Uno de los discos que redefiniría el rock de una nueva era
Iniciaba el año dos mil, había rumores del fin del mundo, el rumor perfecto para cualquier fatalista. Sin embargo no todo es tan literal como parece, simbólicamente nos enfrentamos ante el cierre de un ciclo temporal marcado por una fecha importante como es el término de un siglo, lo cual nos mantuvo a la expectativa de lo que vendría después tanto como humanidad y como sociedad, una perfecta época para renovarse o morir.
La música como forma de expresión también cambió, en el caso del rock, el asomo de una nueva era donde vimos fusionados distintos géneros que revitalizarían una nueva ola de estilos como el indie rock, art rock y dance rock, bandas que nos brindarían esa nueva estética auditiva, por mencionar algunas agrupaciones como Kaiser Chiefs, Kasabian, Artic Monkeys, The Strokes, Interpol, The Killers y por supuesto Franz Ferdinand.
El día de hoy celebramos el 20 aniversario de uno de los más icónicos estandartes de esta nueva ola para el rock Franz Ferdinand, la banda originaria de Glasgow Escocia liderada por Alex Kapranos, Bob Hardy en el bajo, Nick McCarthy en la guitarra rítmica y Paul Thompson en la batería; publicaron su primer álbum homónimo el cual fue lanzado a inicios del año 2004.
Dance rock, con aires retro pero con una dosis de frescura asequible para las masas a través de indie rock y el punk rock que nos deleita a través de 11 canciones que cuentan con una excelente selección y acomodo. Desde «Jacqueline» hasta «40’» nos dejarán transitar por las explosivas y melodiosas canciones de la elegante banda escocesa.
Fue un gran éxito desde su lanzamiento; enseguida se colocó en las listas de mayor reproducción en Reino Unido y posteriormente en todo el mundo. Fueron galardonados con el prestigioso Mercury en el 2004. Además de la calidad musical con la que son reconocidos también cuentan con un excelente manejo de identidad visual en cuanto al logotipo de su nombre y paleta de color bien definida que seguirían utilizando a lo largo de su discografía así como una gran calidad en sus videos musicales en cuanto a composición y estilo.
Los sencillos que lanzaron para el lanzamiento del álbum fueron la que los lanzaría a la fama mundial: «Take Me Out», «The Dark Of Matinee», «Darts Of Pleasure» y «Michael».
Es un álbum que en lo personal sigo percibiendo con ese toque de frescura pero ahora con cierta añoranza de esos viejos tiempos, en los que no dejaba de reproducir el disco hasta el cansancio. De mis canciones favoritas son «Auf Achse» la cual me transmite un poco de misterio y va fluyendo hacia una melodía más enérgica pero con un toque nostálgico.
«This Fire» con sus guitarras rítmicas la sutil voz de Kapranos al iniciar que va tomando fuerza conforme va transitando la canción a su punto álgido que nos provee de una ración de adrenalina bastante poderosa. Un tema elegante y que conserva toda la personalidad y estilo de todo el disco es «Darts Of Pleasure».
Por supuesto otra de mis favoritas del álbum y por la que conocí a la banda «Take Me Out», cuando vi por primera vez el video musical en televisión quedé fascinada, sin duda con esa sola canción bastó para querer adquirir el disco, el cual me llevaría por el resto del álbum, un álbum impecable y exquisito de inicio a fin.
Un álbum que hoy en día forma parte importante de la historia del rock.