15 libros (leídos) en 2021

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Invité al poeta Daniel Medina [con total libertad de criterio curatorial] a realizar una lista de mejores libros leídos durante el 2021. Este, a su vez, invitó a los poetas Andrés Segovia y Edson Martínez para realizar en conjunto el ejercicio. Entre los tres firman esta interesante lista de 15 libros a los que merece la pena aproximarse.

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Quizá contra la convención de que las listas son producto de una rara y solitaria avis, la presente lista fue realizada, en simultáneo, por tres lectores. Se suma a esta idea la noción de no proponer, exclusivamente, libros publicados este año, que a veces propician un par de ejemplares vendidos. Al contrario, otra vez, se postulan libros publicados en diversos tiempos, cuyo hilo conductor son poco más de dos décadas. Prácticamente todos estos materiales pueden ser localizados en internet: Scribd, Bookmate, Lectulandia, webs y blogs de varia índole (como Poesía Lat y La Pirateca).

Esta es una lista a favor de la lectura en medios digitales, libros para leer gratis o a bajo costo. Esta es una lista realizada por tres personas que pudieron ser siete.

Daniel Medina, Andrés Segovia, Edson Martínez

 

Correo literario o cómo llegar a ser (o no llegar a ser) escritor: Wisława Szymborska

Nórdica Libros: 2018 / Traducción de Abel Murcia y Katarzyna Moloniewicz / 176 pp.

El semanario polaco Życie literackie (Vida literaria), a cuyo consejo de redacción perteneció Szymborska de 1953 a 1981, anuncia el 27 de noviembre de 1960 una nueva sección: un correo literario que almacenaría las respuestas a los diversos autores que día con día eran rechazados de sus páginas. Fue Teresa Walas quien se encargó de recuperar y agrupar el material, todas las respuestas de la nobel de literatura, dándole forma a este libro.

Las respuestas de la autora, llenas de una encantadora ironía y un humor terriblemente lúcido, podrían desencantar a más de uno en estos tiempos. El Correo literario es un recordatorio de la crueldad y la tragedia de la creación: valoraciones, calidades, comparaciones, lo nuevo y lo viejo, la delgada línea entre el genio y la estupidez.

 

The Xenotext (book 1): de Cristian Bök

Coach house books: 2015 / 161 pp.

 

En abril del 2011, el genoma X-P13, propuesto por el autor, comenzó a escribir tras una espera de casi 10 años en el laboratorio de la Universidad de Calgary, Canadá. Imagina que un agente de tipo bacteria (E. coli) deja su marca a través de su material genético y, en su codificación, esta tiene la capacidad de escribir poemas que se seguirán reproduciendo, al menos, en las próximas 128 generaciones que están a punto de proceder.

Xenotext es la primera publicación que prueba lo que es capaz de escribir una bacteria con la codificación genética que se le impuso. Escrito completamente en prosa, el texto recaba fragmentos de generalidades literarias, haciendo alusión a los estilos antes utilizados en la poesía y un nocturno a Orfeo.

 

El libro de Tamar: Tamara Kamenszain

Eterna Cadencia: 2018 / 91 pp.

La autora de La novela de la poesía escribe, aquí, un magnífico libro sobre las implicaciones de la separación, la separación de dos escritores: él, que siempre escribía en prosa, y ella, que siempre escribía en verso. Una notita, repentinamente, se desliza bajo la puerta. Resulta ser un casi-haikú cubierto de lo que parecen pistas de algo. Es entonces que la narradora de este libro decide reaccionar, digamos, contra la notita en verso de su exmarido (que por un momento se volvió poeta) en prosa.

Kamenszain dijo alguna vez: la poesía narra, pero siempre suspende. El libro de Tamar es una tensión de esa frase, una donde la autora ejerce un extraordinario análisis de la intimidad a través de otro tipo de análisis, el de la literatura, o dicho mejor: el de los “bolsones semánticos”.

 

Dragón Dorado: Bruce Lee

Abducción editorial: 2018 / Traducción de Maximiliano Andrade / 100 pp.

Tomados de la magnífica biografía Artist of Life, estos poemas construyen otro de los tantos y grandes vectores que sostienen la leyenda de Bruce Lee. Apegados, como es lógico, a la vocación del cuerpo y la mente, los textos proponen viñetas que van desde el paisaje entregado en bruto, digamos “descrito al óleo”, hasta añadiduras al confucionismo y la más amplia filosofía china.

Una de las grandes aportaciones de este libro es permitir al lector visualizar a Lee desde otra experiencia estética, la de la escritura, dándole un espacio propio a los poemas. Un libro, pues, que se suma a otros escritos como El vacío y la forma para recordarnos que el cine no lo es todo. Be water, my friend.

 

Charlas Breves: Anne Carson

Zindo & Gafuri: 2015 / Traducción de Ezequiel Zaidenwerg / 97 pp.

En este libro se encuentran reflexiones sobre los sueños, memorias cercanas, diálogos con Prokófiev, Franz Kafka o Emily Dickinson, además de múltiples apuntes sobre el oficio de la escritura. En una de sus charlas, la poeta canadiense asegura: somos el muñón del lenguaje. En ese sentido, los textos demuestran un interés por hacer visibles los intervalos fallidos del lenguaje dentro de la vocación humana. A través de una prosa ¿ viva y contundente, este libro puede devolverles el rojo a los corazones rojos.

 

 

 

La invención del color: Phillip Ball

Turner-FCE: 2003 / Traducción de José Adrián Vitier / 464 pp.

Agudo e irónico, Ball escribe un tratado contra la inconsciencia de los artistas frente a sus materiales, uno en el que se desdobla la etimología, química e historia del color como la gran deuda de un grupo de creadores (y espectadores) que se ocupan de la experiencia y no del experimento, del producto y no de la producción.

¿Conoces el nombre químico de todos los colores; cuántas variedades de amarillo, verde o azul existen en el sentido más amplio de la frase? ¿El por qué los pintores del expresionismo abstracto decidieron usar pintura acrílica no para sus paredes sino para sus piezas, o pintura no para sus coches sino para sus “milagros”? Los colores, explica Ball, pueden ser un vehículo para la creación más sublime, o un potente veneno para morir, lenta y dolorosamente, sin intención alguna.

 

Eso: Inger Christensen

Sexto piso-CONACULTA: 2015 / Traducción de Francisco J. Uriz / 493 pp.

Publicado originalmente en Dinamarca en el año 1969, es un libro de poemas sobre el origen del lenguaje y el mundo. La arquitectura de la obra se divide en tres niveles regidos por el término griego λóγος: Prólogo, Logos, Epílogo. Al igual que en Alfabeto o El valle de las mariposas, Christensen desarrolla un esquema matemático muy preciso que, a su vez, se traduce en estructuras puestas en movimiento: procesos lineales, geométricos y repetición de breves motivos. Eso es la totalidad en una masa diferente, es una crítica de las ansias del mundo, es, en suma, una construcción que prospera al derrumbarse.

 

 

 

 

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes: de Tatiana Țîbuleac

Impedimenta: 2016 / Traducción de Marian Ochoa de Eribe / 256 pp.

Con una prosa punzante y taladradora, llena de momentos que engrandecen los 77 fragmentos de este libro, la autora moldava presenta una primera novela cuyo mejor adjetivo es lapidaria. La historia de Aleksy es la de un recuerdo expansivo, torrencial, a partir de la figura de su madre: el odio hacia su madre. Țîbuleac aborda no la figura emotiva sino la destructiva, y lo hace con el tacto de una seta: desde lo amargo y poroso.

Se habla, y mucho, de una especie de “factor poético” en este libro. Quizá se justifica esta postura, un tanto reduccionista, gracias a la formidable decisión de intercalar bloques textuales con líneas suspendidas que reescriben la máxima “los ojos de mi madre eran…”. Más allá de lo poético, que es un valor difuso, este libro puede interesar a lectores de la reciente novela de Ocean Vuong, o de la propia Canción de tumba de Herbert.

 

Aviones sobrevolando un monstruo: Daniel Saldaña París

Anagrama: 2021 / 160 pp.

A partir de una frase de Robert Creeley (¿Puede uno derretirse autobiográficamente?), Daniel Saldaña organiza estos nueve textos en los que las ciudades, recorridas en diversos momentos y por varias circunstancias, dan forma a una primera persona que, cómo no, es muchas al mismo tiempo. Si bien podemos hablar de un “libro autobiográfico”, lo mejor sería abordar estos Aviones como un diario en vistas de publicación: un diario pensándose en voz alta, y en público.

Notas sobre el oficio de la escritura, sobre el amor desgarrado, lo animal, y la nefasta situación de ser alguien que está haciéndose mientras viaja (en el sentido geográfico y el neuromodulado).

 

 

 

Archivo Dickinson: María Negroni

Vaso Roto: 2018 / 96 pp.

A manera de homenaje, Archivo Dickinson de María Negroni, nace por un sumario de obsesiones alrededor de la figura de la poeta estadounidense Emily Dickinson. El proceso creativo de Negroni gira en torno a la acumulación y estudio de un repertorio entero de 9000 palabras de la autora nacida en Amherst. Como resultado, la dicción insumisa, los desajustes sintácticos, el dialecto propio y el ritmo sincopado son ejes centrales en esta obra. En una entrevista la poeta argentina comenta que la poesía es la “epistemología del no saber”. Esta idea se extiende a lo largo de poemario como un recordatorio más de que escribir es tener poca certeza.

 

 

Tormenta de uno: Mark Strand

Visor: 2009 / Traducción de Dámaso López García / 120 pp.

Ganador del premio Pulitzer en el año 1999, Tormenta de uno es un poemario que oscila entra la ceguera perdida y la ceguera recuperada. El también autor de Sobre nada y otros ensayos desarrolla una estética minimalista que se resguarda en el anonimato: la primera persona mantiene una secreta convicción: una ciudad que es múltiples ciudades. En un maravilloso poema, Strand escribe: Ustedes que están ahí, díganme, ¿qué es la poesía? ¿Puede morirse alguien sin un poco tan siquiera?

 

 

 

 

 

 

El momento perfecto: Legna rodríguez Iglesias

Ediciones Matanzas: 2012 / 116 pp.

Las posibilidades que tiene la expresión poética para aterrizar en un símil cargado de simbología, a veces ajena o propia a uno mismo, es un ejercicio que enaltece la experiencia. Descubrir una canción de cuna en la que el coco, cuando madura, se transforma en el hambre.

Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas, este poemario atraviesa los muros de la intimidad creativa, con poemas que van desde lo meramente cómico e irracional, hasta la más peculiar de las referencias.

 

 

 

 

 

Rituales cotidianos: Mason Currey

Turner: 2014 / Traducción de José Adrián Vitier / 276 pp.

¿Hay algo mejor que ejercer el voyerismo elegante del fragmento biográfico? Seguramente no. Mason Currey escribe un catálogo de rituales que exponen lo extraño y obsesivo, a veces cómico, que puede ser el proceso creador de grandes figuras del arte y las humanidades. Thomas Mann era un fumador cauto: se limitaba a doce cigarros y dos puros al día, cosa que Karl Marx no pudo hacer. O el caso de Strauss, que también fumaba, pero con horarios que cumplía religiosamente.

Se avanza, pues, de Gertrude Stein a Balthus, pasando por Pollock y las inmensas planifaciones de Marina Abramović. Este es un libro que presenta inmensas rutinas en pequeños marcos de madera.

 

 

Eunoia: de Cristian Bök

Coach house books: 2005 / 120 pp.

Un “beautiful thinking” que experimenta con las restricciones literarias, resultado de escribir un libro dividido en 5 partes utilizando un lipograma único. Ganador del premio Griffin (2002), Eunoia personifica el carácter de cada vocal, haciendo uso de cada particularidad que surge de las palabras. La sensación de ritmo, junto con la singularidad sintáctica de cada parte, conforman lo que seguramente es la antología univocal más flexible de la lengua inglesa.

En portada vemos una representación cromática del soneto Voyelles, de Arthur Rimbaud, en la que cada vocal tiene un color determinado y las consonantes aparecen en gris. Un trabajo que asemeja la labor creativa del lipograma en Gadsby, de Vincent Wright, o Efectos vocales del rapero español Nach.

 

  

El primer libro: de Soledad Fariña

Ediciones Amaranto: 1985 / 25 pp.

¿Por dónde empezar? ¿dónde volcarse en este paisaje? Primera publicación de la autora que data del 1985, aborda las cuestiones mismas del primer encuentro con la publicación y el proceso mismo de la escritura. Un libro dedicado completamente a los terrenos que conlleva la primera cimentación de un autor, el acto natural de tentar las palabras con el objeto que las escribe, aquellos arcos que se forman en la particularidad del idioma.

Los poemas son tratados con el oficio de aquel que comienza un jardín en la parte trasera de su casa; los instrumentos, las condiciones en las que se cría el cuerpo de la escritura y, sin más detenimiento, el órgano natural de destruir y contraer el lenguaje.

 

Daniel Medina (Mérida, Yucatán, 1996). Beneficiario del programa Jóvenes Creadores del FONCA (2021-2022) y ganador del Premio Punto de Partida de Poesía, es autor de dos poemarios.

Andrés Segovia (Mérida, Yucatán, 1999). Actualmente es becario del PECDA Yucatán en el área de poesía. Ganador de los premios Desiderio Macías Silva y María Luisa Moreno.

Edson Martínez (Ciudad de México, 1998). Premio Estatal de Poesía Tiempos de Escritura 2020 por Dos poéticas distintas para decir te lloré una banda.