Cine de manufactura chilena, reconocido en el FICG

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“Inmersión” de Nicolás Postiglione obtuvo tres reconocimientos en Guadalajara.

Por: Miguel Angel Avilés / @aviles_mgl

Del 1 al 9 de octubre del presente año se llevó a cabo la edición 36 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que tuvo a Guatemala como invitado de honor. 

Tuvimos la oportunidad de charlar, en exclusiva, con Nicolás Postiglione, director de “Inmersión”, producción chileno-mexicana que compitió en la categoría Largometraje Iberoamericano de Ficción.

La charla se llevó acabo después de la proyección de la segunda función, realizada en una sala rumbo al poniente de Guadalajara, un par de días antes de finalizar el festival.

En “Inmersión” Ricardo, un padre de clase media, lleva a sus dos hijas a la casa familiar, junto al lago, en el Sur de Chile. Durante el traslado en yate, ven a tres jóvenes pescadores pidiendo ayuda desde otro barco que se está hundiendo. Ricardo se niega a ayudar, argumentando que parecen sospechosos y exasperando a su hija mayor. Sus prejuicios serán el comienzo de un viaje que no terminará bien.

 

PFES: Nicolás, ¿cómo surge la idea de la película?

N. P.: La película es una idea original mía y de mi co-guionista Moisés Sepúlveda, un gran director chileno que finalmente se escribió con la ayuda de Agustín Toscano, otro gran director y guionista argentino, sus películas ya han estado en Cannes. Se trata de un tipo que ya sabe lo que está haciendo. 

Queríamos hacer algo simple, aunque se fue complejizando. Pero la idea era hacer una historia que fuera puro cine, basado en personajes, en pocos lugares y locaciones, pero grandes emociones. Eso era lo que queríamos.

Es importante destacar que queríamos hacer una película poco más de entertainment, que tuviera un poco más de acción y que pudiera limpiar el fantasma que siente la gente chilena, al menos, del cine de nuestro país que de que no van muchos al cine. Eso lo piensan algunos que no saben empatizar con este cine. 

Era limpiar ese fantasma y decir, “hey, se pueden hacer buenas historias locales, latinas, chilenas” pero también con una cuota importante de  entertainment, esas fueron unas de las premisas iniciales del proyecto. 

 

PFES: Hay algunos aspectos técnicos en tu película que sobresalen como el manejo de la luz, que genera una foto muy particular.

N.P.: Yo generalmente filmo publicidad, donde todo siempre tiene que estar muy luminoso y bien nítido de colores. Pero acá, dije voy a filmar esto y no voy a iluminar nada. De hecho, no usamos luces. La única luz que usamos fue la luz roja que aparece al final. Lo demás era ubicar bien el sol, las sombras y dibujar el cuadro así, con inteligencia de encuadre, más que de luces. Por que también no hubo manera de poner luces sobre los botes ya que filmamos en un lago. Eso fue trabajo de cámara y nada más. Y luego mucha corrección de color. Fue de manera muy meticulosa crear el paralelo que existe en la forma en que el sol se va volviendo oscuro, el día se vuelve oscuro. Ese fue un trabajo muy delicado también. 

Fue un privilegio trabajar con Sergio Armstrong, gran director de foto chileno, uno de los mejores sin duda, un tipo que ha trabajado con Pablo Larraín.

PFES: ¿Cómo fue trabajar con un actor del tamaño de Alfredo Castro (“Tony Manero”, “El Club”, “Tengo miedo, torero”)?

N.P.: Castro, para quienes lo conocen y conocen su trabajo saben que es una eminencia del cine. A mí me intimidaba tener en mi primer película a alguien con tanta experiencia. Pero tuve la gran suerte que Alfredo es en verdad; a pesar de todo su talento y toda su experiencia, un tipo muy sincero muy generoso, muy terrenal y sencillo. Uno podía ponerle la mano en el hombro y ser amigo de él. Ese tipo de cosas me ayudaron mucho porque, fue difícil; es un actor con mucha experiencia, mucho lenguaje y herramienta pero el reconoció que yo era un novato. Me perdonó un poco y me hizo la vida más fácil y eso lo agradezco por siempre.

 

PFES: El miedo tiene un lugar importante dentro de la historia de la película…

N.P.: El miedo es un elemento común en el thriller. Nosotros no queríamos que fuera puro miedo. Pasaba que la película no podía no tener un aspecto, que tuviera alguna importancia política y social, porque si no es pura challa, es una película olvidable. Esta combinación entre decir algo sobre nuestros personajes y de como nuestra sociedad se comporta en situaciones así, mezclado con elementos de miedo y entretenimiento, es lo que tratamos de buscar y se sintió en la película. 

La cinta viajará al Torino Film Fest (26 de noviembre a 4 de diciembre) y a Tallinn Black Nights Film Festival de Estonia (12 a 28 de noviembre) y después se buscará venderla a alguna plataforma de streaming. 

Hablamos con Nicolas una noche antes del fin del festival y de la entrega de premios. El día siguiente, la cinta de Postiglione fue reconocida con los premios a la Mejor Fotografía (Sergio Armstrong), Mejor Director y Mejor Ópera Prima dentro de la categoría Largometraje Iberoamericano de Ficción. 

El director chileno nos compartió unas palabras al respecto:

“Como representante de la película “Inmersión” estoy encantado de haber recibido el reconocimiento por parte del jurado de Guadalajara, un jurado especializado en cine, un jurado que sabe reconocer y que tiene la credibilidad para dar estos premios. Esto me parece muy importante y nos sentimos obviamente halagados.

“Al final, estos premios son importantes para mi, personalmente, por que me inspiran para seguir haciendo cosas, me inspiran para seguir buscando nuevos logros o crear nuevas películas. Es un trabajo difícil, este el que hacemos y obviamente estos reconocimientos nos dan empujones para la moral, para la autoestima, para seguir creyendo en el arte de contar historias”.