El Rock Basura

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El nacimiento de Los Monjo

Conocí a Tucho en un concierto de ska en el centro de la ciudad. ambos vivíamos cerca el uno del otro, en el barrio de Oblatos, al norte de la ciudad. En el barrio en el que crecimos aquello no era común; quiero decir, que nadie parecía escuchar la música que nosotros escuchábamos, que en su mayoría era Rock Radical Vasco. Nos gustaban bandas como Kortatu, M.C.D. La Polla Records, Cicatriz, Eskorbuto, La Banda Trapera del Rio, La uvi, Parabellum, R.I.P. etc. Eran los principios del año 2000. Nos hicimos buenos amigos.

Tucho después de un tiempo me presentó a Peter, Rene, Cesar y Eddie. Bebíamos todos los días de la semana y en nuestras charlas siempre hablábamos de formar una banda de punk rock y tocar la música que a nosotros nos gustaba. Harry, mi hermano mayor compró una batería y yo me hice de una guitarra, en algún lugar conseguimos un bajo y micrófonos y comenzamos a ensayar en una pequeña habitación. Tocábamos versiones de las canciones de bandas que admirábamos, dábamos record en una vieja grabadora que había en la habitación y escuchábamos. Aquello se oía fatal, hacíamos cacofonía, sonábamos desafinados, fuera de ritmo, pero dábamos play al cassette y todos nos mirábamos expectantes, bebíamos largos tragos de nuestras cervezas y decíamos: ¡Mierda, somos geniales!

Buscamos nombres para la banda, muy malos todos hasta que alguien dijo: llamémonos Basca Urbana y ese fue el nombre. Los inicios fueron un tanto extraños, Tucho deseaba de verdad tocar la batería, pero inmediatamente todos nos dimos cuenta de que aquello hubiese sido un error, Tucho debía coger el micrófono y bailar y gritar con rabia desenfrenada en el centro del escenario. Él era un showman innato, su forma de moverse en el escenario era una mezcla de Mick Jagger, David Roger Johansen y Freddie Mercury.

Comenzamos a componer canciones y fuimos mejorando musicalmente. Rene y César no tocaban en esos días por falta de tiempo, Harry tocaba la batería, Peter la guitarra, el bajo lo tocaba cualquier amigo que estuviese presente, Tucho hacia su magia en el escenario y yo tocaba la guitarra. Tocábamos en cualquier lugar en el que nos invitasen, pedíamos cerveza o cualquier droga como moneda de pago. Éramos jóvenes y teníamos el mundo cogido del cuello y era una sensación agradable. Pero ellos ya tenían en mente su proyecto, una banda que tomaría el nombre apellido que todos ellos compartían: Los Monjo. La Basca Urbana se restructuró, Harry continuo en la batería, Misael en el bajo, Fito en la primera guitarra y yo pasé a dar gritos mientras Los Monjo comenzaron su proyecto.

Seguíamos ensayando en el mismo sitio ambas bandas, seguíamos bebiendo en la esquina del barrio y hablando de música y buscando dónde tocar. Peter continuó tocando la guitarra, Tucho siguió en el micrófono, César se sentó en la batería y René cogía el bajo. La mejor banda de punk de la ciudad estaba armada y lista para disparar. Recuerdo llegar a uno de sus ensayos, Tucho había escrito una letra que comenzaba como un grito de guerra; Rebelión, Rebelión… Peter barajaba un riff, pero no estaba satisfecho, quería desechar todo el asunto y arrojar la canción por la borda. Les pedí que la tocasen y comenzaron.

Primero sonaba la batería en solitario, después de unos segundos César daba un primer redoble para dar entrada al bajo y a unos ligeros rasgueos de la guitarra, en el segundo redoble de la batería entraba Peter con el riff del que no estaba muy seguro y Tucho comenzaba a gritar Rebelión… con dirigentes no hay paz, sin policía hay diversión…sin miedo es como vivo yo, si quieres cambio rebelión… La canción te incitaba a bailarla y conocer la letra para cantarla.

Terminaron de tocar y le dije: Mierda, Peter… tienen ahí una maldita obra maestra, a esa jodida canción no le falta ni le sobra nada, cabrón, deberás aprender a amar ese puto riff.  Eddy por su parte, era el menor, pero no participaba activamente en la banda, el hizo su propia banda llamada Putas Mierdas, los integrantes eran Neto, que tocaba la guitarra, Pepo que se encargaba del bajo y Miguelito que destrozaba la batería.

Los salvajes directos

Los conciertos de Los Monjo eran salvajes, en ocasiones La Basca Urbana y Putas Mierdas se presentaban en el cartel y aquello era desenfreno. Muchas veces algunos integrantes de las bandas estábamos tan borrachos o bien paranoicos por el crack o acelerados por la cocaína, que no sabíamos cómo es que lográbamos subir al escenario, esto era un patrón que se repetía en las tres bandas. Pero, aunque La Basca Urbana y Putas Mierdas lo hacíamos genial, Los Monjo siempre se llevaban la noche.

Recuerdo, una noche en especial, saliendo de un concierto, estando cerca de casa, Tucho y yo fuimos a comprar crack con el camello de cabecera que vivía a unas cuadras de la casa de Tucho, teníamos algo de dinero y nos gastamos todo fumando. A las siete de la mañana mientras amanecía y el sol comenzaba a jodernos los ojos, ya no quedaba nada, nada de dinero ni de crack ni nada de nosotros, éramos una especie de zombis paranoicos. Salimos del parque donde habíamos pasado la noche y fuimos a conseguir algo de cerveza.

Tucho en aquellos días lidiaba no sólo con una, sino con muchas adicciones y aun así aquello no parecía desgastarle sobre el escenario. Los Monjo siempre subían a dar un concierto de primera. Peter organizaba a la banda, charlaba un poco con René, con César y Tucho, luego comenzaban a disparar canciones casi sin detenerse. La gente respondía desde la primera hasta la última canción gritando y bailando. Existían pocos lugares en los que se podía tocar y uno de ellos era un bar llamado El Fondo, Una noche mientras bebíamos en la barra, el barman le preguntó a Tucho que a qué clase de música era la que tocaban. Tucho contesto: Somos Los Monjo, tocamos Rock Basura.  Esa noche fue así como se presentaron: Somos los Monjo, Rock Basura.

Iba a muchísimos conciertos de punk en aquellos años y nunca miré a ninguna banda local a la que el público le respondiera y se encendiera como lo hacía con ellos. Aun así, estos años que la banda se ha alejado de los escenarios hay gente que me pregunta ¿cómo eran los conciertos de Los Monjo?

No me parece extraño para nada. Esto no se debe a que no hubiese gente en los conciertos, sino todo lo contrario. Con el pasar de los años, el eco de una banda legendaria, casi mítica que ya es considerada de culto en la ciudad de GDL se ha ido acrecentando y ese eco ha llegado a oídos que antes por mala suerte no habían escuchado o bien se habían negado a escuchar esos gritos, esa rabia natural. También creo se debe a que muchas personas quizá eran muy pequeñas en aquellos años y nunca lograron verlos en vivo. Pero aquí algo debe ser dicho y es que quien escucha a algún disco de Los Monjo y nunca ha ido a uno de sus conciertos y dice, ¡mierda, que banda tan cabrona, brutal!  Debiesen de verlos en vivo, incendian el maldito escenario.

Los discos

El primer EP vinilo de Los Monjo fue el de Cerdos, fue grabado en iglú Estudios en 2006, fue remasterizado en BJ Rigney USA, fue editado en 2008 por Todo destruido Records con un tiraje de 500 copias. Contenía canciones que se hicieron himnos en los conciertos: «Cerdos», «Rebelión» y «Contaminación». Se hicieron himnos, porque la manera de componer de la banda es muy estricta, quiero decir, cada una de las palabras dicha en una canción de Los Monjo, ninguna parece estar fuera de lugar, no son palabras al azar, sino que están destiladas, cribadas de tal modo para que digan algo significativo para ellos, es natural que, al provenir de un barrio bravo como Oblatos, un lugar sin futuro (así es como era esos días, hoy no estoy seguro), en el que crecimos y vivimos las letras se conviertan en universales.

Oblatos es para Los Monjo lo que fue Queens para los Ramones, lo que Santurce fue para los Eskorbuto. Para dar un ejemplo de la fuerza de las letras de la banda, podemos echar un ojo a la letra de «Contaminación»: somos la plaga que pisa el planeta / lo que pisamos lo contaminamos / somos portadores de mil enfermedades / los más salvajes de los animales / ni huracanes ni tormentas / no hay nada que nos detenga. Es una letra corta, de seis sencillos renglones, son sólo seis versos, pero por la dureza con la que fueron escritos logran explicar y despotricar contra la plaga estúpida e irracional en la que se ha convertido ser humano. Seis versos para destrozar a toda nuestra especie.

Después de Cerdos, lanzaron el EP vinilo Cobardes con dos temas, La peor pesadilla y Cobardes. Luego Mexicanos al Grito de Mierda, con una canción que da el título al disco y tres canciones más:  «Afiliados a Otras Tierras», «Solo en Este País» y «Esclavos». En 2014 vio luz La Vida que Todos Envidian, con el primer tema homónimo al disco y las canciones «Al Filo de Una Era», «Decepción», «Herederos de la Miseria», «Hey Tú (Hazlo Tú Mismo)», «Rock Basura», «Por Lo que Vendrá» y «Malas Noticias». Han tenido participación en varios Split con A.I (Aspirina Infantil) Los Monjo & Ruleta Rusa. Han aparecido en los Compilados Brutales Matanzas y Matado por la Muerte. Muchos de estos discos fueron apoyados desde el extranjero, USA o España.

Reconocimiento en el extranjero y la pausa de la banda

Esos discos les permitieron ser una de las pocas bandas de punk rock de esta ciudad en hacer una gira europea en el 2011, gira que fue gestionada mayormente por personas desde España que deseaban ver a la banda en vivo. Llegaron a países como Alemania, Suecia y Francia.

En esta gira destaca un concierto que dieron en las Fiestas de Gracia en Barcelona. Un festival que se hace en las calles donde hay algunos videos que capturaron el momento en los que se ve una especie de callejón a reventar de gente, Los Monjo tocando a ras de suelo, la multitud levantando a Tucho mientras canta: Muchos nos odian/ nosotros odiamos / todo el día más policías / no les tememos ¡policías!… Muchos viven de sueños/ todos viven muertos / es la muerte su temor / no tenemos miedo / para ustedes no hay solución / ¡cobardes los odio!… El recibimiento que tuvieron Los Monjo en España fue inesperado incluso para ellos, no imaginaron nunca el que tanta gente hubiese escuchado su música en el viejo continente.

En el año 2014 hicieron una gira por Canadá. También el 2014 ante la imposibilidad de realizar una gira por Estados Unidos José y Josh, de Discos MMM, una disquera del área de la bahía de San Francisco, decidieron hacer un festival en Tijuana, un festival llamado Burnouts En Baja Volumen Uno expresamente hecho para que la gente que pretendía verlos pudiese acercarse desde California hasta Tijuana a presenciar el evento.

En el 2016 pudieron por fin hacer una gira en Estados Unidos. Ese mismo año una de sus últimas tocadas fue con el mítico Pako Eskorbuto en el Foro Independencia, en la que Eddy Monjo sustituyó a Tucho en las tarimas y así ha sido desde entonces. Tucho dejó la banda y para muchas personas, sobre todo para los viejos seguidores, fue una desgracia, lo que no parecen entender es que siguen siendo Los Monjo. Lo que ha sucedido es que algunas personas desean ver a Tucho en Eddy. Pero mierda, siempre he dicho, que es complicado ser uno mismo como para intentar ser alguien más. Y eso es algo que Eddy sabe muy bien. Él tiene su propio estilo de moverse sobre el escenario y gritar con furia.

Los Monjo continúan y han entrado a una nueva fase, vienen con nuevos proyectos y nuevas canciones. Regresan a tomar su lugar porque la historia aún no ha terminado. Han regresado a la trinchera para seguir disparando a quemarropa contra todo y contra todos, sin distinción. Para mi todos ellos son como mis hermanos, Tucho, Peter, Rene, Cesar, Eddy. Tuve la suerte de crecer con ellos, los conozco bien, son los amigos de mis mil borracheras. Queda mucho por decir sobre la banda más representativa de punk rock en la ciudad, pero está noche no seré yo quien lo cuente, sólo diré que para mí y para muchos, Los Monjo son una banda de lo más auténtica, tan rebelde e insólita como pocas.