El mismo año en que Nirvana lanzaba In Utero y Pearl Jam publicaba Vs., Aerosmith se sumergía por completo en el mainstream con Get A Grip.
La banda formada en Boston arribaba a los 90’s con dos formidables álbumes al hilo, Permanent Vacation de 1987 y Pump de 1989, los cuales gozaron de gran éxito y reconocimiento tanto de la crítica como del público. Sin embargo, en 1993 imperaba un ingrediente inherente a la obra musical: MTV.
Los sencillos de Get a Grip poseen una relación intrínseca con el entonces referente de los videos musicales, cualquier adolescente de dicha época lo recordará de esta forma. Basta con evocar a Alicia Silverstone , Liv Tyler o Edward Furlong para que los respectivos videos de «Living on the Edge», «Crazy», «Cryin’» y «Amazing» arriben a nuestra mente.
Aerosmith deseaba conectar con una audiencia joven, y en la mancuerna de baladas rock y la constante reproducción de sus videos en MTV encontraron la fórmula para conseguirlo.
El álbum abre con una pista completamente insignificante para dar pie a un enorme y divertido riff de guitarra prólogo del track «Eat The Rich». La siguiente canción, «Get a Grip», continúa por el mismo camino, excepto que la pauta es marcada por el bajo. Continúa «Fever», canción sin mucho sabor, al igual que «Flesh», las cuales resultan un tanto ordinarias.
Con sus 6 minutos y 20 segundos, «Livin’ On The Edge» es gloriosa; la vigencia de la letra, su energía, el vínculo entre el riff de Joe Perry y el slide de Tom Hamilton y las transiciones melódicas la hacen una de las mejores canciones en toda la discografía de Aerosmith.
Tanto «Walk On Down» como «Gotta Love It» poseen el sello musical propio de Aerosmith, «Shut Up And Dance» se desarrolla mediante un atractivo jugueteo de guitarras y las voces sobrepuestas de Steven Tyler, mientras que «Line Up» ostenta un espíritu enérgico.
En el trecho final emergen los ganchos radiofónicos del álbum: «Cryin’», «Crazy» y «Amazing». En «Cryin’», una de las mejores baladas blues modernas, Perry interpreta la guitarra como un coloso, «Crazy» suena cursi pero efectiva, al igual que «Amazing», que adquiere dinamismo cortesía del magnífico requinto.
El disco es clausurado por una interesante y bella pieza musical, de título «Boogie Man».
Es evidente que Get A Grip no es el mejor disco de Aerosmith, no obstante, es sumamente divertido, consistente y, 30 años después, continúa sonando fresco.