Cuatro años después de su álbum anterior, Heard a Long Gone Song -y un inter con su celebrada versión “All The Tired Horses” de Bob Dylan para la serie dramática de televisión Peaky Blinders-, la artista irlandesa regresa este año con All of This Is Chance, un nuevo álbum que da un paso adelante y robustece su propuesta musical.
Si ella se había dado a notar con sus bellas composiciones, austeras y con un enfoque tradicional de su natal Irlanda, en esta ocasión mantiene ese espíritu, pero esta vez, fusionándose con arreglos que crean ambientes y texturas, lo que ha sido un acierto total.
Desde la inicial “All Of This Is Chance” se dibuja el derrotero que tomará el álbum, el camino lírico envuelto en poesía -en este tema, citando «The Great Hunger» de Patrick Kavanagh– y con un enfoque hacia la naturaleza -que lo mismo evoca a una abeja o un árbol, que a una estrella o el cielo-, un cuidado casi artesanal y minimalista en la instrumentación -muchas veces mediante el uso de drones -y una ambientación casi cinematográfica.
Por otro lado, la singular voz de Lisa O’Neill nos guía entre ese contraste que se genera entre el folk tradicional y las orquestaciones minimalistas y experimentales de cada uno de los temas, con puntos tan altos -no solo del álbum en sí, sino de la música en general que ha sido lanzada este año- como la misma “All Of This Is Chance”, la inconmensurable “Old Note”, la dylaniana “Whisht The Wild Workings Of The Mind” o la preciosa -casi una canción de cuna- “Goodnight World”.
Una obra de arte de gran belleza, que transita caminos etéreos y terrenales, sutiles y espectrales.