Brian Christinzio es de esos músicos que ha pasado por tantas cosas de una forma convulsa y que siempre terminan vertiéndolas en su arte de forma desnuda y con gran talento para crear registros hermosos. Si en otras ocasiones, las adicciones a drogas y alcohol, una deportación, la muerte de su padre o un propio colapso mental lo marcó, en esta ocasión fue el rompimiento con su pareja de una relación de nueve años lo que motivo el lanzamiento de su último álbum The Last Rotation of Earth. Y es que el disco está visto, precisamente, desde la perspectiva de alguien que experimenta el último día en la tierra, lo cual puede sonar a que el álbum sea algo denso y depresivo, pero he ahí que en manos de BC Camplight, su humor e inventiva, se vuelve una experiencia singular y atractiva.
El mismo álbum tiene su propia historia detrás. Ya estaba realizado, y el músico, al pasar por el shock del rompimiento, desechó lo que ya tenía y rehizo el álbum casi en su totalidad, dando como resultado un disco extraordinario, manteniendo mucho de lo que nos había mostrado, pero llegando a nuevas alturas. BC Camplight nos regala un álbum que se siente casi cinematográfico, de la mano de un pop surrealista con un toque de humor negro, con melodías con gran inventiva, con mucha sensibilidad, con arreglos exuberantes y giros estilísticos tan inesperados como juguetones.
Solo hay que escuchar la canción homónima que abre el álbum para entender de lo que hablo. Su envolvente piano, su dulce melodía y ese interludio que contrasta con lo hecho, para terminar literalmente, con una explosión. Por otro lado, las cuerdas de “The Movie” entremezcladas con voces habladas nos adentran, como su nombre indica, en una pequeña película, con diferentes tensiones con un resultado espectacular. No cabe duda que la exuberancia de la cual dota el músico a sus temas, lo hace con una gran intención, profundizando en el espíritu propio de la canción.
‘It Never Rains in Manchester’ baja la densidad, pero no la inventiva, pues aunque el tema sea tan calmo y sereno, tiene metidos por ahí, esos coros zappianos y esas partes habladas a la distancia. ‘Kicking Up A Fuss’ tiene un cierto aire a Ariel Pink, con esa pop espacial que va construyendo una agradable melodía durante el trayecto. En “She’s Gone Cold” regresa las cuerdas y el tono cinematográfico para regalarnos un pop barroco de gran factura, y con “Fear: Life in a Dozen Years” el músico se muestra taciturno, pero fiel al álbum, intercala algunos riffs de gran corpulencia dentro de una base también espacial.
“Going Out on a Low Note” es una bonita balada que va subiendo en intensidad para posteriormente, irse desvaneciendo. “I’m Ugly” es una melodía muy compacta en su instrumentación y donde el músico la interpreta vocalmente a dueto, dando de esta manera otros matices, para romper con diversas disonancias en algún momento de la canción. El último tema, prácticamente instrumental y barroco, cierra nuevamente, de forma casi cinematográfica el álbum: el día después de mañana que cierra con un dramático “at stake now is every man’s fate”.
No cabe duda que ‘The Last Rotation of Earth’ es uno de los mejores lanzamientos que han salido este año, la luz de una vida sombría.