Irlanda nos sigue dando gratas sorpresas en los últimos años. Si con su primer álbum, Just Mustard ya habían hecho que los reflectores voltearan hacia ellos, es con esta su segunda obra, la fabulosa Heart Under, que se consolidan con un sonido deliciosamente siniestro y espectral, y que va, mucho más allá, del sonido shoegaze en el cual se vieron etiquetados, y que siendo sinceros -si es que se pueden incluir dentro del mismo- logran sobresalir en un género últimamente bastante saturado.
No cabe duda que Just Mustard es de esas bandas donde la combinación de elementos crean una atractiva y sólida propuesta. Ahí donde la voz de Katie Bell nos toma delicadamente de la mano y el bajo nos engancha al trayecto, los inquietantes y por momentos chirriantes sonidos -casi industriales- nos sumergen dentro de las profundidades de su propuesta de forma amenazante.
Musicalmente el grupo se mueve entre las aguas y distintas temperaturas del shoegaze, el dream pop, el post punk o el noise. La intrumentación es nítida y pulsante, pero tiene la capacidad de crear distintas atmósferas en su música, sin perder la línea que van marcando desde el inicio.
Es difícil decantarse por algún tema en especial, en parte por el tono que mantiene el álbum, pero también porque no hay desperdicio en su conjunto; la banda es capaz en todo momento de ir a distintos recovecos y de forma inventiva, mantener el interés y el ímpetu.
Heart Under es el equivalente a internarse dentro de un oscuro y frío túnel de la mano de una angelical mano. Sin duda, uno de los mejores discos que se han lanzado este año.