La escena del bluegrass se ha mantenido constante desde sus orígenes, yendo de la mano de la música country.
Música orgánica que se mantiene en los instrumentos acústicos, y que al día de hoy, tiene sus estandartes principales en la virtuosa Molly Tuttle (que este año nos acaba de entregar un excelente EP), y en el oriundo de Michigan; Billy Strings, que es sin duda alguna, la máxima superestrella del género, y cuya popularidad sigue en ascenso (como dato adicional, ambos artistas colaboraron en la canción ‘Dooley’s Farm’, incluida en el álbum Crooked Tree, tercer álbum de Molly, editado en el 2022).
Aclamado por la crítica y el público, gracias a su virtuosismo en las seis cuerdas y a su capacidad creativa, Billy ha sido un referente para sus contemporáneos, de como se hace bluegrass, con un estilo que recoge los sonidos clásicos del género y les añade frutos de su propia cosecha, creando fusiones únicas, y para muestra tracks como ‘Heartbeat Of America’ del laureado Renewal (2021).
Este año, el cantautor vuelve con Highway Prayers, su nuevo álbum de estudio, recién salido del horno, en donde compensa el tiempo perdido, entregando una colección de 20 tracks, mismos que fueron producidos por el propio músico en asociación con Jon Brion.
Además de la guitarra, Billy se hizo cargo de ejecutar banjo, shaker, steel guitar, percusiones, teclado y bajo en algunos cortes, y el resto de los instrumentos, corrieron a cargo de Billy Failing y Victor Furtado (banjo), Royal Masat (bajo y contrabajo), Matt Chamberlain (batería), Cory Henry (piano), Jon Brion (percusión), Jarrod Walker (mandolina), Peter Ruth (armónica), además de Alex Hargreaves y Jason Carter (Fiddle).
‘Leaning On A Travelin’ Song’ abre el álbum con ese bluegrass que huele a carreteras en medio de las praderas. Banjo, mandolina, fiddle, y el contrabajo, se unen a la virtuosa guitarra de Billy Strings.I ‘n The Clear’ sigue la misma línea del track anterior, con ese bluegrass tradicional que da lugar a que cada músico de muestras de su capacidad.
En ‘Escanaba’, Billy nos ofrece un homenaje a Escanaba, Michigan, por medio de un bluegrass instrumental, de esos que rememoran los estándares del género, mismos que pasaban de mano en mano por actos como Flatt & Scruggs y Bill Monroe. Obviamente, es de destacar el virtuosismo de Billy en las seis cuerdas, y mención especial para el contrabajo, que es ejecutado de manera grandiosa.
‘Gild The Lily’ es una grandiosa joya que se aleja del bluegrass tradicional, para traernos una fusión más emparentada con el folk rock de los años sesentas y con el rock sureño, aunque ejecutada con los instrumentos típicos del bluegrass. La voz de Billie suena excelentemente bien en este tipo de tracks, incluso remite a las armonías de bandas como The Byrds. De los picos altos del álbum.
Tras el épico momento que acabamos de escuchar, llega otro grandioso corte con ‘Seven Weeks In County’, un bluegrass progresivo en donde se agrega a la base rítmica el sonido de una tarola.‘ Stratosphere Blues / I Believe In You’ sorprende con su estilo folk psicodélico. La guitarra de Billy se une a arreglos eléctricos que nos remiten a bandas psicodélicas como Jefferson Airplane. El desempeño vocal es de 10, demostrando que este tipo de ejercicios son simplemente su punto cumbre al usar su voz.
El track que va unido también sigue esa línea folk, pero ahora con arreglos de cuerdas que avanzan al unísono de los rasgueos de la guitarra y el sonido del banjo.…vaya obra maestra que estamos escuchando. ‘Cabin Song’ nos baja de golpe del viaje en el que estamos sumergidos, para restregarnos un bluegrass rebozante de velocidad. ‘Don’t Be Calling Me (At 4 AM)’ sigue la misma línea, aunque con un poco menos de velocidad.
‘Malfunction Junction’ abre con elementos electrónicos atmosféricos, que son invadidos por el sonido de la mandolina, banjo, guitarra, y los golpes potentes del contrabajo, que nos proporcionan en conjunto, un instrumental de sonido nada común en el bluegrass. Virtuosismo y creatividad unidos a la perfección. Otro pináculo del álbum. El disco bien podría terminar en el corte anterior e irse como un LP de antología, pero Billy vuelve a sorprendernos con ‘Catch And Release’, un folk puro ejecutado con guitarra y voz, mientras nos cuenta una historia sobre un pescador. Una reminiscencia musical al estilo de músicos como Woody Guthrie, Bob Dylan o Arlo Guthrie.
Si con todo esto, Billy aún no se gana tu respeto y admiración, algo anda mal en ti. Más bluegrass en ‘Be Your Man’, un corte que sigue manteniendo el nivel a tope. En ‘Gone A Long Time’ se hacen presentes esos juegos vocales a la vieja escuela de la música campirana estadounidense. Billy demuestra sus dotes, mientras que el banjo se enfrasca en una batalla sonora contra los rasgueos ofrecidos por el cantautor.
Un arpa de boca hace acto de presencia al comienzo de ‘It Ain’t Before’, para dar paso a la aparición de una armónica, además de la guitarra y el banjo. El resultado es un excelso bluegrass con espiritu folk. ‘My Alice’ tiene una vibra parecida al corte anterior, con esos guiños al folk tradicional norteamericano, pero sin salirse de la zona del bluegrass. Por ahí suenan muy de fondo unos discretos platillos. Otro gran momento.
Rasgueos de guitarra ejecutados de manera impecable conducen ‘Seney Stretch’, otro lapso instrumental en el que además se unen la mandolina, banjo y contrabajo. Ya no se puede exigirle más a un álbum que ya dio más de lo esperado, pero nuevamente nos llevamos otro golpe de asombro con una oda cannábica en ‘MORBUD4ME’, un momento muy pacheco cuya instrumentación es únicamente el sonido del encendedor y el ruido de la yerba quemándose y siendo inhalada en el bong. La voz de Billy se complementa con la típica tos al fumar mota, además de un efecto eléctronico que pasa muy de fondo. Esta obra maestra seguramente se convertirá en el himno personal del legendario Willie Nelson.
‘Leadfoot’, primer single del álbum llega para dar las últimas patadas a este épico trabajo’. Bluegrass que se conduce a toda velocidad, en otro (sí, otro) momento grandioso. ‘Happy Hollow’ sigue la línea tradicional, con Billy y sus músicos en perfecta comunión musical. ‘The Beginning Of The End’ hace honor a su nombre, ya que en efecto, esto está a punto de terminar, siendo el penúltimo track, que no por ser la parte final suena a relleno, muy por el contrario, la calidad sigue al nivel.
‘Richard Petty’ cierra este monumental long play, presentando una parodia a ‘Turn Your Radio On’, así sin instrumentos, todo a capela y con influencia gospel. Sobra decir que estamos ante uno de los más magistrales álbumes del año, así de simple, ya no se necesita agregar más.