La agrupación británica femenina irrumpe este año con su álbum debut The Mess We Seem To Make. Si ya antes había hecho ruido desde la aparición de un tema que se viralizó como «Come Over (Again)» y su posterior Ep, con este demuestran a golpe de pura intensidad, que son una banda que en definitiva hay que tomar en cuenta.
Su sonido es directo, poderoso, pero al mismo tiempo lleno de matices. Con una gran influencia del rock noventero, las guitarras son una parte central de su sonido, pero la voz de Holly Minto es la cereza del pastel con una interpretación tan intensa como sincera, con esa facilidad que tiene para ir del rugido e intensidad grunge a una sutileza y suavidad vocal conmovedora.
Otro punto a resaltar dentro del plato, son las letras, las cuales son muchas veces bastante crudas y directas en su lenguaje -por momentos, explicitas-, y que retratan mucho del hastío juvenil, las sensaciones de inseguridad, soledad y las relaciones dependientes. Con esa fuerza musical y letrística, es que la banda ha logrado crear pequeños grandes himnos como «Kiss me», «Beter If I Justo Pretend», la hermosa «Golden Bridge», la muy conocida «Come Over (Again)» o la Pixie «What I know Si What I Love», entre otros estupendos temas.
Si otra notable banda británica como The Last Dinner Party (con la que curiosamente tienen una estética musical bastante opuesta, pero igualmente recomendable) ha levantado revuelo, The Crawlers va a la par de ello. No cabe duda que el rock británico hecho por mujeres vive uno de sus mejores momentos hoy día. Un álbum hecho para escucharse a todo volumen.