Producción Musical (IV) Entrevista a Dokta Dude AKA Dr. Bona Bonson

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Dokta Dude AKA Dr. Bona Bonson es un nombre que a muchos puede parecerles ajeno o extraño. Sin embargo, el ser detrás de ese singular nombre es uno de los productores más constantes de la escena musical del país, y no solo eso, sino que ha estado detrás de varios discos y proyectos que pueden considerarse de culto o relevantes dentro del circuito musical, tanto detrás de las consolas solamente (Soledad, San Pedro el Cortez, Juan Cirerol, The Americojones Experience, Robota) como también al frente de otros tantos proyectos (Six Million Dollar Weirdo, El Pan Blanco, Phuture Crime$).

El buen Bona, por otro lado, es una especie de fantasma de las redes sociales, cuando uno cree que encontró algo de él, desaparece, y teniendo tal cantidad de álbumes y proyectos, su figura termina dispersándose, para dejar al final, lo más importante, la música. Al final, pudimos hacer un rito de invocación, y logramos entablar contacto con él, para que nos contara un poco acerca de su labor en las consolas. Agradecemos al Bona, su tiempo, disposición y buena charla para la entrevista. Agradezco igualmente al buen Charlie Cubetas de SILICONCARNE.Radio (Por ahí podrán encontrar otra divertida entrevista con el Bona) y al gran músico Julio Navarrete por facilitarnos algunas imágenes para ilustrar la entrevista y que la gente se pueda dar una idea de quien es Dokta Dude AKA Dr. Bona Bonson.

¿Siempre tuviste en mente producir? ¿o fue algo que se fue dando a partir de tu labor como músico?

Yo siempre quise producir. Desde pequeño comencé a relacionarme con la música -desde los cuatro o cinco años, ahora tengo 47-; escuchaba los discos de mi papá -quien me tuvo a una edad bastante mayor- y donde había mucho jazz viejito, contemporáneo y otras tantas cosas muy variadas. Yo siempre me preguntaba cómo se hacían los discos, cómo le ponían el sonido a los mismos, y con el tiempo yo fui haciendo mis propios experimentos, mezclado el sonido de dos grabadoras, o ponía el tocadiscos y luego la grabadora, veía donde se conectaba cada uno y todo ese tipo de detalles.

Cuando empiezas a escuchar y hacerte fan de la música de The Beatles o de Queen -que hasta la fecha me siguen gustando mucho-, yo llegué a ver como era un estudio de grabación en la televisión, y ahí me cayó el veinte de todo, de que se utilizaba una mezcladora, una consola; entendí que había diferentes tipos de micrófono, entendí que se separaba el sonido en un estudio, que había un técnico. A mi siempre me llamó la atención la idea de hacer discos: grabarlos, producirlos, mezclados, todas las cuestiones técnicas de los discos me llamaron la atención. Y bueno, yo siempre me incliné mucho hacia la música, a lo bestia. Siempre había querido ser músico y siempre había querido producir. Las dos cosas para mí, son paralelas, ninguna es más importante que la otra. 

 

¿Tienen algo en común los grupos que sueles producir?

Si. Yo generalmente trabajo con bandas o artistas nuevos. También puede ser que haya un rango que vaya desde lo electrónico, lo experimental, hasta una vertiente muy melódica. He hecho cosas muy experimentales, como por ejemplo, el primer disco de Robota, y otras cosas más rasposonas. He hecho un montón de discos, yo creo que llevaré, hablando de álbums completos, tomando en cuenta los míos, -sin contar sencillos o EP’s- más de 40 discos.

 

¿Qué te gusta aportar a un proyecto musical como productor?

Es muy importante lo que el grupo está persiguiendo, a lo que quiere llegar. Yo tomo en cuenta mucho el punto de vista de cada músico, de cada artista, porque para mí la función del productor no es imprimir su sello, o hacer su versión -eso terminaría siendo más como un versus, como un Massive Attack V Mad Professor– para mi el productor, en su papel, nace desde el momento en que tiene que haber una persona que tiene que entregar producto, algo que vaya a funcionar, a cumplir los objetivos del artista, o de los jefes del artista, los que ponen la lana.

Para mí, es un despropósito que un productor imponga determinadas cosas; yo siempre les doy finalmente la ultima palabra a los artistas. Si procuro darle las mejores alternativas, opciones que les vayan a funcionar, que hagan que su sondo cuaje, llegando a lo que ellos están buscando, eso es lo importante para mí. Hay productores muy invasivos, que se quedan en su mismo rush y no están logrando nada nuevo en su carrera.

Es importante también aventarse la cascara con los artistas y ver que es lo que están pensando, sus métodos, etc. Es un campo en el que nunca dejas de avanzar, y nunca dejas de aprender. Esto se desarrolla constantemente, salen cosas nuevas. Cada músico, cada productor, ingeniero, tiene sus métodos favoritos, sus equipos favoritas, sus herramientas o marcas, pero siempre encuentras algo que dices: órale, esta onda suena bien chida y tiene una aplicación nueva, se pueden hacer otras cosas. 

¿Hasta dónde llega tu labor de producción en los discos?

Vamos a decir que la posibilidad de componer dentro del proceso de una producción es implícita. Pero vamos a clarificar que ya como está puesto en el negocio de la música, tú compones, y te ganas determinados derechos. Yo compongo -tengo muchos proyectos- pero cuando estoy trabajando con un artista, no le estoy cobrando arreglos -que es parte de la generación de un track-lo cual es muy importante, y que viene dentro de la composición.

Propongo muchas cosas dentro de la composición, doy muchas ideas, muchas pautas para darle forma a las estructuras, pero no les pido derechos. Yo soy de la idea de Steve Albini, de que el productor no es muy diferente a un albañil o un electricista -de ahí que se llamara Electrical Audio su chidísimo estudio-; el productor es una persona de oficio. Sí entra la composición, el arreglo, pero yo solamente que esté manifiesto el hecho que estemos componiendo como equipo, sí pido los derechos; en cuanto a la cuestión de composición como extra, o arreglitos que vayan surgiendo -que hay veces hay modificaciones bastante extremas en ese sentido- pues no.

 

¿Es muy distinto auto producirse a producir a otros músicos?

No. Es igual. Vamos a decir que el proceso de producción lo veo como si fuera una pirámide invertida. Lo más importante para mí son las cosas que van al principio. Cada fase de la producción va resolviendo el siguiente paso dentro del proceso. Lo más importante es el concepto, a partir de ahí tienes un brief, una imagen, si tu quieres, muy difusa de lo que vas a hacer -lo puedes poner en papel, en notas de celular, etc- ya después viene la composición. donde viene el tema en sí.

Cuando tu tienes una rola bien compuesta, el arreglo es más claro, se define de forma mucho más natural, y en una de esas se te prende el foco y puedes hacer un arreglo bastante diferente. En esa fase, se ve la instrumentación, en que escala se pone, etc. Luego viene el tracking, que si ya tienes todos esos sonidos bien chidos, este se va solito, ya es muy fácil de resolver (El tracking es cuando estas grabando los sonidos por separado, teniendo las pistas de audio de la batería, guitarras, bajos, percusiones, coros, instrumentos de cuerda, etc.) Otra cosa que hay que mencionar. Al final nunca te quedan las cosas como las pensaste desde el principio, jamás. Y eso es lo más satisfactorio del proceso.

Algo que me imagino deben tener bien presente los productores y músicos, para evitar frustraciones.

La música yo la considero como una entidad espiritual, entonces te obligas a que hagas lo que ella quiere, no lo que tú quieres; estoy muy en contra de la idea de: “esto no es lo que yo quería expresar” o “este no es mi mensaje”. Ahí pregunto: ¿Qué es lo que querías expresar? ¿Cuál es el mensaje my friend?. Creo que el proceso de hacer música es todo una operación psicológica o parapsicológica que te acaba matando el ego. Ya no tomas en cuenta el hecho de si te gusta o no. Cuando tu terminas algo y tu sientes que claramente está terminado, te das cuenta cuando te hace click. 

Pasa mucho que los artistas dicen: “esto no era lo que quería” y de repente eso es lo que conecta más con el mundo real, con el exterior. A mí me ha pasado que rolas que no son las que más me gustan del disco, son las que más le gustan a la gente. Esto te lo digo en mi caso, pero platicas con mucha gente y les pasa exactamente lo mismo. Salen las rolas, a veces ni se piensan como sencillo, y les jala super bien, tienen una vida propia. Uno solo es un vehículo, uno puede tomar la canción de alguien más y llevarla a otro lado, convertirla en otra estética u otro enfoque, y pasara otra cosa. Un tema se puede manipular, se puede manejar, tasajear, mash-upearlo, cualquier cantidad de cosas que se te pueden ocurrir en el futuro son válidas y se pueden hacer.

 

¿Quiénes son tus referentes en cuanto a la labor de producción?

Tengo muchísimos. Yo soy muy fan de varios productores de antes y de ahora. A mi los que me gustan son los de antes, me gustan Joe Meek, el productor pre-Beatle más loco y más inventivo de Inglaterra en los 60’s, me gusta mucho también de los 70’s Brian Eno, los productores de Krautrock, que son varios; de ellos me gustó mucho sobre todo la forma que avanzaron en el manejo del estudio, me gustan también mucho Lee Perry, King Tubby. En los 80’s me gusta mucho Jack Dangers de Meat Beat Manifesto. En general, me gusta gente que fue metiendo nuevos conceptos en cada década.

De ahora mismo me gustan también varios productores, también gente que esta haciendo cosas de manera casera como los que andan produciendo cosas jungle en su cuarto, gente que esta usando una combinación de metodologías más antiguas como el uso de samples, cosas mas bailables, mucha influencia del acid house y del primer techno. Me gusta la verdad una cantidad amplia de productores. Siempre hay que estar checando que es lo que hacen, sus formas de trabajar, sus aproximaciones a la música, siempre hay algo que aprenderles. Soy muy fan de saber que hacen. Me gusta formarme y chismearme que traen entre manos. 

¿Cómo ves el avance de la producción en México?

Hay gente que hace cosas muy interesantes, muy buenos. aquí lo que esta pasando, cuando menos lo que tengo cerca de mí, en la CDMX, es que hay una generación de personas que tienen unos 20, 25 años que están haciendo música nueva de muchas vertientes diferentes, y está habiendo mucha autoproducción. Son otro tipo de músicos los que buscan trabajar con un productor. Ahora ya es muy natural que un artista produzca sus propias pistas con una calidad muy terminada, muy decente. Las herramientas ahora son muy accesibles.

Esto ha cambiado mucho en las últimas tres décadas, se ha ido ampliando la oferta de software y hardware para gente que tiene un estudio. Con una inversión modesta puedes tener lo suficiente para producir música constantemente. La gente produce un montonal. Me gusta escuchar que está pasando por acá y que están sacando y en que punto van y que es lo que traen. Me gusta tener un ojo en el balón y saber cómo está el juego. Así como a la gente que sigue las carreras de caballos o el futbol, yo me la paso viendo cómo va todo eso, es como ver mi propia champions, jajajaja.

 

En el proceso de producción debe de haber infinidad de situaciones o anécdotas. Cuéntanos alguna que recuerdes.

Jajajajajaaj. Ufff… ¡Hay muchísimas!

Un ejemplo. Hace ya bastantes años, cuando estaba de productor de cabecera en Vale Verga discos, en donde produje un buen número de artistas nacionales, entre ellos Ninada, Selma Oxor, Juan Cirerol, Mentira Mentira, Soledad, Ulises Zarazua, etc.

Cuando produje a San Pedro el Cortez su disco Creaturas, ellos venían desde Tijuana y se quedaron en mi casa, y pues íbamos a empezar a grabar y lo fuimos retrasando todo el tiempo, y prácticamente las dos semanas que se iban a quedar, nos las aventamos de fiesta, en la pura peda ¡no hacíamos nada! jajajaja. Cuando ya se tenían que ir -justo el día que se iban a ir- se grabó el disco, y no recuerdo si todavía estábamos hasta atrás, o cuando menos bien crudos sí, grabamos de las 10 de la mañana a las 3 de la mañana del siguiente día, hora donde ya prácticamente tenían que agarrar el taxi para irse al aeropuerto. ¡lo dejamos hasta el último! A mi me gustó mucho ese disco como quedó, pero realmente lo hicimos así.

Otra que recuerdo mucho, fue cuando grabamos el disco de Juan Cirerol, lo hicimos en un par de sesiones, y en ese entonces, yo me andaba mudando a otro departamento no muy lejos, y mi estudio lo tenía lleno de discos y libros por la mudanza, por lo cual, estábamos sentados prácticamente arriba de los libros. Se hizo así, no fue la verdad nada glamuroso. En el disco se escucha cuando abrimos las caguamas, damos el portazo, etc. Quien quiera revisitar el Ofrenda al Mictlan, se dará cuenta que es un disco bien al chile. Es un disco de campo, jajajaja, aunque ya luego le di su chaineada, es un disco al que le tengo mucho cariño.

 

¿Produjiste los dos primeros discos de Juan?

Solo el primero. Hubo platicas de hacer otro, solo que cambió de disquera, y al moverse a Universal, pues ellos pusieron sus condiciones. Pero eso ya fue harina de otro costal. 

 

Ahora que tocaste el tema ¿Vale Vergas Discos duró bastante poco, no?

Sí, duro pocos años. Trabajamos mucho en su momento, aunque solo duró de 2011 a 2014, escasamente tres años, pero yo considero fue uno de los sellos de la década pasada que tuvo (o tiene, pues existen las grabaciones) uno de los rosters mas interesantes. 

 

VVD Tuvo una vida bastante punk. Corta, pero intensa y memorable.

Fue muy momentáneo, estaban empezando a posicionarse, tenía una propuesta muy variada, cosas bien relevantes para su tiempo. 

 

Y los discos ahora son bastante difíciles de conseguir.

Si recuerdas, en esa época, se regalaban mucho los discos en internet, lo cual es una tendencia que va a la baja. La dinámica que había era que se sacaban 300 copias de vinyl de cada disco, ya fueran en 7″ o en 12″; prácticamente todos los álbumes se editan en vinyl y solo existen 300 copias de cada uno. Muy escasas por lo mismo. Por ahí está el primer disco de Soledad, también.

 

¡Ah! el de FÉ, de Soledad si alcancé a conseguir uno, fíjate, jajaja. 

Ah mira, espérate unos 10 años y ya luego te andarás comprando un cochecito con eso, jajajaja.

 

Suena bien, jajaja aunque no sé, yo creo que mejor me lo quedo, ¡me gusta mucho!  

No sé en que punto está ahora mismo el site de Vale Vergas Discos, pero en algún momento tenía disponibles todos los álbumes. Todavía tengo contacto tanto con Maria Alicia, como con Txema, de VVD, luego les preguntaré como estará el rollo del site, para que la gente pueda seguir escuchándolos.

 

¿Con que proyectos estás trabajando ahora mismo? ¿Algo en puerta con tus proyectos personales?.

En este momento tengo un metasello discográfico. Tengo distribución tanto en plataformas digitales como en tiendas, y estoy trabajando ahí varios proyectos. Tengo uno nuevo, del cual estoy editando un video en vivo que nos pidieron para Irreversible Radio -que está celebrando su primer año- y se llama Piosenka, de una  cantante y compositora llamada Stephany Piosenka, que sigue mucho la línea que te cuento, música electrónica bailable, híbrida, que tiene tanto elementos de banda -batería, bajo- con una onda muy retrodance, muy marcada. También Phuture Crime$, una banda donde yo compongo y canto, por el mismo corte.

También están algunas cosas de Ferrous, y también voy a sacar pronto un debut de una banda llamada Weyes, una chica y un chico que también traen una onda bastante bailable. Todo lo de este sello que se llama Humanoid Mutations, es como en esa idea. Es mi sello personal, un metasello porque por mi experiencia, no siento que en este momento la necesidad de tener una disquera o un sello, no lo veo imperioso.

Esto es más como la escena que tenía gente como Tortoise, OOIOO, Sam Prekop a finales de los 90’s, con su sello Thrill Jockey, donde había una serie de músicos que interactuaban entre las mismas bandas y estaban todas en rotación alrededor del mismo sello, esa es un poco la idea. Hay algo en clave de dance retro, mucho en la tendencia que se están retomando ahora mismo de techno, jungle. Una idea muy light, muy orgánica. 

¿Dónde puedo ver algo más de info de lo que has producido? No hay mucha información en torno a los álbumes que has producido y algunos otros proyectos tuyos.

Yo no he tenido la decencia de hacer un recuento de lo que he producido, sí sé que he hecho cierta cantidad de discos, haciendo memoria, produzco unos tres, cuatro álbumes al año. Y si he trabajado profesionalmente desde el 2002 ya con eso ya tengo mas de 40. Pasa que luego yo mismo me digo: ¡Ese también lo hice yo! Estaría chido en algún punto, mas cerca del final del cerro, a ver si me acuerdo y hago ese recuento, esa base de datos oficial. Ahora mismo hago las cosas y a lo que sigue, me sigo en mi onda. 

De los últimos que he hecho estuvo el de The Americojones Experience, vienen los de Frida Canti, Sebastian Érebo de SLP, viene el el de Ferrous, viene el de Weyes. No me ha faltado chamba en esta época, se vienen varias cosas. Yo no me tomo fotos ni tengo un diario visual de mi trabajo; no le atoro a esas cosas, no soy muy de redes sociales -aunque no es que no las vea-, no tenga cuentas, ni pongo mucho de mi proceso de trabajo.