Porque cuando hemos navegamos en la marea del amor, la música siempre ha sido nuestro refugio.
Desde la maravillosa y divertida novela de Nick Hornby, High Fidelity, hasta el desgarrador y realista filme Blue Valentine, cualquier persona que haya sufrido de amor (porque contradictoriamente del amor se goza, pero también se sufre) suele buscar refugio en la música, ya sea una balada de rock, un jazz de lo más “blue” o una melodía con una voz femenina de las que despedazan el corazón (si es que aún hay algo de él).
Bien lo dice el inmaduro, pero apasionado de la música Rob Fleming en High Fidelity:
“Las personas más desgraciadas que yo he conocido, románticamente hablando, son las que tienen un desarrollado gusto por la música pop. Y no sé si la música pop es la causante de esta infelicidad, pero sí tengo muy claro que han escuchado esas canciones infelices desde hace más tiempo del que llevan viviendo una vida más o menos infeliz. Así de claro.”
Y es que tal vez la premisa de los autores de estas canciones que exorcizan y sanan corazones sea que si no consiguen que nos apropiemos del dolor que expresan en las mismas, si no hermanas tus penas con las del intérprete, no lograron su cometido.
Parecería absurdo que del dolor puedan surgir las emociones más nobles y hermosas, sin embargo, paradójicamente, las canciones creadas o ideadas para romper corazones son las que terminan por sanarlos.
A pesar de que existen grandes coplas para curar un desamor y sacudirse el malestar del espíritu que nos atañe, entre ellas «No Distance Left To Run» de Blur, «Crown of Love» de Arcade Fire, «I’m So Lonesome I Could Cry» de Hank Williams, «Black» de Pearl Jam, «Everybody Hurts» de R.E.M., «Lover, You Should’ve Come Over» de Jeff Buckley, me enfocaré en tres artistas que lograron desterrar su dolor a través de un álbum brutal y honesto y no sólo en canciones aisladas.
BECK – SEA CHANGE
“How could this love
Ever turning
Never turn its eye on me
How could this love
Ever changing
Never change the way I feel”
El octavo álbum de Beck Hansen se caracteriza por las letras cargadas de soledad y desamor, habituado a la ironía de sus discos previos, en este álbum Beck expresa las letras más honestas y simples de su discografía, nunca nada había sido ni será tan personal para él como este disco. A partir de una infidelidad de su novia, Beck decide terminar una relación de 9 años.
Cargado de guitarras acústicas, Sea Change es la expresión de un artista repleto de sensibilidad y reflexiones respecto al amor y la soledad. Al igual que la temática de sus letras, la voz de Beck parece haber envejecido algunos años, y esto termina por rematar el tono sobrio y triste del disco.
Este álbum mantiene un perfecto balance entre la melancolía y la redención, generando un ambiente hermosamente devastador. Cabe destacar que el arte del álbum, así como el video del primer sencillo Lost Cause, son exquisitos.
SEAN LENNON – FRIENDLY FIRE
“Please just forget me
Never let me into your heart
‘cause the one thing I am afraid of
Is falling out of love”
Lanzado en el 2006, este segundo y último disco de la faceta solista del hijo de John y Yoko, surge de la turbulenta relación que Sean sostuvo con la actriz Bijou Phillips. Con una historia digna de un filme estelarizado por un joven Marlon Brando o James Dean, Phillips mantuvo una relación amorosa con Max LeRoy, mejor amigo de Sean. Poco tiempo después de la ruptura LeRoy murió en un accidente de motocicleta y a partir de este suceso jamás lograron resolver sus diferencias.
Plagado de arreglos de cuerdas y pianos, diez canciones bastaron para que Sean pudiera, en alguna medida, aliviar su dolor. Con un marcado contraste, la lírica del disco suele llevar de la mano dos términos que de manera opuesta denotan dolor, por ejemplo “Love is like an aeroplane; You jump and then you pray”.
Las letras de este álbum navegan entre los sentimientos más nobles y los de mayor rencor, en unos temas expresa su condena y repulsión, pero en el siguiente track vuelve a implorar por una noche más a su lado. Este vaivén de emociones es un motivo sustancial para la escucha completa del álbum, semejando una relación cotidiana, en la cual es difícil no vagar por ambos escenarios del amor.
A la par del álbum, la creatividad de Sean se ve reflejada en lo visual, ya que desarrolló un video para cada canción a manera de una atípica película en la que las secuencias entre canciones no siempre son de lo más claras. Cabe destacar el distintivo cover que Sean hace a Marc Bolan, en el que estampa de maravillosa manera la atmósfera melancólica y espacial del disco.
BON IVER – FOR EMMA, FOREVER AGO
“Someday my pain
Someday my pain will mark you
Harness your blame
Harness your blame, walk through”
En el 2007 un joven Justin Vernon lanzó uno de los discos más nobles y sombríos, bajo el nombre de Bon Iver. Tras un rompimiento amoroso (al cual lamentablemente se atribuye, en algunos casos, como su única inspiración) y una enfermedad que aquejaba y frustraba al cantautor, Justin se sitió en la cabaña de su padre con la esperanza de habitar en completa soledad, al grado de tener que cazar sus propios alimentos para cumplir su ambición de aislamiento.
Las melodías encuentran sustento en instrumentos de viento y arreglos corales mientras la guitarra acústica predomina como detonadora de la purificación anímica que implicó su aislamiento.
Tras su reclusión durante ese frío invierno, es de sorprender que el cantante no decidiera terminar con su vida y que, de manera contrapuesta lograra encausar ese dolor y frustración hacia una selección de canciones tan bellas. Las cuales sirven de ofrenda para cada persona que en algún momento de su vida haya anhelado desaparecer de este mundo.
A pesar de la oposición de Justin por lanzar sus canciones al mercado, este álbum le significó una enorme proyección, que lo confirió como uno de los magnos referentes del mediáticamente llamado Indie Folk.
Debido a que mi propuesta se basa en escuchar el álbum completo, en el orden secuencial original, no recomiendo alguna canción en particular, imploro se escuche tal cual como el artista lo ideó y se reconforten en el torbellino de emociones que cada disco representa.