The Hollies – Butterfly

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Los orígenes

Los orígenes de The Hollies se remontan a Inglaterra, a finales de la década de los 50’s, cuando los amigos Graham Nash y Allan Clarke, deciden formar un dúo con guitarra y voz, al más puro estilo de sus ídolos The Everly Brothers. Bajo el nombre de Ricky and Dane Young, se asociaron a la banda The Fourtones, pero en 1962, el guitarrista de esta banda sale del proyecto para sumarse a las filas de Freddie and the Dreamers, , así que Allan y Graham también se bajan del barco y se unen a otra banda llamada The Deltas, que había tenido recientemente en sus filas a Eric Stewart, quien había abandonado el proyecto en pro de una llamativa oportunidad de unirse a los legendarios The Mindbenders.

La alineación de The Deltas, estaba conformada por Vic Steele (guitarra), Eric Haydock (bajo), Don Rathbone (batería), y obviamente, Graham Nash (guitarra), y Allan Clarke (voz). Con esa formación, comenzaron a tener actuaciones en distintos clubes, y a finales de 1962, se presentan en un show bajo el nombre de The Hollies. Y si bien, el origen de este nombre (horrendo, por cierto, si se traduce literalmente) se le atribuye a una guirnalda navideña de acebo, Nash desmintió esa versión, asegurando que el mote «The Hollies» surgió por la admiración a Buddy Holly, lo cual le da un sentido al nombre y ya no lo hace parecer ridículo.

 

Un grupo de covers

Con el proyecto renombrado, pronto la fortuna les terminaría por sonreir, cuando durante una actuación en el legendario venue The Cavern (que vio surgir a actos como The Beatles), Ron Richards, asistente de producción en Parlophone, quedó fascinado por la banda y los invitó a una audición para el sello. Ante esta invitación, Vic Steele decide renunciar, ya que no deseaba ser un músico profesional, así que buscan un reemplazo, llegando a la alineación el talentoso Tony Hicks, que procedía de una banda llamada The Dolphins. Esta adición fue más que oportuna, debido a la capacidad de Tony como multiinstrumentalista y compositor, además de que con su excelente voz, se logró esa tercia vocal que convirtió a The Hollies en una de las bandas más destacadas en lo concerniente a las voces. 

Tras lograr el contrato, en 1963 es editado el single ‘(Ain’t That) Just Like Me’, versión de un hit de The Coasters. El sencillo tuvo un recibimiento comercial muy positivo, y pronto aparece ‘Searchin’, que también era de ellos mismos. Con estos sencillos bien colocados en el gusto del público, la banda graba ocho canciones, pero en medio del proceso, Don Rathbone renuncia a la banda, aunque afortunadamente, Tony Hicks sugirió a Bobby Elliot, baterista de su ex banda The Dolphins, como un remplazo. En 1964, aparece ‘Stay With The Hollies’, su álbum debut, y logran otro éxito con una versión a ‘Stay’, original de Maurice Williams & The Zodiacs, está vez llegando al top 10.

 

Los primeros temas originales

Obviamente, sobra decir que The Hollies eran más un grupo de covers que otra cosa, lo que no tenía conformes a la tercia Clarke/Nash/Hicks, que buscaban ser autores de su música, pero era el sello quien tomaba las decisiones, y verbigracia que pronto permitieron que los músicos aportarán su propio material, dando lugar a la aparición, ese mismo año, del sencillo ‘We’re Through’, su primer hit original.

El sucesor de su debut, fue ‘In The Hollies Style’, y con el track ‘Look Through Any Window’ escrita por el compositor Graham Gouldman, logran su primer éxito en Estados Unidos. A este single, le siguió ‘If I Needed Someone’, escrita por George Harrison. Desgraciadamente, en algo que originalmente no estaba planeado, The Beatles también grabaron esta canción para el Rubber Soul, lo que opacó la versión de The Hollies, que en teoría, fue primero y fue escrita como un original para The Hollies.

 

Conformando a la mejor alineación

La popularidad de la banda seguía en crecimiento, con apariciones de nuevos álbumes, y en 1966 logran uno de sus mayores sucesos comerciales con la aparición del himno ‘Bus Stop’, en donde por primera vez, Bernie Calvert, el compañero de Hicks y Elliot en The Dolphins, tocó el bajo con The Hollies, debido a que Eric decidió ausentarse, tras una disputa económica con la gerencia del sello. Pese a que no había diferencias con sus compañeros, dado que también compartían el mismo sentir respecto al tema económico, al final decidieron prescindir de él, al sentirse cómodos con la llegada de Calvert.

Con ‘Bus Stop’ y esta nueva alineación, la mejor etapa de la banda había dado inicio, y por si no fuera suficiente, en ese lapso, Nash, Clarke y Hicks, se unen a Jimmy Page, John Paul Jones y Elton John, para trabajar como músicos de sesión en el álbum ‘Two Yanks In England’ de The Everly Brothers. También logran otro grandioso éxito con la grandiosa canción ‘Stop! Stop! Stop!’, desprendida del álbum ‘For Certains Because’. Algo que destacaba de este maravilloso single, era el sonido influenciado por el estilo sureño estadounidense, con la presencia protagonista del banjo, ejecutado magistralmente por Tony Hicks. Otro éxito logrado fue ‘On A Carousel’. 

 

Evolution y Butterfly, su obra maestra

Con la llegada de 1967, la contracultura hippie del Verano del Amor se expandió por el mundo, convirtiendo a la psicodelia, en la bandera musical del año más importante en la historia de la música y cultura popular. Obviamente, muchas bandas y solistas cayeron rendidos ante la era del flower power, y decidieron incursionar en el género psicodélico, y The Hollies no podían ser la excepción, editando el álbum ‘Evolution’, una obra menospreciada, cuyo impacto se redujo al single ‘Carrie Ann’. En este álbum colaboraron músicos como el grandioso Mitch Mitchell (baterista de The Jimi Hendrix Experience) y Elton John. 

A finales de el citado año, aparece Butterfly, un trabajo todavía superior a su antecesor, demasiado ambicioso y complejo, lo que dejaba en claro el alcance artístico de la banda. En este nuevo episodio musical, se incluyeron arreglos de cuerdas y metales, compuestos por el reputado director de orquesta y compositor de scores, John Scott. También se incorporaron instrumentos como el sitar (ejecutado por Tony) y el armonio (ejecutado por Nash), todo bajo una dirección psicodélica. En lo concerniente a la tapa del álbum, esta estaba adornada por una ilustración de una mariposa. 

 

Lado A

‘Dear Eloise’ abre con arreglos bastante tranquilos y una voz con efecto que le da una vibra ácida para después tomar un rumbo con ese sello rock pop psicodélico sesentero. El teclado, aunque bastante discreto, resulta muy sustancioso. El rubro vocal, está excelsamente bien logrado. La parte final retorna a lo presentado al principio. ‘Away Away Away’ se mueve más por el sendero pop, sin perder esa esencia psicodélica, gracias a los impecables arreglos del armonio, el sonido del teclado, la grandiosa sección de metales y el excelente patrón de batería que avanza apoyado en varias partes en golpes en el aro de la tarola. 

Llega un punto alto de este álbum: ‘Maker’ es una joya de psicodelia ácida, con guitarras acústicas, pandero, armonio, tabla hindú y el sonido del sitar, ejecutado magistralmente por Tony. Esta obra maestra no le pide nada a las incursiones orientales de The Beatles, están al completo nivel. ‘Pegasus’ sigue la vibra ácida, con grandiosos elementos que brotan caprichosamente, abriéndose paso entre la sección de metales, arreglos de cuerdas, y la base rítmica que presenta un pandero como guía principal. La ejecución vocal se coloca a la altura esperada. Al final del track, se escuchan efectos de un caballo, emulando al pegaso.

Una base de guitarra acústica adornada con arreglos de cuerdas, es el alma conductora en ‘Would You Believe?’. Es innegable la estupenda producción, al escuchar el balance entre los multiples detalles sonoros y las voces. Un trabajo excelso en todos los sentidos, que hacen de este track, de lo más logrado en este discazo. ‘Wishyouawish’ retoma el pop psicodélico, con arreglos de metales incluidos. Un momento más simple en su estructura, pero igual de atractivo que los tracks con más detalles de sonido. 

 

Lado B

El Lado B abre con ‘Postcard’, que sigue la línea pop del track anterior, conservando una estructura básica de guitarras sin distorsión, batería y bajo. En los segundos finales, se incluyen unos detalles psicodélicos muy oportunos. La línea de bajo en ‘Charlie And Fred’, es excelente, haciendo mancuerna perfecta con los golpes a los parches, propinados por el extraordinario baterista Bobby Elliot. Los arreglos de metales que se añaden, son un complemento perfecto, demostrando el gran trabajo de John Scott como arreglista. 

‘Try It’ es otra joya que no desmerece ante el track anterior. Los detalles psicodélicos brotan por doquier, mientras que la base rítmica está conformada por un gran trabajo en las cuatro cuerdas, y un estupendo patrón de percusiones. En ‘Elevated Observation’, los arreglos acústicos y la base rítmica avanzan pausados, pero con gran contundencia. A pesar de su estructura, este corte logra capturar el espíritu psicodélico pretendido. 

‘Step Inside’ es otro punto grandioso, con una perfección en cada aspecto musical y vocal. Nuevamente cabe destacar el trabajo de Bobby Elliot, uno de los mejores bateristas que han existido, y desgraciadamente un baterista muy menospreciado. Los arreglos de teclado cortesía del bajista Bernie Calvert, son otro gran acierto. El álbum concluye con ‘Butterfly’, un track conducido por hermosos arreglos de cuerdas y un trabajo vocal de primer nivel. Una auténtica reliquia sonora que no necesita de ningún instrumento de percusión para su excelsitud. 

 

El legado

Butterfly es el mejor álbum de The Hollies; una obra perfecta y uno de los álbumes imprescindibles para entender la grandeza musical de 1967. Como dato adicional, la versión estadounidense del disco, fue titulada Dear Eloise/King Midas In Reverse, con una portada totalmente diferente, que en lugar de mostrar la mariposa, mostraba a la banda frente a una tienda. Curiosamente, está versión, que también incluía alteraciones en el tracklist, fue editada bajo el sello Epic. El sencillo promocional fue ‘King Midas In Reverse’, cuya grandeza musical no fue entendida, y se convirtió en un fracaso comercial. 

Por su parte, ‘Butterfly’ fue promocionado básicamente con el corte ‘Dear Eloise’. Tras este álbum, Graham Nash abandona la banda en 1968, para unirse al supergrupo Crosby, Stills & Nash, con el ex The Byrds, David Crosby, y el Buffalo Springfield, Stephen Stills. A esta alineación, constantemente se unía el también miembro de Buffalo Springfield, Neil Young, quedando como Crosby, Stills & Nash And Young. The Hollies seguirían su rumbo, logrando clásicos como ‘Long Cool Woman (In A Black Dress)’ y ‘He Ain’t Heavy, Is My Brother’, una de las canciones más hermosas y emotivas de la historia; a la par de sobrellevar problemas con su sello y tensiones entre los miembros.

A pesar de todo, la banda ha seguido activa hasta la actualidad, con los inevitables cambios de integrantes. Incluso fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock & Roll; un reconocimiento más que justo, para una de las agrupaciones más legendarias e importantes en la historia del rock, cuyo legado es reducido por la mayoría a ‘Long Cool Woman’, una visión ignorante que ha causado que muchos los califiquen como un one hit wonder. Nada más absurdo que eso.