Movimiento constante

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Massacre 68

La historia de Massacre 68 tiene velos particulares que nos impiden leerla y escucharla con claridad, en parte por el hermetismo de Aknez (vocalista fundador) y por el poco registro o el bajo interés mediático que se tenía de este tipo de bandas en los años 80′. Las producciones musicales y los demos de grabaciones caseras eran muy escasas, por no decir que nulas, muchas de las agrupaciones que tocaban en esos años, nunca llegaron a dejar evidencia de su música, y los pocos registros que surgían, por lo general eran de muy baja calidad, ya que no se contaba con los recursos para rentar un estudio de grabación; situación nada comparable con las producciones de ciudades como Nueva York o Londres.

Massacre 68 surge en las inmediaciones del Tianguis del Chopo en la Ciudad de México, de cadáveres de bandas como Kaaoos, Subterráneo y descontrol –de la que provenía Aknez–. Entonces era el año de 1987 y la banda estaba formada por “El Pelón” (batería), “Virus” (guitarra y voz), “Thrasher” (bajo) y Aknez (voz), alineación que logró editar un demo homónimo con diez temas de calidad muy aceptable, mismo que se haría circular por toda la Republica Mexicana, autogestión que los transportaría por ciudades como Tijuana, Monterrey, Estado de México, Querétaro y San Luis Potosí. 

El primer desbalance de la banda se da de la mano de “Thrasher”, quien comienza a fecundar otra agrupación, lo que genera conflictos en Massacre 68, y éste termina saliendo de ella. “Chompis” (Ex–Decadencia) toma su lugar, y la banda comienza a tomar nuevos matices, pero la gente que les rodea comienza a aprovecharse de su nombre (organizadores y empresarios), que obtienen provecho y patrocinio personal del profesionalismo de la “Massacre”.

Para explicar la primera salida de Aknez, el vocalista me lo ejemplifica en una llamada telefónica, bajo el argumento de una película de Bruce Lee: El furor del Dragón (1972). Filme en donde un mafioso visita la familia de Tang Lung (Bruce Lee) en su restaurante de Italia, y tiene que ayudarlos a defenderse contra brutales hampones que los fastidian. Me invoca parte del monologo más importante de esta cinta:

“Por su culpa todo se ha complicado. Piensa, no es tan complicado; no tengo nada en absoluto, toda mi vida he trabajado duro y no tengo nada, absolutamente nada. Mi familia me está esperando”.

Aknez concluye su explicación con otra frase del Dragón: “la vida nunca es estancamiento constante. Es movimiento constante. Las cosas viven moviéndose y ganan fuerzas mientras lo hacen”.

Massacre 68 se negó a salir de gira con Eskorbuto, porque serían utilizados nuevamente por los organizadores, que con el pretexto de coadyuvar a  la escena, buscaban el beneficio económico personal. Además de que había mucha droga alrededor, y Aknez se oponía rotundamente a ello. A la Massacre los anunciaban en todos lados, sin siquiera ellos tener conocimiento de los eventos ni de sus organizadores.

La carrera musical de Massacre 68 transcurrió de 1987 a 1999, dejando un socavón muy grande en territorio mexicano. La banda había formado parte de una avanzada bien reconocida en países como Japón, Estados Unidos, Finlandia, España y algunas ciudades de Sudamérica. Después de algunas tocadas esporádicas en reverencia a punks caídos y un homenaje organizado por Zine Mexcore e integrantes perdidos por Finlandia, la banda se reúne después de 16 años para concretar un proyecto: la grabación del disco “Zonas Marginadas” en 2007; posteriormente, Aknez decide desligarse por completo de esta masacre.

Massacre 68 grabó cuatro casets sin sello: Demo en 1987, En vivo en Tláhuac en 1989, No al pacto en 1990 y El último suspiro en 1992, además de los discos ¡No estamos conformes! En 1990 con 8 versiones distintas, incluyendo una finlandesa, Histeria de 1998 con 3 versiones, Cicatrices en 2010 y El muro en 2017, con 2 versiones.

“Poco interesa si fuimos los pioneros en algo”, me expresa Aknez antes de colgar: los últimos siempre serán los primeros. Me indica que tiene un mensaje para todos nosotros: “Ustedes ya están fuera de la oscuridad y al final, lo que importa, es lo que seremos”.