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Cinco años después de su primer álbum, A Century of Abuse la banda de Mexicali Silent vuelve a la carga con su segunda entrega Modern Hate (que por distintas causas se fue atrasando, dado que la idea inicial era que saliera en 2018) de la mano una vez más, del sello angelino Three One G Records.
Nuevamente, la banda hace gala de un concepto que tienen muy claro, expandiendo y madurando un universo sonoro que de primera mano, nos remite a ese post punk en descomposición a The Birthday Party, pero que adentrándonos en su propuesta, confluyen la música industrial, gótico, punk y noise puestos al día y machacándose entre sí, un tema sí y el otro también.
A resaltar el perfecto engranaje que resulta ser la banda, con cada uno de los integrantes resaltando con su instrumento (la nueva baterista, Rocio Chávez ha embonado realmente bien con la agrupación), pero que sobre todo, trabajando en conjunto al servicio de la canción en turno, ya sea para marcar una ambientación nebulosa y apesadumbrada, como para desatar un ritmo trepidante, cortante y viciado, esto solo por mencionar dos sensaciones que te deja el adentrarte en el álbum.
La banda nuevamente retrata un mundo decadente y roto, pero su actitud es confrontación pura ante los sucesos y ante la constante quietud que por momentos parece invadirnos. Sí, hay una bruma pesada y pesimista la que nos invade, pero hay un grito que emerge entre las sombras, un grito que da un paso al frente con toda la ira contenida, un llamado. Eso es Modern Hate.