Celebrando a los mellizos
El 14 de agosto de 1995 marcó uno de los puntos más altos de la rivalidad entre Oasis y Blur, al lanzar “Roll With It” y “Country House” respectivamente en búsqueda del deseado número uno en ventas. Esto fue un frenesí mediático que recordamos los que nos tocó presenciarlo y mucha tinta se ha gastado hablando de esta eventualidad descrita por muchos como la más grande “batalla” en la música popular inglesa… bueno, nosotros creemos que no es así. Resulta que el 22 de noviembre de 1968 salieron a la venta The Beatles (mejor conocido como The White Album) y The Kinks Are the Village Green Preservation Society.
En este pequeño artículo celebramos el cumpleaños número 50 de dos de las piedras angulares y más brillantes joyas de la corona inglesa en lo que Pop Rock Britanico se refiere.
The White Album
La muerte de Brian Epstein en agosto de 1967 fue un mazazo que removió todos los engranes de la máquina que era The Beatles y podría considerarse el empujón definitivo para la creación de un disco como The White Album. Personalmente, fue un golpe emocional sumamente fuerte para todos (especialmente para John) y profesionalmente, quedaban sin un manager, decidiendo manejarse a sí mismos y liberándose de cualquier tipo de atadura creativa que pudieran haber tenido.
17 de los temas que finalmente aparecen en el disco doble fueron escritos en la India, donde la banda esperaba reencontrar la unidad que evidentemente habían perdido por esos años, sin embargo; resultó en todo lo contrario, sus diferencias parecieron acentuarse y la sensación de insatisfacción como banda se hacía más palpable. Por estas fechas John terminó su matrimonio con Cynthia Powell y empezó su relación con Yoko Ono.
En cuanto a la grabación del disco, el mismo tono frío se mantuvo entre la banda, a tal punto que el proceso se parecía más al de una grabación de 4 discos solistas a la vez, que al de un grupo. La colaboración fue mínima y tensa, aun cuando George estaba colaborando con 4 temas y Ringo presentaría su primera composición para la banda, cada uno de ellos hizo casi todos los procesos de la grabación de manera individual. Aunado a las tensiones, la perene presencia de Yoko en el estudio hizo que incluso George Martin se retirara para unas vacaciones a mediados del proceso al sentir su lugar usurpado.
La “persona” de John Lennon también cambió en esta época, al sentir la agresión desde todos los frentes (excepto de la banda misma, quienes, si bien no estaban cómodos con la presencia de Yoko en el estudio, nunca fueron hostiles) John se volvió más sombrío y beligerante especialmente hacia la prensa, hablando indistintamente de política y paz, pero con una notoria agresividad. Esto creó dos “moldes” que seguirían varias estrellas de rock en el futuro, por el lado de las maneras; por ejemplo, Liam Gallagher lo adoptó gustoso 25 años después desde el día uno dando entrevistas con Oasis y, por el lado del mensaje, Ian Frontaman lo explica a la perfección:
“Lennon sin darse cuenta, creó el molde para Bono y todas las demás estrellas de rock que asumen que, por el hecho de cantar afinados, son una mezcla de Ghandi, Churchill y Jesucristo”
A pesar de ser #1 en ventas tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, el álbum fue recibido con críticas encontradas, principalmente tildándolo de aburrido y simple o enfocándose en el gran fallo que es considerada “Revolution 9”. Sin embargo, esta “simpleza” es en buena medida lo que hace a este disco fresco e incluso revolucionario, en una época en la que la búsqueda del santo grial consistía en crear una super producción, llena de elementos (cosa de la que ellos mismos habían en parte sido culpables tras el éxito que fue Sgt. Pepper), este disco regresa a lo básico, un disco inspirado en las raíces blues y country del rock.
Como Lennon admitiría más tarde, “se puede escuchar el sonido de los Beatles separándose en ese álbum”. De la misma manera en que a inicios de los 60’s la química de los fabulosos cuatro había sido la clave para crear el pop perfecto, las grietas en su relación durante la grabación de The White Album y su ya inevitable desmoronamiento crearon un nuevo tipo de rock crudo, furibundo y (aparentemente) desarticulado. ¿Qué fue lo que hizo que todos estos fragmentos funcionaran como un todo? Una vez más, la respuesta es: la calidad de las canciones.
Hablar de los temas en El Álbum Blanco es redundar, por eso solo diré que en él encontramos algunas de las composiciones más brillantes de cada uno de los Beatles, lo cual no es poca cosa. Además de esto, la manera en que se armó revela la importancia del acomodo adecuado de los temas dentro de un disco, si escuchamos el LP en orden aleatorio pierde muchísimo de su impacto (hagan la prueba); pero tal cual es, se ha convertido en una figura mitológica indiscutible en la historia del rock y un arquetipo que muchos otros han replicado con o sin conocimiento. Cuando decimos la frase “Es su álbum blanco” al referirnos a discos como Sandinista de The Clash o Wowee Zowee de Pavement, no hay más que agregar, el concepto queda perfectamente entendido.
The Village Green Preservation Society
Tras tres años de no tener un éxito en el Top Ten, el contexto en el que se lanza este, su sexto álbum de estudio, era comercialmente adverso para The Kinks. Sin embargo, en el aspecto creativo estaban a punto de llegar a su punto más alto.
Armado con canciones grabadas durante los dos años anteriores, Village Green es un álbum conceptual en el que los temas retratan distintos estilos de vida británicos a lo largo del siglo, así como su aceptación o rechazo a los inevitables cambios al pasar el tiempo. Quizás es por esto que las melodías y arreglos tienden a mirar más para atrás que hacia adelante, y uno de los motivos por los que tuvo una pobre recepción en lo que a ventas se refiere. Otra posible explicación para esto puede ser la elección del sencillo promocional “Starstruck”, cuesta trabajo entender por qué se tomó esa decisión teniendo temas a la mano como “The Village Green Preservation Society” o “Picture Book” … Ray Davies trabaja de maneras misteriosas.
Viéndolo en retrospectiva, este disco representa mejor que ningún otro lo que The Kinks fueron/son dentro de la música popular no solo inglesa sino mundial. En una década plagada de colosos mucho más estridentes y mediáticos; The Kinks, a pesar de contar con una considerable fama (más por algunos sencillos que por sus LP’s) fueron menospreciados en su momento por el público en general, pero al haber armado una obra cuidada y de altísima calidad, el paso del tiempo les ha ido dando su lugar en la historia. Tanto la banda como The Village Green se han posicionado como uno de los grandes referentes en la historia de la música en calidad, importancia e influencia.
Otra peculiaridad del disco es que sería el último grabado por los cuatro miembros originales ya que al año siguiente Pete Quaife, bajista de la banda, abandonaría el grupo. Es bien sabido que Ray Davies siempre fue la fuerza dominante en The Kinks; sin embargo, la química (o falta de ella) con los demás integrantes, especialmente las tensiones con su hermano Dave, siempre dieron un toque especial al cuarteto y un sonido que en ocasiones resultaba incluso peligroso.
Tras The Village Green vendría Arthur (Or the Decline and Fall of the British Empire), otro brillante álbum conceptual que cimentaría el estado de gracia por el que Ray Davies estaba pasando a finales de los 60’s. Sin embargo, The Village Green es, de manera generalizada, considerado como la obra maestra de The Kinks. Y es que a pesar del cargadísimo acento a temáticas inglesas, dentro de este LP encontramos sensaciones que de alguna u otra manera se relacionan con todos nosotros haciéndolo universal; La nostalgia está bellamente presente a través de todos los tracks de distintas maneras, los amigos perdidos en “Do You Remeber Walter?”, los recuerdos en “People Take Pictures Of Each Other” o “Picture Book”, la marginación social en “Johnny Thunder” o “Wicked Annabella”, las fantasías infantiles en “Phenomenal Cat” o la aceptación estoica de los hechos de la vida en canciones como “Big Sky” o “Sitting By the Riverside”. De esta manera nos encontramos con un disco pop sumamente disfrutable, que además de todo es un disco sabio.
50 años después The Kinks Are The Village Green Preservation Society ha demostrado, tal vez mejor que cualquier otro, haber pasado la prueba del tiempo; siendo al día de hoy, el disco más vendido en la historia de la banda y uno de los discos más esenciales del rock. Parece que Ray Davies hablaba con razón cuando dijo acerca del disco: “Es el fracaso más exitoso de la historia”.