Publicado por En los bosques de Bainbridge, Washington se unieron y formaron los brillantes tricomas psicoactivos de WEEED para traer a este mundo su mezcla feroz de psicodelia e improvisación. La banda está conformada por Gabe, Mitch, John, Ian y Evan.
Cuando los escuché la primera vez no volví a ser la misma. Recuerdo con mucho fervor la noche del 7 de septiembre del 2018 cuando tocamos juntos en “The Shakedown” en Bellingham, muy cerca con la frontera de Canadá. El cartel estaba formado por WEEED, Mindhala y Neptuna. Conducimos un par de horas desde Seattle y llegamos cerca de la hora de prueba de sonido. La noche comenzó con Mindhala, trio instrumental muy eléctrico conformado por Vicco Gonzáles, Nathalia Romo y Antón Cerda, que dejaron a la gente ya bastante en onda para seguir con Neptuna y finalizar con estos seres salvajes que prácticamente llegaron a desmoronar nuestra realidad con su música.
Presenciar su ceremonia sónica fue deleitoso en gran medida y uno no puede hacer más que dejarse guiar por el flujo de la música. El ambiente de inicio logró confundirnos y atraernos a contemplar los cantos poseídos de lo que estaba por transformarse en una frenética experiencia proyectada por el espíritu de la planta mágica. Cual péndulo, su poderoso ritmo nos indujo a un eufórico viaje sin retorno. El espejismo que se genera con los dos sets de baterías de John y Evan refuerzan el pulso que induce al trance, siendo batido por las lúdicas percusiones que aporta Ian, y para completar el combo tenemos a Mitch en la flauta transversal y la guitarra que aumenta la elevación y a Gabe en el bajo, los sintetizadores y la guitarra invitándonos a compartir su catártica y liberadora locura.
WEEED cuenta con siete producciones discográficas desde el 2008, lo que nos deja claro que su creatividad es imparable, y es que sus conciertos nunca tienen el mismo sentido. Han compartido escenario con Kikagaku Moyo, Connan Mockasin, OM, Acid Mothers Temple, Earth, Dead Meadow entre muchos otros proyectos.
¡Aviéntate la discografía de WEEED! Te aseguro que no te vas a arrepentir de explorar su sonido.
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