Publicado por Entrevista a Scorpio 69
En esta ocasión nuestro melómano es todo un personaje, bastante conocido dentro de la vida nocturna. Él es un Dj y performer citadino de estrafalarios atuendos, que se ha encargado de amenizar las pistas de baile desde la década de los 80s. Hablamos del gran Scorpio 69.
En palabras de él mismo:
«Parte del show de Scorpio 69 es el que la gente se involucre, que vea algo diferente, no nadamás ver un monito ahí tocando y bailando como loquito. Por lo menos les haces un showcito para llamar la atención y que se vayan felices, contentos y que por otro lado, los cuates que me contactan me sigan contratando. Esa es la parte del showman de Scorpio 69, busco que la gente tenga esa buena buena experiencia cuando me vayan a ver por primera vez, que salga con un buen sabor de boca y si no, pues por lo menos que me vayan a criticar para bien o para mal, jajaja.»
Sin más, dejemos que nos cuente todo acerca de su colección privada y cómo vive la música. De antemano muchísimas gracias por su tiempo y disposición y tan agradable plática.
¿Quién es Scorpio 69 y cuál es su relación con la música, aparte del coleccionismo?
Scorpio 69 es un amante de la música, porque gracias a ella ha podido salir adelante, vencer el cáncer, compartir buenas vivencias, buena energía, apoyar el talento en México, y sobre todo cuando es en formato vinyl. Eso es Scorpio 69.
¿Cómo te iniciaste en el coleccionismo?
Realmente coleccionista no soy. Soy un Dj que desde chamaco convivió con la música. Por ahí de los ocho años -no recuerdo bien- tuve mi primer vinilo que fue el de Kiss, «I Was Made for Lovin’ You» en 7″. Me gustó el formato y posteriormente trabajé con unos amigos en su equipo de sonido por más de diez años en un salón de fiestas. En ese lugar conocí a unos meseros que eran los hermanos Galicia, que me invitaron a ser parte de un record pull, donde nos entregaban música promocional, la mayoría en vinil, versiones en remix que normalmente no salían a la venta hasta después y que nos los daban a la par de la radio.
Esto hizo que me gustara más la cuestión de los viniles porque había unos formatos muy chidos, algunas versiones que no eran muy comerciales. Me gustan casi todos los géneros musicales, los que son realmente música, no ruido, y pues así es como me fui metiendo a esta cuestión. E insisto, me gusta casi todo, todo: música latina, High Energy, house, techno, R&B, blues, rock, jazz, rockabilly, rock and roll, surf, garage, etc.
¿Te quedaste con toda la música del Record Pull, o se la repartieron entre los que lo integraban?
Toda la música que me entregaron en el record pull es propia, algunos los regalé, otros los puse a la venta en un momento crítico, que al final no fue tan crítico porque pues todo mundo tiene deudas, nunca se van a acabar. La cuestión es que nunca me los pagaron, te estoy hablando de unos 30 discos que me cambiaron por un picture disc de Divine. La verdad que fue un cambio muy malo por un lado, bueno por otro. Bueno porque el disco está muy bonito, pero malo porque el picture disc no vale por todo el material que yo les dejé. Este trato lo hice en una tienda de discos del centro en la calle de Mesones.
¿Cuál fue el primer álbum que obtuviste por tu cuenta?
El primero que compré fue uno de Divine que se llama «Shoot Your Shot» que si no mal recuerdo lo compré en Tepito.
¿A cuántos álbumes asciende tu colección? Me imagino que la gran mayoría los utilizas para tocarlos dentro de tu faceta de Dj.
No tengo idea de cuantos discos tengo realmente. Son muy pocos a comparación de otros amigos que tengo. Yo creo que serán por ahí unos tres mil discos más o menos, entre 12 y 7″. Y pues sí, la mayoría de la música que tengo, muchos son comprados, regalados o por medio del record pull cuando estuve con estos cuates. Un ochenta por ciento son para tocarlos.
¿Qué tendencia musical hay en tu colección?
Hay mucho High Energy, mucho house, mucha cumbia; digamos que es de los más representativo. Tengo mucha cumbia porque con eso inicié tocando y mezclando; posteriormente me enamoré del High Energy, del cual, no tengo la súper colección, pero si tengo muchos, así como del house.
¿Cuánto es lo más que has pagado o pagarías por un álbum?
Hasta ahorita, el disco más caro -pero que valió mucho la pena- fue de tres mil quinientos, pero no es un disco como tal, no es un disco digamos que fue prensado originalmente, sino que fue un disco cortado, porque lo mandé a hacer con canciones de agrupaciones que no tenían vinyl en ese momento, por eso no se me hizo caro. Mandé a imprimir en ese disco la canción de «Comprendes Mendez» de Control Machete, que el sencillo estaba en esos entonces como en dos mil quinientos, «Cumbia sobre el río» -aún vivía Celso Piña– y el cual no había vinyl, aunque después de su muerte, empezaron a salir, muy caros, en alrededor de mil quinientos. Ya solo con esos temas, llevamos cuatro mil pesos. Metí una canción de Los Rabanes que no hay en vinil y la de «Don Quijote Marijuana» de Brujería, que tan solo ese vinyl anda como en dos mil, tres mil pesos. Técnicamente, pues me salió barato.
¿Cuál es el disco más entrañable que tienes?
El disco más entrañable que tengo es el que me regaló mi jefa, el de 7″ de Kiss «I Was Made for Lovin’ You». Fue mi primer disco, del que se derivan todos, porque hay muchos, muchos discos, que cuando los logró conseguir… no manches, se enamora uno, pero ese sería el más entrañable para mí.
¿Cuál es la mayor rareza?
Hay varios, por ejemplo tengo un Lp de Jack White que de un lado toca a 33 rpm, y del otro toca a 45 rpm, de un lado aparenta ser un disco de pasta por el acabado que tiene, de un lado toca de adentro hacia afuera -tienes que poner el brazo de la aguja desde el final para que empiece a tocar, y de ese mismo lado tiene un loop para que cuando termine el disco, el brazo no caiga al vacío-, también tiene dos canciones ocultas en el marbete, el cual es la parte de la información del disco que viene impresa en papel; ahí vienen dos canciones ocultas que se unen de cada lado, y en la parte virgen -vamos a llamarlo así- de uno de los lados, viene impreso un angelito que tú a contraluz vas a ver que está dando vueltas.
Ese es el primer disco que se lanzó con ese tipo de diseño. El artista que lo realizó, fue contratado por la disquera -creo que es Universal- que hace los vinilos de La Guerra de las Galaxias para replicarlo en sus discos, en donde de un lado viene el halcón milenario y del otro vienen dos naves de caza. Digamos que para mí, ese sería el disco más raro de los que poseo, porque igual tengo flexi discos, en forma de puerco, en forma de calzón, cuadrados, de estrella, etc.
Volviendo a Jack White, él tiene su propia disquera llamada Third Man Records en donde ha hecho viniles muy, muy chidos.
¿Qué disco es todavía objeto de deseo?
No uno! muchos, muchos, muchos… entre ellos están el de Los Chijuas, el de los colores, uno de Angélica María, que lo tengo en lp, pero que lo quiero en 7″, la de «Brebaje de amor»; quiero el de Los Saicos, el 7″ de «Demolición», uno de Nitzer Ebb. Es un mundo de discos que ando buscando, cazando.
¿Tienes álbumes dentro de tu colección que no te gusten o los tengas por otros motivos?
Si, sí tengo algunos álbumes que no son de mi completo agrado, pero que por una sola canción los tengo. En este caso, cuando sacaban los compilados con varias canciones, solamente una era la buena, jajaja. Algunos de ranchero también que no los quito de mi colección porque viene o el Jarabe tapatío, o algo de Jorge Negrete o Pedro Infante. Por eso es que los conservo.
¿El último que adquiriste?
El último que he adquirido se llama The Runner, que es el soundtrack de una película donde la musicalización es de Boy Harsher, y lo compré por la canción que se llama «Machina» en la cual canta Mariana Saldaña. Uno anterior fue un disco de Molchat Doma, un grupo de post punk ruso. Esos son los dos últimos que he adquirido.
¿Alguna manía o fijación que tengas con tus discos?
Pues tengo la mala maña de no limpiarlos, jajajajaja. Los limpio hasta mucho tiempo después, mano. Eso puede ser una manía… Debería de tenerlos al cien, ¿no? estás de acuerdo… Y pues la otra manía que tengo -aunque no se si se le puede llamar así- es el tener acomodados los discos, a lo mejor no por géneros o por abecedario. En mi caso pues no por géneros porque puedes encontrar en un espacio donde yo digo: todos estos discos son para la fiesta y para la fiesta vas a encontrar desde un jarabe tapatío, el ratón vaquero, merengue, rocanrol, cosas así raras que te hacen mover el bote.