No puedo creer que hayan pasado ya diez años del cumpleaños número 20 del hermosísimo Vauxhall and I de Morrissey, uno de mis discos favoritos de todos los tiempos y de toda la discografía del LosSmithverse. Lleno de sencillos pegajosos con melodías interesantes y fuera del esquema Morrisseyano, letras que exploran la soledad, el deseo de sentirse conectado a algo, encontrar asilo en los libros, lo que se necesita para vivir pleno o al menos sin sentir vergüenza de sí mismo, así como algunos mensajes entre líneas a personajes de la vida de Morrissey.
Era 1994, el mundo tenía la atención fija en el rock que salía de Estados Unidos y Reino Unido, la «invasión británica» dejaba huella casi cada semana con lanzamiento tras lanzamiento de álbumes que rápidamente escalaban en las listas de popularidad de la radio y ahora también de la televisión gracias a los videos musicales. En ese contexto Morrissey publica su cuarto álbum con música compuesta por la dupla Boz Boorer y Alain Whyte con Steve Lillywhite como productor, Vauxhall and I, un disco que se siente muy personal y deja ver algunas vulnerabilidades en los personajes de las canciones, o del narrador de ellas.
Cada que lo escucho noto lo delicado del balance entre la composición de la música y la presencia de las letras y la voz de Morrissey, los compositores lograron crearle un panorama perfecto a cada tema y lo llevaron a momentos tan diferentes como en la canción “Lifeguard Sleeping, Girl Drowning” que nos recuerdan a Bryan Ferry o a los inicios de Pink Floyd cuando todavía estaba Syd Barrett. También los momentos dramáticos y melancólicos son exquisitos en Vauxhall and I como en el ensamble de cuerdas en “Now My Heart Is Full” o el pequeño guiño a Nico con «don’t rake up my mistakes I know exactly what they are» en “Why Don’t You Find Out For Yourself”, que junto con “Hold On To Your Friends”, son las dos canciones de este disco donde Morrissey le habla a su Yo del pasado.
Otros momentos interesantes de las letras están en “Billy Budd”, donde Morrissey le habla a Johnny Marr después de 12 años de los Smiths y al final nos deja ver un poco del por qué con Marr ya no hay colaboraciones. A veces con pocas letras Morrissey puede contar historias muy personales y difíciles como en “Used To Be a Sweet Boy”, o con un discurso de defensa exponerse ante quien quiera hacerla de juez como en la bella “Speedway”, canción en la que al final tiene un giro que nos recuerda que a Morrissey le gusta escribir de amor intenso y leal hasta el fin. La que considero mi canción favorita de Morrissey es “The More You Ignore Me The Closer I Get” y siempre me da risa pensar que es muy probable que se trate sobre el problema legal entre Morrissey y Mike Joyce.
Este disco y sus melodías bonitas con sus letras tristes, misteriosas y buenas acompañantes. De esos álbumes que se sienten como una película en la que el protagonista tiene un final épico y liberador.