Dedicada a esas tantas bandas que están en el limbo y que tendrían mucho que dar.
Al acudir a algunos conciertos del underground tapatío, me llamó la atención el hecho de toparme con gente que portaba playeras con un logotipo que desconocía; si bien no eran muchas las personas que las portaban, si eran gente distinta en uno u otro concierto y en algún punto era habitual encontrar cuando menos a alguien con la dichosa playera. Dentro de lo ilegible que parecía el logotipo, con un poco más de atención se podía leer la palabra Crimentales en obvia alusión al libro 1984 de George Orwell; el logo tenía una estética cercana a la de los grupos de Black Metal. -seguramente será de una oscura banda del género, pensé- Otro día me metí a una tienda de ropa de marcas independientes, y me encontré con una de esas prendas, y sin dudar, la compré, sin saber de qué se trataba. La clásica situación en la que uno compra algo más por cuestión estética que por conocimiento: como quien compra una playera de Gun’s and Roses en Bershka.
Luego de unos meses, en un festival de Doña Pancha, me topé con una persona que portaba una playera con el mismo nombre, pero esta vez ¡con un diseño distinto!; esto ocasionó que ya no aguantará la duda y me acerqué a esa persona y le pregunté de que se trataba el grupo del cual portaba tal atuendo. “Es un grupo de punk local, nunca sacaron propiamente un disco, pero tienen varios temas grabados, eran muy raros pues tocaban con acordeón, y hasta donde sé, están en pausa; yo los conocí por un compa, que es amigo de ellos cuando fuimos precisamente a un ensayo; ahí me gustó lo loco que sonaban. Los temas los conseguí directamente con ellos, me lo enviaron a mi mail y también a ellos les compré esta playera, que dicho sea de paso, tienen varios logos hechos del grupo, pero solo dos están impresas sobre playeras. Si quieres te rolo su contacto”. Sin dudar, acepté y de esa manera fue como conseguí el contacto de la banda, no sin antes, también pedirle al fulano que me pasara la música del grupo. Ahí fue donde escuché los temas. Prácticamente eran unos demos. Un punk primitivo, sucio y divertido. Con obvias limitaciones técnicas (cosa que parecía no importarles en lo absoluto) pero con letras y momentos francamente hilarantes.
Después de ello, decidí contactar al grupo, lo cual de entrada era algo sui generis, pues regularmente uno trata de ubicar a grupos en franco ascenso o que andan haciendo ruido, y en esta ocasión era un grupo perdido en el limbo, pero había algo de especial en toda esa situación por medio de la cual los conocí que me hizo querer saber más acerca de ellos, de su música, que parecía no ir hacia a ningún lado pero que al mismo tiempo se hizo con todo el entusiasmo y la autenticidad que solo unos amigos juntándose a tocar podían transmitir. En esta ocasión fueron los Crimentales, como se hacen llamar, pero podría haber sido cualquier banda que se encierra en un garaje a querer transmitir algo. El lugar elegido para la entrevista fue en el estudio de uno de ellos (después supe que eran artistas casi de tiempo completo) y al ritmo de una estruendosa lluvia, compartiendo unas caguamas y jugando «No te encabrones» (un juego de estrategia que según me dicen fue hecho por manos de presidiarios en un penal), así fue como transcurrió esta entrevista.
¿Porqué Vayan Todos A La Verga? ¿Es que ya no hay respeto ni por la madre?
Ricardo: Fue solo un impulso adolescente de mandar a todos a la verga. Cuando empezábamos, había un ritmo, el único que podíamos tocar más o menos bien y lo primero que se nos ocurrió que pudiera quedar cantado fue eso, lo de vayan todos a la verga.
Berto: En esta canción mencionábamos a un montón de personajes. Amigos, profesores, artistas, a todos los mandamos a la verga.
R: Esa parte no me acuerdo.
B: Sí,sí. Decíamos: tal mono, que se vaya a la verga, tal güey… ¡que se vaya a la verga!
Mike: Pero al final «Vayan Todos A La Verga» la grabamos sin letra, ¿no?
R: Sí, pero en algún momento la tuvo. Como todo lo que hacemos, no era oficial. Y pues ya te digo. Era solo eso. Pudo haber sido otra cosa. No es ningún tipo de declaración. Simplemente se nos hizo chistoso.
B: Te podríamos verbear de que la ideología punk y la chingada, pero pues no, era solo eso.
R: Y sí, sí tenemos respeto por nuestras madres.
¿En qué lugar tan podrido pudo haber surgido algo como los Crimentales?
M: En el estudio de Ricardo y Berto, Estudio Trama. Teníamos una bodega sola, que era una sala para exhibición como de 6 x 10 metros. No teníamos vecinos, pero aun así si llego a ir gente que nos llegó a reclamar por el ruido.
B: A pesar de que nos odiaron, éramos muy respetuosos, siempre los saludábamos cuando los topábamos.
R: De ahí que los ensayos siempre empezaban con un “buenas noches, vecinos”. En «El Rock Del Tartamudo» suena (tartamudeado obviamente) esa frase.
¿Se consideran ustedes mismos unos intrépidos punks?
R: ¡Claro!
B: Si es que tenemos una esencia, es lo de no preocuparse por los clichés de una banda de rock. No había ninguna pretensión, igual nos podríamos clavar con cosas más filosóficas, pero no es la intención.
R: Simplemente hablábamos de cosas que nos daban risa, y hacíamos una canción. Tal cual como con la película de Intrépidos Punks. La vimos, nos dio un chingo de risa e hicimos la canción. Nuestro rollo siempre fue hacer cosas divertidas. ¿Te digo algo? No sé porque nos estás haciendo una entrevista. ¿Cómo alguien puede considerarnos como para salir en una entrevista? ¡No la veía venir!
¿Por qué nunca subieron su música a formatos como Bandcamp, Soundcloud o afines?
R: No hables en pasado. Todavía podemos.
B: El mundo no nos merece.
R: ¡No merece una cosa tan horrible!
M: La verdad que yo creo que por huevones… Yo nunca he sabido como convertir en mp3.
R: Un día lo haremos.
¿Llegaron a tocar en algunos lugares? ¿Aunque sea el traspatio de la abuela?
R: No, pero también algún día lo haremos. Yo creo que si no me hubiera ido al DF, ahorita estuviéramos tocando no tan culero, y ya nos hubiéramos aventado a hacerlo en algún lugar. Es más, yo creo que ahorita podríamos aventarnos.
M: Si ya hay alguien que nos está entrevistando, debe haber alguien que nos invite a tocar.
B: Invítanos a tu cumpleaños.
¿Quiénes son parte de los Crimentales actualmente?
M: Nosotros tres somos la base, Ricardo, Berto y yo (Mike).
R: Con participaciones esporádicas de algunos invitados como Temoc, Irak Morales en la armónica y Guillerno Guarino tocando el saxofón.
Orale, muy experimental, punk con saxofón, armónicas y acordeón (el cual es tocado por Berto dentro del formato del grupo).
M: Ahí es bueno platicar la anécdota de porque Berto compró un acordeón. Los Crimentales empiezan porque Ricardo me comenta que compró una batería, y yo le comento que yo tengo una guitarra eléctrica. Y así, nos juntamos a tocar, y el Berto solo nos veía.
R: Le decíamos que cantara, que hiciera algo de su vida, nos costó trabajo pero accedió. Al principio obviamente era muy tímido, pero después parecía que habíamos liberado al demonio.
M: El Berto siempre había querido comprarse un acordeón, pero nos decía que sentía que no iba con el tipo de banda, y yo le dije que lo comprara, además no íbamos a hacerlo comprar un instrumento que no quisiera tocar.
¿Nunca han tenido bajo?
R: No, pero si tú quieres entrarle, adelante. Estamos abiertos a ello.
¿A qué se dedican aparte de esto?
B: A producir y vender cerveza.
R: Al arte contemporáneo y a la jardinería. Tengo orquídeas y helechos y todos los días le dedico su tiempo. El Mike tenía su marca de playeras llamada Bruto.
En ese momento, se desató una de esas grandes tormentas cortas, pero furiosas que suele haber en Guadalajara (O al menos en ese momento pensamos que sería corta) y tal cual, como uno va corriendo a meter la ropa que acaba de lavar, ellos metieron algunas plantitas que había en las ventanas.
Hay un mito que dice que ustedes son el grupo que tiene más logotipos que canciones.
R: Es totalmente cierto. Tenemos el triple de logotipos que de canciones. Cada uno tiene un putazo de logos y hay por ahí algunos perdidos.
M: Antes que un disco, podemos sacar un libro de logotipos.
R: Es que hay esa cosa como de que ni es tan importante nada, el chiste era hacer cosas con lo que nos diera el grupo, una forma de ejercitar la imaginación. De hecho, tengo una ambición de hacer uno muy mamalón, muy complejo.
M: Es difícil lograr ese pedo, algo como los logos de Black Metal.
R: Sí, bastante.
¿Entonces les ha costado menos trabajo hacer logos que canciones?
R: Pues no, todo va a la par. Las canciones siempre han sido improvisadas. Improvisadas en su concepción, pero todas tienen una estructura musical, aunque no me quiero echar encima a los músicos más clavados por decir que tienen una estructura; podría decirse igualmente que somos punk, pero tampoco quiero echarme encima a los punks por decir que lo que tocamos es eso.
¿Están orgullosos de algún tema en particular?
R: “El Rock Del Tartamudo” es una obra de arte para mí, lo digo en serio. Esa canción creo que en algún momento se podría volver algo de culto. Mi sueño es que ya fuera que nosotros la tocaremos o quien sea, tocara la canción y la gente que estuviera en la tocada, intentara corear la canción. ¡Es mi sueño! Es que sería una multitud de gente actuando como imbéciles. “Hongos Locos” también me parece algo muy perro. “Ora, Güero Baboso” tiene una energía muy especial. Ahí fue donde despertamos al demonio de Berto.
M: Mi rola favorita es “No Quiero Cantar, No Quiero Ser Como El De Mohave”, la rola más filosófica que tenemos.
R: No sé si la banda en Guadalajara tenga el humor para escuchar el tipo de pendejadas que hacemos. A veces hasta pienso que estaría bien pagarle a alguien y que lo hagan por nosotros, que saquen las canciones, que se pongan máscaras y lo que quieran y que nosotros estemos entre la gente pasándola bien. También pensamos una vez en pagarle a gente para que hicieran un pogo de lo más verga, para que fuera una tocada espectacular y que la gente no supiera ni porque se armó de repente de esa manera.
En ese momento paramos un poco la entrevista. La tormenta había durado un rato ya y me hablaron de que afuera solía haber con ese tipo de diluvios algunas inundaciones, y que en ocasiones, hasta algunos carros llegaban a ser arrastrados. En ese momento salí a ver con cierta preocupación mi Chevy, al ver que el agua iba subiendo algunos centímetros más, esperando lo peor. En ese momento un estruendo nos asustó, pero enseguida supieron que se había caído un toldo que habían acabado de montar en la azotea. «Solo esperamos que no salga volando y le caiga a alguien en la cabeza» pensaron. Ricardo confesó cierto terror que sentía hacia ese tipo de lluvias. Poco después proseguimos con el juego, las cervezas y la entrevista.
¿Si llegaron a ensayar mucho?
R: Pues no los veíamos como ensayos en particular, sino como juntarte a tocar y divertirte.
M: Las últimas veces si fueron más pensadas como ensayar canciones
R: Casi todas las rolas que a mi más me gustan, yo no sabía que habían salido bien. Meses después Mike me dijo que había revisado las grabaciones y había cosas interesantes. En el momento ni nos dimos cuenta.
¿Hay temas que han salido de Primera Toma?
M: Todas son de primera toma. Las ediciones son muy simples. Yo no sé editar de manera profesional, es un rollo solo de elevar los agudos, limpiar los graves, y con un software libre.
R: Y es que luego… nuestros instrumentos… toda mi batería salió en 1,200 pesos. Luego si compré unos platillos un poco más caros. La tarola es de 10 pulgadas, no es choncha. Tenías que pegarle con muchísimos huevos para que se registrara el sonido de la misma. Todo muy lo-fi.
¿Los Crimentales están en pausa permanente o van a regresar?
M: Nunca se han ido.
R: Queremos grabar más canciones. No somos los más disciplinados, pero es cuestión de ponernos a hacerlo. Tengo un par de rolas escritas por ahí.
B: Es que nuestra dinámica siempre ha sido así, estos batos le empiezan a pegar a sus instrumentos, a que la rola vaya caminando sola, y ahí se me va ocurriendo algo. Interpreto a partir de ello; digo: esto tiene una cuadratura con lo que ellos están tocando. Y nos ha funcionado.
R: No estaría mal tocar en algún cagaderillo por ahí…lo que sí, yo creo que cuando toquemos, debe ser cuando la banda este bien peda. Para que no se den cuenta de nada, que les valga. Debemos regalar un chingo de alcohol, y ya pedos tocamos.
B: Los Crimentales son doble filo. Hay gente que obviamente dirá: estos bueyes tocan de la fregada, o habrá quien empatice con ello, quien nos vea algo, como tú.
R: Daniel de Par Ásito nos dijo que nos quería grabar. Pero quien sabe, a lo mejor es que ya andaba muy pedo y nos dijo eso.
¿Influencias o referentes?
R: El Brutales Matanzas, el compilado de punk mexicano. Cuando lo conseguimos, y escuché esa canción de «Pelones», nos llamó mucho la atención. En un minuto despiden tanta energía…Me gustan ese tipo de cosas. O por ejemplo, Morbo, los peruanos, esos batos me siguen pareciendo la pura crema; Los Monjo, los Putas Mierdas… íbamos a las tocadas de esas bandas. En una bañaron a Berto de chela y casi se arman los vergazos.
M: Tuvimos que calmar el pedo, también porque iba empezando, y pues queríamos disfrutar todo el evento.
B: No fue salpicada, me echó literal el litro de chela encima. Me vio en el slam y se le hizo chistoso hacerlo. Lo vio de manera divertida.
R: Aparte que yo en los vergazos no soy muy útil, pues.
M: Ni yo
R: Todo hubiera acabado con el Berto contra cuatro, ya vez que practicaba artes marciales mixtas. Pero volviendo al tema, a todas las bandas les hemos dado seguimiento. Nos encantaría llegar a tocar como Crimen o gente así, lo hacen muy bien. No sé si sea físicamente capaz de tocar así, pero siempre he tenido ese sueño.
¿Dónde encontramos su música?
B: Hay una página de YouTube que no tiene nada de música
R: Esto de la entrevista nos va a animar a sacar cosas. A la raza que la tiene, la tiene porque se la hemos mandado por mail. O si tienen soulseek, si son de esa vieja escuela, yo vengo como barrios (en minúsculas) y a veces me conecto, y hay una carpeta abierta de Crimentales. O venir a nuestro estudio a nuestros ensayos, están invitados.
M: Sólo traigan unas caguamas.
¿Algo que quieran añadir?
R: Sólo queremos finalizar con que nuestro estilo lo hemos bautizado como “Rock Improductivo”. Hay una cosa en la que pienso mucho: de que en todo lo que hagas hay veces que no hay necesidad de mostrarlas. Es hasta saludable el no estar pensando de que las cosas que hagas las va a ver alguien o las va a escuchar, de si van a gustar. Con que te gusten a ti es suficiente. Cuántos amigos no tengo que tienen bandas que terminan peleados… hasta creo que está bien no hacerlo formal. Nos llevamos tan bien que a veces pienso que es mejor que se quede en la anécdota. Yo la neta te tengo una pregunta a tí. ¿Tu qué opinión tienes de los Crimentales?, objetivamente…
Está divertido, la neta. Yo digo que sí deberían salir en público y hacer su desmadre.
Si no vas, te partimos la madre.
¡Sí voy! Yo cubro el evento.