La emotiva y oscura noche de Cold Cave

Publicado por

*Fotografías por cortesía de Adriana Armenta.

Este pasado sábado primero de junio tuvimos el honor de presenciar a esta emotiva y darketa banda de Los Angeles, los queridos Cold Cave.

Para los que les seguimos el rastro desde hace unos años, tenerlos a unos metros representó una inusitada experiencia, lo negro y lo dulce forman parte de su identidad tanto en el sonido como en el look. Algo que, en lo personal, no pude percibir tanto la primera vez que los vi en el grandioso festival Adverso del 2023. Esta era mi oportunidad de nuevo.

En esta ocasión sin duda, un aire familiar cobijó el lugar. Y esto fue así porque, contra mi pronóstico, la banda fue ubicada arriba del C3, en el rooftop. Lo que le dio un aire fresco a la tocada, marginando el calor infernal de este mes, y empapándonos de su inolvidable presencia en el escenario.

Son las 10.50, comienzan con «Prayer From Nowhere» y los asistentes no disimulan su sonrisa y la apertura de unos ojos expectantes y esperanzados. El sonido es bueno pero no tiene tanta calidad como el del salón de abajo, sin embargo, verlos a tan pocos metros compensa este detalle.

El público es jovenzuelo, en su mayoría rondan los 30s, algunos en sus 20s y alguna que otra melena gris adereza el panorama de rockeros darks. «Love Comes Close» es una locura; el vocal se pone una chaqueta que dice Viva Love y los reunidos aquí nos prendemos gloriosos.

Se puede identificar la frase entonces «tonight is the first day of my new life» sonando tremendo. Es «Glory», sin duda una de sus mejores temas. Apenas vamos en la tercer canción y ya adoramos el concierto. Sombreros y tatuajes, rosa y rubio. Barbas crecidas esperando esta canción. Es el turno de «People Are Poison», que al principio había pensado que era una mala versión de «A Little Death to Laugh», pero después viendo mis grabaciones me di cuenta que era una canción que yo mas bien no conocía.

Sin embargo su siguiente canción es de hecho «A Little Death to Laugh». Bailamos, nuestras cabezas se mecen y los sintetizadores nos secuestran de la realidad. Todo es giro y espacialidad hacia dentro de uno mismo. Somos uno con este teclado. El calor y la cerveza hacen su efecto a temprana hora.

Una sexta rola muy movida nos arroja de una manotazo de nuevo a la realidad. Es «Nothing is True But You». Gigante. Todos comenzamos a marchar hacia un horizonte desconocido mientras permanecemos en el mismo lugar. Suena entonces «Youth and Lust». Rololón. Quizá la que más me gusta de ellos. El júbilo se apodera de mi mientras constato que el enchinado de piel no es propio sino colectivo.

Vocalistas y todos con el cabello hasta el fondo, rock antiguo e imperecedero es el look constante. Esa es su tradición. El sweat rock pero dark. Lentes oscuros que dominan la panorámica, desde sus puntos de vista. Somos treintones arrugados y felices y suena «Confetti» y esto es una locura! Todos bailamos desaforados, el embeleso no tiene límites. Hay un enamoramiento colectivo al final de no no no…

…It feels so good in the outside dicen los vocales, y el piso truena dentro del vientre de los presentes que bailan sin mas resistencia. «Underworld USA» nos acomoda en nuestro sitio de nuevo con esta potente bataca. Mi bro de al lado me hace la observación que de este tipo de bandas muy pocas conservan al baterista, y tienen razón, pienso, porque le da un toque genial de presencia e impacto escenográfico.

Es que el EMO no murió, se hizo dark wave, pienso mientras estalla al frente mío «The Great Pan Is Dead». Locura total. Guitarra y batería a mil por hora, y nuestros corazones a punto de explotar con el vocal interpretando nuestro éxtasis. Señor de barba corta y gris, sueña con el placer que exhala de esta grandiosa banda…

«Villans Of The Moon» suena después de este ataque-catártico-cardiaco a nuestras cotidianidades. Nos acercamos al frente pues el calor ya ha evaporado a mucha gente. Qué señora canción es esa, con la que seguramente querrán cerrar el show. Thank you so much se escuchan decir mientras, en efecto, al término de esta explosión salen del escenario.

Jóvenes en su mayoría. Tintes de pelo conviven con playeras a rayas y vestidos a cuadros con tupé en la frente. Todo el mundo huele a dulce y a cerveza, puede ser el sudor o puede ser el perfume, o puede ser el olor de las notas musicales. Así es el aroma a Cold Cave.

Oh eh o eh o eh cold cave, cold cave gritamos y, por supuesto, regresan.

Inician su regreso con rola tipo Boy Hasher, industrial, mucho bajo y voz grave. Es «Blackberries» después decubriré por mis grabaciones.

«Shadow Dance» es una rola más post punk y el bajo domina cabrón. La rola es corta y termina lacónica. Se quieren ir pero la gente no los deja a punta de gritos y frenesí. Puede ser su última rola.

Y es que son guapos. Los cuatro. Eso nos mantiene a todos en una especie de cofradía de la guapura. Puro público guapo también. No hay más pureza que las amistades guapas, y musicales mejor. Esa rola sintetiza mejor que las demás y prende al final. Cierran con esa. Es «Icons Of Summer». Con este temazo de sus primeros discos terminan y la fiesta se va disipando lentamente, como lentamente vamos acaeciendo en la realidad que habíamos podido olvidar a punta de notas musicales.

Afuera, sin embargo, las sonrisas tatuadas en nuestras caras permanecen.