Robin Trower – «Bridge Of Sighs»

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El nombre de Robin Trower, es prácticamente desconocido para aquellos supuestos fanáticos del rock de antaño, siendo pasado por alto incluso por medios supuestamente especializados, cuando suelen presentar sus dudosas listas de los «grandes guitarristas de la historia», esto a pesar de ser reverenciado por gente de la talla de Eddie Van Halen, Zakk Wilde y Robert Fripp. Y es que sí hablamos de un guitarrista cuyo sonido y técnica se pueda asemejar al de Jimi Hendrix, es precisamente el de este guitarrista británico, y obviamente, sería injusto señalarlo como una copia del guitarrista de The Experience.

Ambos músicos debutaron en el histórico 1967, como parte de la llamada invasión inglesa que surgió como respuesta ante la ola californiana (recordemos que a pesar de que Hendrix era estadounidense, The Experience surge como una banda inglesa), con Hendrix al frente de The Jimi Hendrix Experience, mientras que Robin ejecutaba las seis cuerdas en Procol Harum, estos legendarios precursores del progresivo, responsables de regalarnos una de las mejores canciones de la historia: ‘A Whiter Shade Of Pale’, himno contenido en su debut de 1967, y que ha sido versionado por actos tan disímiles como The Box Tops, Sarah Brightman, Joe Cocker, Willie Nelson, Vanilla Fudge, The Shadows, Doro, The Everly Brothers, Black Label Society, Engelbert Humperdinck, The Hesitations, Prock Harson, y un largo etcétera.

Tras su paso en Procol Harum, que dejó huella en álbumes como el mencionado debut homónimo, además de otros trabajos clásicos como ‘Shine On Brightly’, ‘Home’, ‘A Salty Dog’ y ‘Broken Barricades’, el músico abandona las filas de la agrupación británica en 1971, debutando en solitario en 1973, con el álbum ‘Twice Removed From Yesterday’, pero sería hasta el siguiente año cuando es editado su segundo esfuerzo discográfico titulado ‘Bridge Of Sights’, que los elogios y el reconocimiento a su nueva etapa, se cimentaron. Y no era para menos, considerando el nivel presentado en la ejecución de la guitarra, que con el tiempo le dio el mote de «El Jimi Hendrix blanco», volcando sus capacidades hacia un rock distorsionado, con gran influencia del blues pesado, llegando a sonar a mucho de lo que hoy nos presentan como «nuevo» muchas bandas del movimiento stoner y heavy psych. 

‘Bridge Of Sighs’ fue producido por Matthew Fisher, productor que había estado tras consolas con Procol Harum, llegando a ser el responsable de ejecutar ese emblemático e inconfundible órgano Hammond en ‘A Whiter Shade Of Pale’. En lo concerniente a los músicos participantes en la grabación, se unieron James Dewar (bajo y voz), además de Reg Isidore (batería), y obviamente, Robin en las seis cuerdas. 

Entrando al álbum, nos recibe ‘Day Of The Eagle’, con una excelente dosis de riffs, bien soportados por la base rítmica, que avanza punteando los acordes crudos y estupendos solos que emergen de las habilidosas manos de Robin, dando como resultado un track que fácilmente puede ruborizar cualquier intento actual de stoner y hard rock. Es el turno de ‘Bridge Of Sighs’, que además de dar título al álbum, nos aporrea con un blues rock con una estructura lenta que roza los terrenos del en ese entonces inexistente, stoner rock. Cada riff cae preciso, amortiguado por una excelente línea de bajo, y la batería que avanza tan sigilosa como contundente. 

La cautelosa ‘In This Place’ presenta una batería que solo va matizando con los platos, usando de manera esporádica algunos segmentos rítmicos con el aro de la tarola y recurriendo a remates, los cuales toman más fuerza con el refuerzo del bajo. La guitarra suena más melódica, logrando el mood perfecto. ‘The Fool And Me’ recupera la garra, con esos riffs marca de la casa, y un trabajo en bajo y batería que en conjunto nos dejan clara muestra de como deben de sonar los power trio. El ex Procol Harum da muestra de su habilidad en las cuerdas, con unos solos impecables, más allá de los pretenciosos paseos por el diapasón sin un ápice de feeling, del que suelen abusar muchos guitarristas virtuosos, y justo esa es la cualidad de Robin: jugar con lo necesario, en pro del arte y no del ego. 

‘Too Rolling Stoned’ presenta un sonido muy de los años 60’s, algo inevitable en un músico que vivió en su cumbre la década que definió la historia de la música popular. Este corte muestra de nueva cuenta a tres músicos en perfecta armonía, conscientes de su potencial, logrando uno de los puntos altos del álbum, con excelentes dosis de blues rock, catapultadas en secciones instrumentales en donde la guitarra se  abre paso imponente con riffs y solos memorables. Un auténtico orgasmo musical que verbigracia, sobrepasa los siete minutos de duración (que se hacen pocos). ‘About To Begin’ nos entrega un blues eléctrico más pulcro, y con pulcritud nos referimos a la dirección musical que se aleja lo más posible del rock, para abordar el blues en una manera más pura.

Un cencerro abre ‘Lady Love’, para dar paso a los parches, bajo, guitarra y la discreta aportación del pandero. Este es un momento cuya estructura no da muchas vueltas, más bien se mantiene un tanto minimalista. ‘Little Bit Of Sympathy’ concluye este trabajo, con riffs distorsionados y un potente trabajo en base rítmica. Nuevamente destaca el trabajo en los solos de guitarra, tan llenos de precisión como de feeling. Por ahí surge un lapso con percusiones, que acompañados del bajo y la guitarra, toman un tono muy al estilo de Santana. Después de este momento, el rock pesado retorna a su expresión más cruda, con un Robin Trower continuando con su cátedra de virtuosismo. 

Y sí bien el legado de este extraordinario y legendario guitarrista, y obviamente su obra musical, incluyendo este álbum, nunca han sido reconocidos en su justo y merecido valor, es justo mencionar que este disco en especial ha sido reeditado en varias ocasiones, manteniendo su legado entre quienes verdaderamente aprecian la música más allá de lo básico que nos venden y nos han vendido como lo mejor. Sumado a eso, es menester dar mención a espacios radiofónicos como la emisora canadiense Gritty Radio, especializada en stoner, country rock, heavy psych y blues rock, que ha sido fuerte impulsora del legado de este ícono de la guitarra, incluyendo constantemente en su programación la obra de este menospreciado músico británico.