El Gallito Mañanero

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El Gallito Mañanero es un programa radiofónico que con poco más de un año a la fecha, se ha ganado un lugar en el aire, pero sobre todo, se ha ganado el cariño de la audiencia, quienes han quedado atrapados. El programa ha ido mutando, de ser de solo una hora, a aumentar a dos, e incluso ha tenido cambios dentro de su mismo formato. Su existencia no ha estado exenta de mucha intensidad: pasaron de una estación privada, la cual acabó de forma abrupta –Aire Libre– a una pública que busca renacer –Código CDMX– y han tenido la fortuna de hacer fiestas donde el contacto se ha hecho más cercano con la propia audiencia.

Los involucrados en El Gallito Mañanero son tres simpáticos personajes, tres paladines, tres papachos, tres panas que han creado un concepto tan entrañable como divertido: Isra, ElAle y Kevin. Es de esta manera, que los contactamos para que nos platicaran acerca de como se formó el programa, de que va, y cuales son los siguientes pasos, en una emotiva y agradable charla que nos otorgaron de manera conjunta y que les agradecemos profundamente. Sin más, que ellos mismos nos platiquen acerca de la génesis del programa que ha hecho nuestras mañanas más prístinas: El Gallito Mañanero. 

¿Cómo se inició la inquietud de hacer radio juntos, de crear el Gallito mañanero?

ElAle:: Todo se inició por una invitación de Febe Esquerra, quien trabajaba en Aire libre. Yo estuve colaborando en La Hora Libre con Bruno Moya y Miranda Cervantes donde tenía una cápsula semanal sobre crónica urbana que se llamaba “La Birria es bella”.  A partir de ello, les gustó el contenido, vieron que tenía movimiento en redes, y cuando acaba el programa, se libera el espacio las 6 am. y me preguntan si me interesaba…¡y claro! siempre había sido un sueño estar en la estación y en FM.  Me comentó Febe que me consiguiera un acompañante, de preferencia una morra, y pues si, tenía algunas amigas que pudieron entrar, pero todas vivían muy lejos de la estación y se me hacía difícil convencerlas para que le cayeran temprano todos los días. 

 Ahí fue donde pensé en Isra, ya que habíamos hecho cosas juntos, sabía de su amor por la radio y aparte, vivía muy cerca de la estación. En ese momento él tenía El show de nada. Pensamos en nombres hasta dar con el de El Gallito Mañanero, con ese juego de palabras en doble sentido, dedicado en parte a la comunidad pachecona.

Nos arrancamos, tuvimos el programa con una hora de duración, y empezó a tener jale. Yo nunca me esperé una respuesta tan rápido y el programa se forjó como un espacio que la gente hizo suyo para desahogarse o sentirse acompañada en las mañanas. Febe nos presentó a Kevin, que era el productor de Ilana y Mike, que tenían un programa de 10 a 12 am. Kevin llegaba un poquito más tarde y nos apoyaba. Poco a poco lo fuimos integrando, le abrimos los micros los viernes y ya nos daba sus recomendaciones de conciertos. Poco a poco se fue ganando el cariño de la gente y se volvió una pieza importante del Gallito. 

Isra: La génesis de todo esto es un sueño compartido. Tanto el Ale como yo nos dimos cuenta que no nos interesaba la tele ni el Youtube, sino la radio. Para mi, es el mejor medio. Es lo que nos educó sentimentalmente, conocimos mucha música. Antes lo habíamos hecho de distintas maneras cada quien por nuestro lado. El Ale fue el primero que me invitó a hacer radio, cuando estaba en La hora Dada. Cuando me preguntaba de que podríamos hablar, yo le decía que de nada, que namás cotorreara. Era una cosa muy natural, y al final buscamos eso. No entramos al radio para ser rockstars, hiperfamosos. Nos gusta lo mismo que a la gente que nos escucha, no hay nadie mejor ni peor.  Pensamos como una comunidad muy horizontal. 

 

¿Qué otros programas de radio o que locutores los influyeron en su manera de hacer o entender la radio?  

Isra: En nuestro programa hay muchos homenajes. Están implícitos algunas cosas que nos interesaron siempre, como por ejemplo El Gallito Inglés, que tenía esa intención de ser para la banda. O también, El Mañanero que nació en Radioactivo. Cada uno de nosotros, aportamos de distintas maneras al concepto. Por ejemplo, el Kev nos trajo mucha frescura, pues nosotros si somos mucho de la vieja guardia, crecimos con Radioactivo, Reactor, Orbita, La Pantera. La radio que conocimos cuando el mundo era menos accesible y solo había eso. El incorporar a Kevin es como un manifiesto. Nunca pensamos en que el operador estuviera por allá, y nosotros acá. 

Al final nos hermanaba lo esencial de la radio, que es comunicar, hablar con la gente, darle un espacio, hacer una comunidad y poner rolas. El truco en si, si es que lo hay, es que aunque parezca que no se trata de nada el programa, se trata en si de la esencia de la radio. Puede parecer tonto, pero queremos rescatar esa magia que se ha perdido en parte por ser otros tiempos.  

 

¿Cómo ven actualmente a la radio, ante la explosión de los Podcasts y esa creencia un tanto generalizada de que estos últimos son el presente y futuro, y en cambio la radio se ha quedado atrás?

Kevin: La diferencia principal es que con la radio conectas persona a persona. El podcast está abierto a un tema. En todo caso, la radio siempre pretendió conectarte con alguien. La gente quiere escuchar que está hablando con alguien, de identificarse y conectar -o no- con sus ideas. Es algo que siento que el podcast no ha logrado. Aunque hay varios muy buenos, son temas que puedes dejar muy fácilmente pues no estás conectando con nadie, pues solo queda la información. Lo padre de los recalentados es que se intenta integrar a otro núcleo de personas.

 

De hecho si me he dado cuenta de como han logrado conectar con la gente que los escucha, hay un cariño y una atención cautiva a lo que están haciendo. 

Kevin: Yo siento que el podcast centraliza mucho la voz del locutor y hemos tratado precisamente de abrirlo y que todas las voces sean importantes. Hay un sentido de pertenencia que para nosotros es importante. Tratar de dejar ese protagonismo del locutor, nos ha ayudado. 

 

Estoy un tanto desconectado actualmente de la radio. ¿Hay muchos otros programas que estén trabajando con este mismo formato que ustedes emplean?

Isra: No puedes negar tu tiempo. La radio de los noventas que amabamos no va a regresar. Hay que irse adaptando. Apelamos a la nostalgia pero no en el sentido de la explotación del recurso de los recuerdos. Todos hemos vivido cosas, y esa es la parte que nos conecta. Es una especie de catarsis. Todos somos personas y ahí está una de las pocas ventajas de la internet, esa idea de cuando inició, de la democratización. A esa idea es a la que se debería seguir abonando.

Somos unos weyes que no queremos ponernos en una posición más arriba por tener el micrófono. Se da una retroalimentación con el público que es a veces lo que falta con ciertos formatos nuevos, pero a final e cuentas vivimos en ello y tratamos de tener un tema diario, que es la génesis del programa. 

Por otro lado, es raro, porque el podcast en si, es un formato viejo, debe tener unos veinte años ya y mas bien se ha ido moviendo a través de esos otros formatos como el streaming en twitch y esas cosas, ya hay una comunicación con el público. Todo se empieza a mezclar. A nosotros nos toca hacer lo nuestro con nuestra voz y la música,  algo que es importante porque nos distingue del podcast y streamings. Somos hijo de nuestro tiempo. 

Es cagado que uno de nuestros emblemas es el gallinazo. Yo estuve viendo clips hace no mucho del Programa de Paco Stanley y Mario Bezares y era eso. Dos weyes hablando con la gente, invitando artistas, cotorreando para pasar la hora de la comida. Es un poco nuestra meta. Que la banda que se levanta muy temprano o va rumbo al trabajo, se la pase bien ese tiempo, que se alivianen, que se echen una risa, echen desmadre. Son formas que están ahí, y apelan al ser humano de forma muy básica.

A mi me gusta pensar que El Gallito Mañanero es una especie de mezcla de programa de radio con podcast, con streaming, con todo esto, una reinvención del programa de la hora de la comida. Todo basado en cosas que nos gustaban. No nos peleamos con los formatos sino nos adaptamos, y hemos sido maleables, por ejemplo cuando empezamos solo como pura radio, y de repente se incluyó video, y ahora en Código regresamos solo al primer formato.    

 

¿Cuáles han sido algunos de los momentos más memorables que han tenido durante la todavía joven vida del programa?

ElAle: Hay varios, jajaja, Las veces que nos llegaban desayunos, se nos hacía muy bonito. Que la gente se tome el tiempo o atención de mandarnos desayunos, regalos. Sentir el cariño de las personas de forma tan cercana te hace pensar que está pasando algo. Una vez se metieron a robar a mi casa, y se llevaron mis ahorros, y aunque no fue mucho, lo conté en el programa, pues regularmente empezamos saludándonos entre nosotros y contando lo que nos ha pasado. La gente empezó a pedir mi número de cuenta para depositarme, y esa solidaridad a mi me conmovió mucho.

Los eventos del Gallito que han sido sold out, que la gente quiera ir a compartir con nosotros,  a cotorrear. En la última emisión de El Gallito Mañanero, uno de los escuchas nos mandó mariachi, lo cual fue una sorpresa para todos. Coronó ese gusto que el público tiene por el espacio. Yo me quedo con ello. La retribución de la gente tan fehaciente, tan abierta, que te indican que están ahí. 

La gente nos mantuvo en tendencia en twitter una semana después de haber acabado la emisión. Fue increíble. Me llena de gusto y me hace sentir responsable. Lo afronto con mas compromiso el espacio, nuestro quehacer de comunicadores, seguirle dando el espacio a la gente para expresarse. En ocasiones hasta parece que nos volvemos un poco sus psicólogos o confidentes. Nos cuentan cosas que ni a su familia ni a sus amigos les cuentan. Lo escuchas se vuelven parte de nuestra vida, de nuestro día a día. En mis actividades diarias a veces me acuerdo de gente del gallinero y pienso: ¿qué estarán haciendo? ¿O porqué no se ha conectado tal o cual persona? Se borran esas distancias. Eso me hace sentir satisfecho de esta labor.  

La misión de los medios de comunicación es tender un puente y volverlo circular, no nadamás en el sentido de la vieja escuela de emisor-receptor y que ahí quede. Hay una dialéctica que se retroalimenta. Esto que se sigue construyendo es algo bien bonito y es uno de los momentos que se vuelven memorables. 

 

Doy por hecho que en las fiestas que han hecho han tenido un mayor acercamiento a la gente.

ElAle: Si, claro. Ya les pones caras a las arrobas, cotorreas un rato con ellas. Justo la idea es tender redes y lazos, apoyo comunitario para reconstruir el tejido social. Estamos en una sociedad muy fragmentada por el capitalismo, y donde el individualismo es algo que se exacerba y se promueve todo el tiempo. En la medida que todos estemos bien, tu vas a estar bien. Con esta mira social es muy importante esto que está sucediendo. 

Isra: Hablando de momentos puntuales memorables, la mayoría son errores nuestros, como lo de quiero ser una puerta, o lo de la capital de Cuernavaca, jajajaja. En los primeros programas, una vez no me podía parar de reír y no pude despedirme del programa por estar cagado de risa. O como cuando se iba la luz en Aire libre y los hacíamos a oscuras. A mi también me conmovió mucho también cuando el Gallito salió del aire y se mantuvo como un ente libre durante un tiempo con menciones y en tendencia.

Volviendo al tipo de cosas que bien comentó el Ale, una de las cosas  de las que más me siento orgulloso es lo de “No Compitas, haz compitas”. Nosotros no estamos compitiendo con nadie, y de hecho, somos una familia grande y si pueden venir otras personas de otras radios, pues que mejor. Abona al sentido de comunidad.  Debería ser una exigencia de este tiempo, el crear lazos más fuertes. Todo está muy desatomizado. Es una cosa del liberalismo a lo cual se debería de ir en contracorriente. Creemos en la comunidad, la igualdad de circunstancias. 

En el mismo programa hemos comentado acerca de la inclusión, ya viéndolo como un aspecto socio – político, aunque solo lo hallamos tocado de forma ligera. Mucha gente compartimos esa idea. La vida es una fiesta. ¿Porqué no querrías a más gente dentro de la misma? Aun con las broncas y pedos que no faltan, es una fiesta, entre más quepamos, mejor nos la llevamos. 

 

Cambiaron hace poco de estar en Aire Libre a Código CDMX ¿Cómo fue la transición entre las distintas estaciones?

Isra: Han sido retos creativos importantes. Aunque se hagan radio en ambos lugares, cumplen funciones distintas. Más allá de una diferencia de si es mejor o peor, las circunstancias y exigencias son distintas. Tenemos otro tipo de responsabilidades. Por otro lado, en ninguna de las dos estaciones ha habido censura ni nos han comentado que no se puede hablar de ciertos temas. 

Una de las cosas que siempre le agradeceré a Aire lIbre, es el mostrarme que la radio no es un ente homogéneo, idea que a veces uno tiene cuando no la conoce tanto; te vas dando cuenta que es un montón de espacios, lugares, voces. El entrar a Código MX ha sido también otro reto creativo. El hecho de estar en una radio pública nos exige hacerlo más comunal. El principal cambio ha sido ese.

Hay otro tipo de comunicación y responsabilidades sin perder la esencia del programa y lo que compartimos. El mensaje y ciertas cosas cambian, ciertos lenguajes. En la medida que todo el mundo entienda eso en el ejercicio radial, el medio va a mejorar. La radio en México tiene un buen nivel, pero con la globalización y el capitalismo, muchas cosas se mezclan y se confunden. 

Los que trabajan en el medio se deben ir dando cuenta que cada radio tiene una función, una frecuencia, cada uno debe cumplir una función dentro de la sociedad. Dentro de ese ecosistema más grande se vive mejor, se convive mejor. Cada programa o idea se afina más. En algunos momentos he pensado en ciertas cosas que podría decir, pero hay que darse cuenta que en ocasiones, no te corresponde a ti, sino a otro espacio. Eso te afina como locutor, como personaje radial. Una cosa bonita es entender a la radio como un ente más grande, precisamente.

Algún día me imagino que dejaremos de ser el Gallito Mañanero, pero va a persistir por lo que fue, por su escencia, eso es lo que va a trascender. Lo mismo para la radio que para los medios en general. Hay banda rockstarilla que se pone en el papel de: este programa es mio, esta radio es mía, y pues yo les diría: Carnal, tu te vas a ir y la radio va a seguir. Las frecuencias, los medios. Uno no importa tanto. Más bien, ubícate en el contexto de lo que tienes que hacer y decir, en que medio estás, para que ese cachito de espacio lo aproveches. La radio es un ente vivo del cual solo somos una célula.

 

¿Quién los invitó a Código CDMX?

Isra:  Claudio Martínez, el locutor de Reactor, ahora director de código. Aquí hay dos historias paralelas. La de nosotros como programa y la de Código. Cuando dejamos Aire libre y buscamos donde irnos, nos acercamos a mucha gente. Tocamos puertas en Ibero, en Reactor, y uno de los primeros acercamientos que tuvimos fue con Claudio, precisamente en Reactor. Todos fueron muy amables y  trataron de darnos un espacio, pero hay cosas que están más allá del poder de las personas. Las cosas se fueron moviendo y Claudio me comentó un día que sería el director de Código CDMX, y ahí cupo la posibilidad.

Código es una estación que tiene más de diez años al aire, y fue en algún momento una estación importante para la ciudad. Ahí por ejemplo, estuvo Belafonte de locutor y reportero. Ahí salió Feli Dávalos, que hizo luego cosas en Ibero, Zazil Alaíde Collins, una poeta que ahora está en EU. Fue algo muy importante que por gobiernos previos, se fue abandonando. 

Existe la meta de devolverle ese lugar que tenía en la ciudad, y si se puede, de ampliar su influencia al país, con la ventaja que te da el internet. Claudio nos platicó del proyecto y nos propuso el colaborar y ayudar a reavivar Código, que la gente le vuelva a poner atención por medio del programa. La invitación fue muy transparente. Tuvimos una junta con los directivos de Capital 21, -el canal 21 de la CDMX-, que es quien absorbió y cobijó a Código para darle un espacio. Ahí fue donde nos dieron carta abierta, con la idea de hacer una sinergia entre tv, radio, cosas que se puedan hacer en video. Un proyecto ambicioso y que por eso nos gustó mucho. A los tres nos interesó mucho también por el enfoque cultural. 

El reto bonito ha sido entender el espacio, lo cual nos lleva de regreso a la pregunta anterior. Nos centrarnos en lo cultural, que es algo que nos gusta. Somos el programa, si, pero también somos parte del proyecto Código, que busca impulsar todas las manifestaciones de la cultura: el arte, la ciencia, lo social, el debate político, y devolverle todo ello a la ciudadanía. 

El golpe más fuerte a código fue en la administración anterior, cuando les quitaron la parte que tenían de un edificio propio. Todo se hizo más chico. Si ya no había de por si apoyo, se hizo todavía más chido. Ahora, que se comparten instalaciones, se busca ya no que no muera, sino que vuelva a crecer.  

 

¿Dónde podemos escuchar los viejos capítulos y los nuevos?

ElAle: La primer era de El Gallito Mañanero está en el mixcloud de Aire Libre. Todavía están disponibles esos programas y se accede ahí. Hay un apartado del programa y ahí están todas las emisiones de esa etapa. Para código tenemos la ventaja de la cuenta de Spotify de Código, y ahí encuentran todos los programas de ese nueva etapa.

Isra: Una acotación de la página. Así como nos gusta el proyecto por muchas cosas, también ha tenido su parte burocrática gubernamental y la página está absorbida por una dependencia, y que la gente misma de Código no tiene un control sobre ella, pero es algo que se está agilizando para resolverlo, solo téngannos paciencia. Son varias cosas que se están reformulando. Se quieren levantar todas sus redes sociales, que ahorita solo está en twitter; con la página hemos estado sorteándola por medio de repetidoras. 

Solo pedimos un poco de paciencia. El lanzamiento oficial de Código será a mediados de Noviembre. Ahí entrarán programas nuevos y demás contenidos. Estén pendientes de ello. Queremos sorprender y mostrar que tenemos una mayor creatividad y cosas que decir. 

 

¿Qué le recomendarían a las personas que se quieran acercar a crear contenido en radio?  

ElAle: Animarse a hacerlo. Tenemos muchas ideas de cosas que hacer y nunca encontramos el tiempo, las ganas, siempre esperamos que ocurra un escenario ideal que es bien difícil que llegue, la verdad. No hay mejor manera de hacer algo que aventarse. A veces es lo que cuesta más trabajo. Arrancar y luego tener cierta disciplina. Los que quieran hacerla, háganlo desde sus ganas. Nosotros mismos nos limitamos, por prejuicios, miedos, inseguridades, pensamos que no somos capaces de hacer algo. Lo bonito de este medio es que te permite ir aprendiendo a partir de la experiencia y la práctica. Nos vamos nutriendo y formando como profesionistas.

Ninguno aquí tiene una carrera de comunicación, pero eso no nos detuvo para hacer esto. Aprendimos las técnicas y formas sobre la marcha. Nos hemos equivocado un chingo de veces, y seguiremos equivocándonos pues seguimos en este aprendizaje. No hay un momento que yo crea que ya me la voy a saber de todas, todas. Hay que tener esa humildad de seguir aprendiendo. Luego escucho los programas que hacemos y me encuentro un buen de errores en el momento de hablar o articular mis ideas. Siempre hay que tener ganas de aprender.  Pero se va mejorando, por otro lado, no queremos encasillarnos. 

Kevin: Hablando de tecnología, estamos en un punto donde la tecnología te permite grabar desde el celular e incluso editarlo. Es como dice Ale, lo importante es empezar a hacerlo. Lo primero que tienes que hacer antes de hacer radio yo creo que es aprender a escuchar. Luego vienen las ganas y constancia. Al principio a lo mejor no la pegas, pero los años te darán algo, hay que hacerlo con el corazón.

Isra: A mi me gustaría hablar de tres cosas muy básicas en ese sentido. Ya comentaron el primer factor, que sería crear sin miedo. El mundo es un instructivo, en las redes lo vemos todos los días. Mi primer consejo sería que enfocaran sus energías en lo que quieren construir: haz el programa que tu quieres hacer, escribe el libro que quieres escribir, no te pelees con otros creadores, crea sin miedo y sin juicio. Así como tu criticas, luego te criticarán y no pasa nada, es parte de la vida. 

El segundo y tercer consejo van de la mano y son que no te tomes en serio tu, pero si toma en serio lo que haces. Nunca te tomes demasiado en serio porque la vida pasa muy rápido y somos solo un cachito de la existencia nadamás, pero si toma en serio lo que haces. No recuerdo quien lo decía, pero alguien comentaba que «lo que amas no lo necesitas aprender, porque ya lo amas«. No tienes que ir a la escuela a aprenderlo, porque al final  tu encuentras las maneras de desarrollarlo. 

En ese sentido me gustaría rescatar otra idea de Alan Moore, escritor de cómics, que decía «trata tu oficio como un dios». Todo lo que hagas, trátalo con el mismo amor y respeto, aunque ya estes avanzado, o estés empezando, lleves cincuenta años o dos horas haciéndolo. Trátalo como una diosa o un dios propio, es parte de tu corazón y tu alma. No importa si lo haces por desmadre o cotorreo. No te tomes en serio a ti, pero si a tu oficio. 

Hay un dicho muy bonito que existe acerca de los cantantes de la India que dice: «Yo creo en dios cuando canto, y Dios cree en mi, cuando canto». Es una ida y vuelta. Aviéntense a hacer todo, pero háganlo con el corazón. De ahí, no importa si la haces o no la haces, como dice Kev, si pasa algo o no. Así conectes con una persona, o un millón, vale lo mismo, el corazón se te va a hinchar igual.