Siete años después de su cancelación, el oriundo de Bristol pisó al fin tierras tapatías para saldar su deuda. ¿Lo hizo? Veamos…
Antes de su presentación, el grupo tapatío Birdhaus se desenvolvió en el escenario con una presentación muy fina y de la mano con lo que en teoría veríamos con el grupo principal. En esta ocasión, el grupo tenía la fortuna de que ya había mucha gente para esa hora, y un nutrido público pudo disfrutar de su acto. Poco después de terminada la presentación del grupo, haría su aparición Tricky en compañía de su reducido grupo de acompañamiento y mucha gente se entregó en un alarido que parecía haber sido contenido desde cuándo años antes era esperado fervientemente.
Se arranco con “You Don’t Wanna”, a manera de intro, para escoger “I’m Not Going” como el tema abridor. No es un secreto que Tricky no suele ser un artista el cual se apoye principalmente en sus temas más conocidos para armar sus presentaciones, e incluso, suelen ser precisamente sus últimos discos los que mantienen el grueso del setlist, dejando de lado discos como Maxinquaye, Pre-Millennium Tension o Angels With Dirty Faces, que suelen ser nombrados como lo más representativo de su carrera. Es así como temas como “Armor”, “Here My Dear” o “New Stole” se hacen presentes, y aunque de vez en cuando rescate temas tan representativos como “Overcome” lo suyo no parece ser la nostalgia.
Hay que hacer notar por otro lado la estupenda cantante con la que cuenta para la gira, que sin ser Martina Topley Bird o Francesa Belmonte por mencionar algunas estupendas y más conocidas voces con las que ha trabajado, interpreta los temas realmente bien, y un momento en el que brilló, sobre todo porque no se esperaba, era con “Breathe Me”, el estupendo cover que Tricky hizo a Sia, ese grandioso track que parece haber sido hecho a la medida para el final (posiblemente el más perfecto para una serie de TV) de Six Feet Under (posiblemente una de las diez mejores series de la historia).
En esta ocasión, Tricky parece haber salido en un mood más oscuro, más down, dejando de lado sus momentos energéticos. Sin embargo, él suele siempre llenar de algo de cochambre su música, aun cuando el tema sea algo más suave; un ejemplo de ello fue “When We Die” que gracias a un fraseo más gangsta, daba un contrapunto realmente interesante a la sensualidad del tema. El sonido en general, aunque no fue el mejor, no sentí que le restara al final al show.
Tricky es un artísta difícil, hosco, por momentos incluso hostil. Y esto se refleja en ciertas actitudes o particularidades, desde el hecho que la iluminación suele ser muy poca y en ocasiones, bastante nebulosa, el hecho de abandonar intermitentemente el escenario, parecer ajeno al público por momentos al tener sus participaciones más directas (aunque contra lo que se suele escribir acerca de él, lo sentí menos ajeno) o el tardar en enlazar algunos temas; pues había veces en que al momento de terminar una canción, se tardaban en tocar la siguiente (daba la sensación en ocasiones que el músico ya no regresaría). Esto no es algo nuevo, son conocidas ciertas extravagancias de su parte y a mucha gente le suelen incomodar o molestar estas actitudes. Otra situación que se le reprocha mucho es, como ya mencioné, la poca o nula ejecución en directo de sus canciones más conocidas.
Leí por ahí muchos comentarios quejándose del concierto, incluso pidiendo la devolución de su entrada. Aunque igualmente a mucha gente le pregunté su parecer y les pareció excelente. Yo por mi parte lo disfruté muchísimo. Creo que la gente es libre de expresar sus sensaciones y si no les pareció, es respetable su posición, pero de eso a pedir la devolución de lo que pagó si es algo francamente fuera de lugar.
Por otro lado, y esto es una opinión muy personal, creo que la gente espera muchas veces un cierto formato o una forma de desenvolverse o de presentarse de los artistas. Cierto que Tricky no es alguien que se dé a querer ni que interactúe mucho, (aunque luego sorprende) ni parece importarle mucho darle gusto a las personas con ciertos temas, pero considero que todas esas extravagancias son parte de lo que es Tricky como artista, el cual, tiene su parte de provocador.
Por eso es que Tricky, como creador, se alejó hace mucho de los proyectos que le hubieran dado un estatus masivo, como Massive Attack, el cual, a diferencia de él, tienen un montaje espectacular, directo y amable hacia el público, o a diferencia de Portishead (con el cual se completa la santa trinidad del trip hop) conecta mucho más con los sentimientos de quien los va a ver.
No, Tricky tiene que hacer de su presentación algo incomodo, nebuloso, lleno de óxido y de apertura y eso es lo que lo diferencia de sus coterráneos. Y eso, personalmente se lo agradezco, pues te sumerge en una experiencia distinta, en la experiencia del artista.
*Fotografías por cortesía de ACK Promote y Leslie del Moral Photography.