En los últimos años, la escena musical se vio invadida por un movimiento que vino, verbigracia, a nutrir y llenar un espacio que se estaba quedando vacío debido a la proliferación de actos superfluos que la industria suele vender como innovadores y lo obligado del momento. Ese movimiento se le conoce como «southern goth» o «country gótico», que al igual que el género raíz al que le debe la vida, que es el country, tuvo su nacimiento en Estados Unidos, Canadá y Australia.
En realidad el southern goth no es tan nuevo como se piensa, ya que desde inicios de los 90’s, bandas como 16 Horsepower, ya tocaban este estilo, que básicamente es una mezcla de country, folk, bluegrass, con un toque de post punk, blues, en ocasiones también las guitarras distorsionadas que contrastan con el sonido de los instrumentos como el banjo. En el terreno lírico, se constituye básicamente de letras siniestras pero campiranas, basadas en trenes, vaqueros, demonios, pueblos malditos, ocultismo, carreteras malditas, etc.
El precursor de este estilo, en realidad fue Johnny Cash, sin olvidar a Creedence Clearwater Revival y su «Bad Moon Rising», aunque también músicos como Nick Cave hacían fusiones parecidas. Con la aparición del ex guitarrista de Poison, Blues Saraceno, y su proyecto del mismo nombre, y sus tracks como «The River», «Dogs of War», «The Bible or the Gun», «Save My Soul», etc. Fue que se daría vida a un nuevo género oficialmente llamado «southern goth«.
Músicos y bandas como Angry Johnny & The Killbillies, The Goddamn Gallows, Agnostic Gospel Mountain Choir, Jay Munly, Mourning Ritual, The Ben Moody, Crooked Still, Sons of Perdition, Highlonesome, Jake Orvis, King Dude, The White Buffalo, Hank Williams III, Ben Nichols hasta David Vincent, ex integrante de una de las bandas más respetadas de la escena del metal extremo, Morbid Angel, entre otras, se fueron colocando de manera discreta pero sólida entre el gusto de oídos sedientos de buenas propuestas.
Dentro de este movimiento, es digno destacar dos bandas en específico (no significa a que las mencionadas anteriormente no sean excelentes e importantes), que se convirtieron en cabezas de este estilo: Graveyard Train, surgidos desde Australia, y los canadienses The Dead South, quienes por su parecido musical, se fueron peleando (musicalmente) el puesto como la banda líder del género.
Graveyard Train se levantaba sobre su competencia canadiense, pero tras la larga ausencia de la banda australiana, The Dead South han aprovechado para tomar el liderazgo, convirtiéndose también en una de las bandas más interesantes e importantes de la actualidad. El año pasado, editaron el magnífico Sugar & Joy, llegando a los primeros lugares de popularidad en los diferentes charts, entre ellos Billboard. Además de ser certificados como álbum de platino, algo muy difícil de lograr en tiempos del streaming.
El southern goth fue como un oasis que vino a refrescar la escena musical, con un sonido orgánico, demostrando que la buena música no necesita de tanta tecnología; además fue un contrapeso para la ola de bandas pop disfrazadas de country que actualmente gozan de popularidad, a costa de colgarse de un género tan importante.
*Artículo lanzado por primera vez en Nopal Eléctrico Radio el 3 de Junio de 2020.