Hay ocasiones en que uno se sumerge a ciertos discos sin esperar demasiado y termina sorprendido o con un grato sabor de boca. El ep homónimo del trio instrumental acústico Vivak es uno de esos álbumes.
Vivak son originarios de Urretxu-Zumarraga (Guipúzcoa) en el país vasco; un grupo post- confinamiento, ya que prácticamente surgieron en el 2020, y como muchos otros grupos, cuando se juntan unos amigos para compartir e improvisar melodías con lo que tenían a la mano; en su caso, dos guitarras y un cajón flamenco. Su sonido puede estar emparentado con el de la banda neoyorquina City Of The Sun, pero la banda ha logrado adquirir su propia personalidad a pesar de su cortísima carrera.
Si bien las guitarras acústicas son el centro de su concepto, su música transita de una forma fina, elegante y sin prisas, por terrenos donde se entremezclan el rock de la mano del progresivo, folk y hasta el country, pasando por la música ambiental y el flamenco. Cuatro temas podrían parecer pocos para definir a una banda, pero cuando esta tiene las cosas tan claras y ejecutan de una forma impecable y con personalidad, tenemos un álbum que deja entrever un promisorio futuro si apuestan por la constancia.
En pocas palabras, Vivak retoman muchas de las raíces del rock bajo un concepto aparentemente sencillo, sin artificios, y con mucha naturalidad, pero que en una escucha más profunda y atenta, encontraremos mucho más de lo que en primera instancia pudiera parecer. Una grata sorpresa.