Aguaturbia – Aguaturbia Vol. 2

Publicado por

Una banda única

Dentro de la extensa y olvidada historia del rock latino gestado en la década de los 60’s y 70’s, sobre todo del generado fuera de México, Argentina y España, se pueden encontrar auténticos actos de culto, principalmente dentro del rock psicodélico. Uno de esos actos, es sin lugar a dudas, Aguaturbia, agrupación formada en 1969, por Carlos Corales (guitarra), quien invita a Ricardo Briones (bajo), y Willy Cavada (batería), para formar la base rítmica.

Ya con el trio armado, faltaba una voz, y es cuando Carlos invita a su pareja, Denise Corales, a unirse a la banda. Esto sin lugar a dudas era una elección arriesgada, sobre todo en latinoamérica, en donde ya de por si, el rock interpretado por hombres era mal visto, así que el tener una figura femenina al frente, era ir en contra de la corriente. 

Sus primeros pasos

Y aunque era evidente que los integrantes tenían influencia de Jefferson Airplane, banda que también tenía a una mujer al frente, no cayeron en el camino fácil de ser una copia de Grace Slick y compañía, muy por el contrario, el sonido de Aguaturbia se fue más hacia el blues psicodélico, e incluso presentaban un sonido no común en ninguna banda del mundo que tuviera una mujer al frente, si al caso lo más cercano era Jinx y sus Coven, aunque en ellos, su sonido no era agresivo, caso contrario de Aguaturbia, cuya propuesta ya tenía ese sonido pesado que ahora ostentan actos actuales liderados por una mujer, como Psychedelic Witchcraft y Lucifer. En resumen, estos chilenos estaban adelantados a su época. 

Pero la innovación musical no era suficiente para la agrupación, ya que como apuntabamos más arriba, les gustaba romper esquemas, y el tener una vocalista mujer no era suficiente, así que también eran provocadores ante una sociedad conservadora, y la primer polémica se dio con su álbum debut, Aguaturbia, editado en 1970, cuya portada presentaba a la banda totalmente desnuda, y sobre todo había el detalle que los pezones de Denise no estaban cubiertos. Y si la tapa del disco no era suficiente, la canción ‘Erotica’ fue censurada, al ser un jam psicodélico aderezado por los gemidos sexuales de Denise, que emulaban la masturbación femenina. 

 

Aguaturbia Vol. 2

Y tras asustar a los reprimidos sexuales con su primer larga duración, meses después llegaba el segundo material, Aguaturbia Vol. 2, y nuevamente la polémica se desata, solo que esta vez fue la iglesia católica y sus seguidores, quienes se fueron en contra de la banda, debido a que la portada, inspirada en la obra ‘Cristo de San Juan de la Cruz’ de Salvador Dalí, mostraba a Denise crucificada, y de hecho, antes de ser presentado con el nombre de Vol. 2, originalmente el disco se iba a llamar ‘Crucificada’. 

Pero más allá de polémicas, es hora de analizar el contenido del álbum, mismo que inicia con ‘I Wonder Who’, track de sonido rasposo y una estructura que se salía de los estándares psicodélicos típicos. El trabajo en la guitarra es magnífico, y desde aquí se nota el nivel de Carlos Corales en las seis cuerdas. La voz de Denise, y el trabajo en batería y bajo, también estan al nivel.

La potente batería sigue sonando concisa en ‘Heartbreaker’, delicioso blues psicodélico con interesantes cambios de estructura y un excelente trabajo vocal de Denise. El sonido de la guitarra nuevamente es digno de elogio, de igual manera esa estupenda línea de bajo. 

Llega otro tremendo blues psicodélico, que da un momento épico para la guitarra: ‘Blues On The Westside’. Este corte no le pide nada a las incursiones blueseras de bandas como Grateful Dead o Country Joe and the Fish, ni tampoco la habilidad de Carlos Corales le pide nada a guitarristas como Jerry Garcia o cualquier otro de la época. Simplemente, una gema musical. ‘Waterfall’ es un acercamiento más inclinado al heavy psych que a la psicodelia sesentera, y fácilmente podría formar parte de ese revival musical tan recurrido hoy en día. 

Lado B

Y si el anterior corte suena pesado, ‘Well All Right’ va todavía más allá. Esto es rock pesado con todas sus letras. Al escuchar este corte, si no sabes que fue realizado en 1970, es facil creer que se trata de una banda actual. Es el turno de una pesada e interesante versión a ‘Jailhouse Rock’, track insignia del rey del rock, Elvis Presley. Estupendo trabajo al llevar a un plano totalmente distinto este clásico de todos los tiempos. 

Más de ocho minutos de riffs atascados de manufactura stoner, intercalados con el protagonismo del bajo, se hacen presentes en la sorprendente ‘E.V.O.L.’, una obra maestra en donde cada integrante luce su capacidad en sus respectivos instrumentos. Esto definitivamente era stoner rock antes de la llegada de los padres del género, Black Sabbath.

Así es, a este nivel de vanguardia y nivel de ejecución estaba el rock latino. Después del madrazo anterior, y la psique volando todavía, llega el cierre con ‘Aguaturbia’, el único track en español, y que evidentemente no es malo, pero si te saca de onda, después de la dirección presentada en todo el álbum. Este corte se basa en guitarra acústica y una percusión minimalista, y las voces de Denise y Ricardo. Una especie de folk, para despedir este discazo. 

 

El legado

Después de este álbum, la banda desaparecería, dejando un legado que se vio reflejado en una recopilación realizada por fanáticos ingleses, llamada ‘Psychedelic Drugstore’, misma que fue editada ya de manera oficial por el sello inglés Relics. Y respecto al álbum que les trajimos, así como su antecesor, fue reeditado en acetato, por el sello inglés Essex, mientras que en Estados Unidos, fue reeditado en el mismo formato, por el sello Lion Productions.

Sin lugar a dudas, Aguaturbia es una pieza clave al hablar de la historia del rock latino, y una muestra del potencial musical que fue obstruido por dictaduras, y que actualmente sigue siendo destruido por el prácticamente nulo interés de los supuestos medios especializados, de dar a conocer estas joyas a las generaciones actuales. 

Y claro está, no es malo dar difusión a lo actual, es algo necesario también, pero debe de haber un balance, y entender que antes de alabar a actos como The Warning o cualquier otra banda, hay que voltear a ver a quienes labraron el camino.