupo desplegara su música sobre el escenario y solo puedo decir que me sorprendió bastante su directo. Su sonido en vivo adquiere aún mayor cuerpo y potencia. Las capas de sonido que ofrecen en sus discos, se hacen más evidentes y poderosas, por lo cual, puedo atreverme a decir que es uno de los grupos que si bien los álbumes ofrecen cosas interesantes y que auguran una propuesta en constante crecimiento y madurez, es en vivo donde enganchan con el público y donde elevan su propuesta muy por encima. Es sumamente interesante y agradable darse cuenta de que un grupo con tan corta trayectoria tenga un sonido tan cuidado y al detalle, cuestiones que otros grupos de igual (o mayor) recorrido parecen obviar.
Trementina, viendo todo el potencial que pueden desarrollar, augura cosas buenas, esperemos que sigan por ese camino, y que por el momento, les siga yendo bien en esta improvisada gira por la república acrecentando su legión de fans, que conociendo un poco de su historia, se vislumbra que sí, ya que pareciera que su fulgurante éxito se ha basado en afortunados accidentes por un lado, y de su indiscutible calidad por otro. Enhorabuena.
Fotografías del evento cortesía de Abby Taco (Trementina BN y Norwayy) y Sebastian Mejorada (Trementina color)