Este es uno de esos discos de los que no me esperaba mucho y me sorprendió de grata manera, y que para rematar, me sorprendió aún más el saber quien estaba detrás de esta obra. Matt Berry es un actor, músico y guionista británico el cual yo conocía solo de su papel como el acosador y pesado jefe Douglas Reynholm en la mejor serie que ha existido de nerds, la fantástica The IT Crowd, y que al parecer tiene varios papeles posteriores más que bien vale la pena observar. Pero enfocándonos a la música, el buen Matt Berry ha labrado una carrera, aunque sin tantos reflectores, sí bastante respetable y en la cual ha incursionado en distintos estilos de manera afortunada.
Si en su anterior álbum, Phantom Birds, se había dirigido hacia el folk, en este se fue hacia una dirección distinta, The Blue Elephant retoma los sonidos de la psicodelia sesentera de una manera lúdica y por momentos conmovedora. Un álbum donde el músico prácticamente toca todos los instrumentos (a excepción de la batería, cortesía de Craig Blundell, que raya en lo verdaderamente notable), muchos de ellos, los cuales directamente evocan a la época dorada de la psicodelia. Desde el inicio del disco, se capta nuestra atención bajo “Aboard”, una melodía con interesantes patrones percusivos que en un punto remite a a “Walk on the Wild Side”, pero es en el siguiente tema, “Summer Sun”, el cual nos lleva, de lleno, al Summer of Love; curiosamente las piezas instrumentales que resultan bastante agradables al oído y que sirven como una especie de intro a los temas siguientes (y en general, varios temas al final sirven de puente al siguiente), se repiten de forma muy inventiva con “Safe Passage” y “Now Disappear”.
Y es que en este disco, se puede hablar de las bondades de cada tema por si mismo, desde por ejemplo, la cadencia de “Alone” y su ambiente pacheco, la cual contrasta con ese aire funky y ese inicio malviajado de “Invisible”, lo cual nos lleva a pensar en el oficio del músico y la manera como fue concretando de forma brillante las ideas y el concepto dentro del álbum, incluso conservando en ocasiones, el tono irónico del Matt Berry comediante. “Blues Inside Me” es un temazo juguetón y creativo que se desenvuelve entre un caleidoscopio de colores y contrsates. “I Cannot Speak” por otro lado, es un tema que no desentona con lo anterior y que aporta hasta una dosis de efectiva elegancia.
“The Blue Elephant”, el tema que da nombre al disco, es hipnótico en su andadura, pero si este tema te lleva hacia otro lado por medio de su instrumentación y efectos sonoros, “Life Unknown” parece traerte de vuelta, pero a otro lugar completamente distinto al que estabas al momento de iniciar tu viaje. En ambos temas, por cierto, los patrones rítmicos de la batería son una delicia (¡de cuantos recursos hace gala Craig Blundell!). “Saffer Passage” flota entre notas melancólicas y un aire jazzero, para dar paso a la divertida y cuasi funkera melodía de “Like Stone”, así mismo “Story Tale” es una deliciosa melodía llena de estupendos arreglos. El disco cierra con la inquietante balada “Forget Me” y una reelaboración pacheca y ralentizada de “Now Disappear”.
En términos generales, The Blue Elephant es un álbum cálido, amigable y muy cuidado, de una riqueza e inventiva que nunca se siente forzada, y el cual se labró con atención al detalle, exigiendo una escucha en su conjunto, como debieran ser todos los álbumes. Un disco irónico, y hasta cierto punto triste, lo cual lo proyecta incluso la singular portada.