1 tema, 6 canciones: Canciones de entrada

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En esta sección recurrente abordaremos diferentes tópicos rápidos con el fin de contrastar y comparar las formas en que los colaboradores y sus neurosis entienden la misma asignación musical. Les presentamos un tema, seis cabezas, diez minutos y cero conclusiones.

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TEMA: CANCIONES DE ENTRADA

¿Es posible condensar la personalidad, intento y yo de un individuo en una simple canción? en la práctica la respuesta se representa en dos áreas únicas de la cultura pop: las canciones de entrada utilizadas en la lucha libre Americana y en soundtracks de películas que se convierten en parte de escenas particulares. Cualquier fan de la primera sabe qué va a suceder si se escucha un vidrio romperse, la risa de Lemmy o campanadas. En el segundo caso, nuestras cabezas siempre van al mismo lugar cuando empieza “Where Is My Mind?”.

Este ejercicio busca enfocarse en el primer caso. Si pudiéramos elegir un tema para formar parte de nosotros y ser el precedente y anuncio de nuestra presencia ¿cuál elegiríamos? seis personas, seis opiniones.

Se recomienda escuchar los primeros compases de cada tema antes de comenzar a leer.

Alex Torres: “Kicker Conspiracy” – The Fall

Hay dos escuelas de pensamiento respecto a la cualidad metafísica de la canción de entrada. Una expresa que el factor shock, la capacidad de ser reconocida instantáneamente y la singularidad de los primeros segundos son la base; la segunda se basa en el contenido temático de la canción que va de la mano con el personaje o la filosofía de su dueño. Pero hay un tercer tipo que combina ambos aspectos. Algunas canciones tienen el gancho de la inmediatez y el contenido que la llevan a una categoría diferente, la del manifiesto.

En mi caso la canción elegida es “Kicker Conspiracy” de The Fall, un sencillo perdido de 1983 con una temática totalmente surreal y antinatural a la obra de Mark E Smith: el futbol. Pero la belleza del tema, más allá de ser una especie de haiku asesino y el primer guiño de un estilo literario en el cuál Bret Easton Ellis y Chuck Palahniuk podrían haberse basado estilísticamente, es la condensación de lo general y lo particular, del individualismo y el colectivo, de la revolución y el inexorable destino humano de no poder cambiar nada, menos a sí mismo… ¡hablando de fútbol!

Tomando como base la gentrificación de las aficiones y cómo el negocio ha ido desplazando a quienes construyeron los clubes con su apoyo generacional hasta hacer imposible la participación más allá de una pertenencia imaginaria, Mark va tocando todas las aristas aplicables a cualquier tema en el futuro: el papel de la prensa, la violencia y el capitalismo como medio para un fin y como fin de todos los medios. Una parte de mí no puede dejar de pensar que inconscientemente quiso escribir una canción respecto al arte o a lo que cada día restas con cada día que sumas. A fin de cuentas, todo se concentra en una frase repetida que podría ser el lema de la modernidad: How flair is punished.

[gus]: “Fuckin’ In The Bushes” – Oasis

Mickey baja las escaleras acompañado de Tommy y El Turco, descomunal tensión brota de sus rostros ante la amenaza de perder la vida, mediante una cruel y sanguinaria manera, si Mickey noquea a su rival. El ambiente de nerviosismo ahoga el sótano en el cual se practican peleas ilegales. Mickey se acerca al ring donde ejecutará una de las más ingeniosas y magníficas muestras de venganza, se acelera el pulso al sonido de la tarola y platillo mientras una agobiada y abrumada voz reclama al trazar el sendero para un colosal riff de guitarra:

We worked for one year for you pigs

And you wanna break our walls down?

And you wanna destroy it?

Well you go to hell!

Desde una perspectiva personal, una canción de entrada debe ser contundente, emitir una declaración. Admito que, si bien Oasis “tomó prestado” el ritmo de batería de “Little Miss Lover” de Hendrix, “Fuckin’ in the Bushes” es una enérgica canción con carácter y personalidad. Melodías con dichas cualidades sobran, no obstante, la dualidad entre la soberbia del mensaje introductorio y el optimismo del sampleo final, la ardiente guitarra de Noel y el armonioso caos de la batería, hacen de esta pista una brutal canción para ingresar a un lugar.

Nadie recordará al tipo que entraba con “Wonderwall” pero seguro tendrán presente al disparatado que coreaba: “Kids are running around naked, fucking in the bushes”

Gera: “Potholderz” – MF DOOM featuring Count Bass D

Mi canción de entrada a todas partes, sobre todo los lunes por la mañana, tiene que ser «Potholderz» del mejor rapero que haya caminado sobre este planeta.
Sus melodías y percusiones tienen lo necesario para considerarla un buen intro y su letra, que contempla la vejez y su influencia en el ritmo de vida de los narradores, hace que me duelan las rodillas.

Rodrigo “Bola” Torres: “Things Have Changed” – Bob Dylan

Elegí este tema del gran Bob Dylan ya que cumple con algunas cuestiones que me parecen clave al momento de anunciar mi presencia. De entrada, cuenta con una intro que, si bien no es explosiva, sí es extremadamente contundente, con ocho tiempos bien marcados por una tarola seca y aplastante que no cesa durante el resto de la canción.

Esto es primordial, pero no determinante para ser adoptada como algo tan importante como un tema ligado a tu persona por siempre. Para eso, hay que tomar en cuenta otras factores, de los cuales destaco dos: la capacidad de representar y la capacidad de compensar. La primera se cumple al contar con una serie de frases de corte pesimista y aura indolente con las que comulgo:

A worried man with a worried mind […] Any minute now I’m expecting all hell to break loose […] Only a fool in here would think he’s got anything to prove […] Don’t get up gentlemen, I’m only passing through […] The human mind can only stand so much / You can’t win with a losing hand […] I hurt easy, I just don’t show it / You can hurt someone and not even know it

Y, sobre todo, el corazón de la canción:

People are crazy and times are strange […] I used to care, but things have changed

La segunda, igualmente importante, sirve para suplir aquello de lo que se carece, proyectando así un yo mucho más cercano al ideal. En este caso, por ejemplo, la canción tiene un estilo, una clase y un porte extraordinarios. En resumen, con esta canción de entrada soy invencible.

Enrique Carlos: “Horarios Esclavos” – Andrés Calamaro

Fue difícil elegir un tema para anunciar mi entrada a cualquier sitio. La tentación de proyectar una personalidad demoledora es grande. Mi primer impulso fue barajear algunos temas que musicalmente tuvieran entradas potentes. En un segundo momento olvidé la sonoridad y me concentré en la lírica. En ambos casos la tentación era la misma, y ninguno de esos temas misteriosos o agresivos me hicieron sentir totalmente cómodo. Desfilaron Freddie King, Bob Dylan, The Kinks, The Clash, Charly García, Beastie Boys, Héctor Lavoe, y algunos más… Hasta que un día, en reproducción aleatoria, sonó “Horarios Esclavos” de Andrés Calamaro.

Un sonido casero, una melodía pintoresca y una lírica completamente antisolemne… Me pareció encontrar la canción indicada. Este tema no anuncia nada temible, pero lo que anuncia, lo hace de manera tan frontal que se vuelve temible a su manera, un himno doméstico y personal. Si todas las personas, antes de verme, escucharan y entendieran lo importante [sagrado] que es para mí no respetar absolutamente ningún horario que el cuerpo no quiera respetar, todo sería más sencillo.

Toño: “Walk” – Pantera / “No Pain No Gain” – Social Distortion

Si fuera un luchador, tendría dos temas, uno cuando fuera rudo, y otro cuando fuese técnico. Creo que, al meterme en el personaje, debería tener una identidad para cada uno, y qué mejor que fuese con temas distintos, uno para cada cara.

RUDO, RUDÍSIMO.

Walk – “Pantera”

Pantera fue mi puerta de entrada a sonidos más pesados cuando iba en la secundaria. Siendo yo una persona normalmente tranquila y hasta tímida de toda la vida, el metal siempre fue una manera de sacar esa parte agresiva que no solía aflorar en mí de forma habitual, así mismo, escuchar ese tipo de sonidos fue una especie de catarsis, una manera muy personal de sentir que todo lo que estaba alrededor mío que estaba mal, se podía ir a la mierda.

Siempre me sentí identificado con una canción como “Walk”, tema que prácticamente te pone en el lugar de una persona que no quiere problemas, pero que al mismo tiempo estaba harto de muchas cosas, y que lo único que pedía era seguir con su camino, al mismo tiempo que pide respeto. Al escuchar ese tono arrogante y retador, me ponía en el papel de esa persona, fantaseaba con ser esa persona que tenía al final un mensaje: Si me buscas, me encuentras.

Walk on home, boy!

TÉCNICO

“No Pain No Gain” – Social Distortion

Siempre regreso al punk, siempre he dicho que es mi género predilecto. Con Social Distortion he tenido una relación muy emotiva, termino conectando con su música y sus letras. Dentro de todos sus temas, sin duda “No Pain No Gain” sería mi tema de entrada como luchador técnico. Creo que el título por sí mismo dice mucho de porque la elegí, pero el tema me parece más profundo aún. Los primeros párrafos van por el mismo tono, pero al final, el tema va mucho más allá, y es lo que lo vuelve redondo, y un tema digno de una entrada como si de una persignación se tratase, o al final de una pelea, sudoroso y sangrado, mirando al suelo de la puerta de salida.

Well I used to think that life / Was so ugly / Live fast, die young / Leave a pretty corpse / But now I see things so much different / And life seems sometimes pretty to me.