A finales de la década de los 70’s, el movimiento del heavy metal, caía precipitosamente, ante la popularidad del punk. El género parecía condenado a su extinción, con un Judas Priest tratando desesperadamente de mantener el barco a flote. Pero pronto llegarían refuerzos para ayudar a Judas a que el metal volviera a navegar: casi entrando la década de los 80’s, surge en Inglaterra, el movimiento conocido como NWOBHM (New Wave of British Heavy Metal). Bandas como, Saxon, Tygers of Pan Tang, Paralex, Holocaust, Weapon, Black Ave, Sweet Savege, Blitzkrieg, Praying Mantis, Diamond Head, Def Leppard, Samson, Angel Witch, Iron Maiden o Venom, llegaban para dar nueva vida al género, demostrando que el metal tenía vida para rato.
Dentro de esta camada, también surgiría una banda, que a diferencia de las demás, no centraba su estilo en canciones veloces, sino en riffs pesados y lentos: Witchfinder General. Un trío conformado por Zeeb Parkes, en la voz y letras, Phil Cope en guitarra, bajo y letras, y complementando, Graham Ditchfield en los parches. Con sólo dos trabajos, esta banda dejaría un legado e influencia únicos, ya que se podría decir, que fueron la banda que le dio otra forma al estilo de Black Sabbath, transformándolo en lo que años después se le conoció y conoce como doom.
En esta ocasión, el álbum que nos ocupa, es su brillante debut, titulado Death Penalty, editado en 1982, bajo el sello Heavy Metal Records. Basta escuchar la potencia del track homónimo al disco, para darse cuenta que sin esta agrupación, la historia de muchas bandas, tal vez sería muy distinta. Otros tracks como «R.I.P», «Witchfinder General», «Burning a Sinner» (que ya había sido editada un año antes, como sencillo), convierten esta obra en un trabajo elemental para cualquiera que disfrute los riffs pesados, que no dejan de lado momentos acústicos, pero sin perder ese espesor que debe tener el metal.
Aquí se encuentra uno de los padres de agrupaciones como Pentagram, Kyuss, Fu Manchu, Sleep, Electric Wizard, y algunas bandas más actuales de esta corriente doom/stoner, cuya popularidad ha crecido mientras que curiosamente, la falta de innovación, se ha ido apoderando de dicho movimiento.
Algo que llama la atención en esta joya, es la portada, que muestra a una Bruja a punto de ser violada y en la contraportada, a la misma bruja, asesinada. Esa mujer, es nada más ni nada menos que Joanne Latham, una popular top model británica que también adornaría las portadas de la revistas Playboy, y Penthouse, además de volver a aparecer en la portada del segundo y último álbum de la banda.
*Este artículo salió por primera vez en Nopal Eléctrico Radio.